De unos cuantos balcones, todavía, cuelgan las mismas banderas, desde el sábado, y hay carteles que están, que permanecen, revelaciones gráficas de un entusiasmo obrero que no sabe de fechas.
Un desfile tupido copó, el Primero de Mayo, las avenidas virtuales por donde marchó el país en un post detrás de otro, codo con codo en los tuits. Se dijo tanto allí como se dice al pasar por cada plaza nuestra.
Si Cuba viva resiste, si vence todas las guerras, es porque el trabajador –Comandante y soldado en la defensa de su archipiélago– es alegre y es el dueño.
Primero en esta Isla es cada día, de mayo como de enero.



















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