
Al Comandante de la Revolución, Juan Almeida Bosque, un hombre de la entera confianza de Fidel, correspondió la misión de fundar el Ejercito Central, el primero de los tres ejércitos con que cuenta el país, en ser creado; hecho que aconteció el 4 de abril de 1961.
Aquella decisión de Fidel se debió a la necesidad que tuvo la joven Revolución de defenderse de las constantes agresiones de todo tipo de que era objeto por parte del imperialismo norteamericano, desde el instante mismo de su nacimiento, el 1ro. de enero de 1959.
Gustavo Pérez Cabrera, fundador de ese ejército, recordaba antes de morir en fecha reciente, el contexto en que nació esa agrupación militar, creado en una antigua casona de Santa Clara, que había pertenecido a una acaudalada familia, que al triunfo de la Revolución abandonó el país.
«Eran tiempos en los que comenzaba a cobrar fuerza el bandidismo en el Escambray y otras zonas de la región central de Cuba, además de los constantes sabotajes, presiones y amenazas de todo tipo contra el proceso revolucionario, lo que nos obligó a defendernos, y a vivir, como decimos los cubanos, con un ojo cerrado y otro despierto», rememoró el combatiente, quien tuvo el honor de participar en los combates de Playa Girón, bautizo de fuego de aquel bisoño Ejército del Centro, que fue su primer nombre.
Recordó, asimismo, que el Ejército del Centro, que abarcó inicialmente el territorio de Camagüey, Las Villas y la porción este de Matanzas, y que ahora comprende las provincias de Matanzas, Villa Clara, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila, fue el primero de los tres mandos militares que, como parte del proceso de organización de la defensa nacional, decidió crear entonces la dirección revolucionaria en las diferentes regiones del país.
En la memoria del fundador del Ejército Central, perduraba la labor de Almeida, sus oficiales y soldados en los días en que les correspondió entablar combate contra ellos en las arenas de Playa Girón, logrando retardar las acciones de los agresores y viabilizar la entrada de las fuerzas revolucionarias, enviadas desde distintos puntos del país.
De igual manera, recordó otra de las páginas gloriosas en la historia de la institución armada, y fue su participación en 1962, en la defensa de la soberanía nacional durante la Crisis de Octubre, cuando al decretarse la completa disposición combativa en el país, ese cuerpo puso sobre las armas a más de 55 000 hombres, de los cuales más de 39 mil eran reservistas.
Decisiva resultó también, la labor de ese mando en la Lucha Contra Bandidos, que abarcó prácticamente todo su territorio, sobre todo en las montañas del Escambray. «En aquella cruenta batalla, cientos de combatientes ofrendaron sus valiosas vidas, en aras de preservar la independencia de la Patria», dijo Gustavo, quien recordó, además, el cumplimiento de las misiones internacionalistas.
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