ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El Presupuesto de 2021 también contempla un monto de 18 000 millones de pesos para apoyar a las empresas que obtengan pérdidas como resultado del proceso de devaluación, bajo el principio de no subsidiar ineficiencias ni que estas se trasladen a los precios. Foto: Germán Veloz Placencia

Hasta el 1ro. de enero de 2021, fecha en que se establecieron nuevos precios como parte del ordenamiento monetario, el Presupuesto del Estado subsidiaba una larga lista de productos en la cual figuraba, incluso, el pan normado, independientemente de la calidad, y lo subvencionaba para todos, hasta para quienes jamás han comprado «el pan de la libreta».

Y así sucedía con disímiles surtidos, especialmente relacionados con la canasta normada, como arroz, frijoles, azúcar, pollo, otros cárnicos normados y regulados, unidos a los servicios básicos de electricidad, gas, agua y telefonía básica. Pero, ¿podía el Presupuesto seguir sosteniendo esos niveles de subsidio? Evidentemente no.

Desde la aprobación de los Lineamientos de la Política Económica y Social, en abril de 2011, se había definido, con total claridad, «la eliminación de gratuidades indebidas y subsidios excesivos, bajo el principio de compensar a las personas necesitadas y no subsidiar productos, de manera general».

Sin embargo, había sido muy limitada, hasta hoy, su implementación. La entrega de subsidios a las personas de bajos ingresos para llevar a cabo acciones constructivas constituía, probablemente, el programa que más había avanzado en ese camino.

El ordenamiento monetario ubicó el tema entre sus ejes estratégicos, además de resolver la dualidad monetaria y cambiaria y transformar los ingresos.

No obstante, en esta primera etapa, a pesar de las limitaciones y tensiones financieras, persisten, entre otros, subsidios del Presupuesto a productos de alto impacto para la población, lo que reafirma su carácter eminentemente social.

LAS VENAS ABIERTAS DE LA ECONOMÍA

Los subsidios excesivos del Presupuesto del Estado hacia el sector empresarial para compensar gastos de producción tuvieron su punto de partida, al decir de Lourdes Rodríguez Ruiz, viceministra de Finanzas y Precios (MFP), en las propias distorsiones generadas por la dualidad monetaria y, sobre todo, cambiaria, la cual impedía una correcta medición de los gastos.

En los últimos tiempos, dijo, estos financiamientos habían mostrado una tendencia creciente, hasta alcanzar los 19 470 millones de pesos en 2019, y cifras similares fueron ejecutadas en el año que recién concluyó.

De ese total, el monto mayor, ascendente a 11 162 millones de pesos, correspondió a subsidios a productos para la exportación y sustitución de importaciones. Otra cuantía considerable, equivalente a 3 529 millones de pesos, fue destinada a subsidiar precios minoristas, en especial de la canasta normada.

Cierto es, en palabras de Rodríguez Ruiz, que esos financiamientos habían servido de soporte al sector productivo, pero el ordenamiento monetario debe conducir al sector empresarial por cauces de mayor eficiencia y transparencia, en cuanto a ingresos y gastos, para que no dependa su rentabilidad de las subvenciones presupuestarias.

En 2021, el tratamiento de los subsidios se modifica considerablemente, aunque todavía se mantengan compensaciones a varios productos.

Ante un Presupuesto reconvertido e impactado por el proceso de devaluación, se planifica un monto de 48 530 millones de pesos para financiar conceptos de subsidio y otras transferencias, entre las cuales figuran precios minoristas subsidiados, subsidio temporal al precio de acopio al productor, así como subvenciones a las unidades presupuestadas con tratamiento especial y a las organizaciones y asociaciones.

«Respecto al subsidio específico a los precios y tarifas minoristas de un grupo de productos de alta sensibilidad, equivalente, este año, a 26 263 millones de pesos, el propósito no es otro que proteger a la población ante el efecto de la devaluación del peso cubano, lo que reafirma la vocación social y humanista del Presupuesto del Estado», aseguró a Granma Meisi Bolaños Weiss, ministra de Finanzas y Precios.

El Presupuesto de 2021 cubre, en este ámbito:

  • Productos alimenticios de entregas específicas a niños.
  • Dietas a embarazadas y fórmula basal por enfermedades crónicas de la infancia.
  • Productos no alimenticios de venta regulada (canastilla).
  • Servicios necrológicos de incineración.
  • Subsidio parcial del servicio de energía eléctrica para el sector residencial.
  • Servicios de transportación urbana de pasajeros, transportación aérea, taxis ruteros en La Habana, catamarán y ferrocarril.
  • Medicamentos controlados, productos de óptica, artículos médicos y calzado profiláctico.

Asimismo, el Presupuesto de este año, además de financiar programas estatales priorizados, por una suma de 12 502 millones de pesos, también mantiene un subsidio temporal, ascendente a 1 672 millones de pesos, a un grupo de renglones agrícolas, en aras de estimular los niveles de producción de arroz cáscara húmedo, maíz seco en grano, huevos, tomate con destino a la industria y café cereza robusta. En periodos anteriores, la lista a subsidiar superaba los 30 productos.

El Presupuesto de 2021 también contempla un monto de 18 000 millones de pesos para apoyar a las empresas que obtengan pérdidas como resultado del proceso de devaluación, bajo el principio de no subsidiar ineficiencias ni que estas se trasladen a los precios, según aclaró recientemente el miembro del Buró Político del Partido, Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de los Lineamientos.

LAS SECUELAS DE LOS SUBSIDIOS

A manera de ejemplo, Batilde Palacios Sánchez, jefa de Departamento de Presupuesto, de la Dirección de Finanzas del municipio de Diez de Octubre, en La Habana, comentó que en ese territorio el Presupuesto destinó alrededor de 29 millones de pesos en 2020 para subsidiar productos directamente vinculados con la población, como el pan, la canasta básica, medicamentos y otros.

Estos subsidios excesivos habían provocado, a su juicio, una erogación presupuestaria que no tenía un regreso hacia la economía. Sin embargo, en las nuevas circunstancias, añadió, las personas van a recibir parte de ese dinero en forma de salario, de modo que el trabajo se convierte en la fuente principal de ingresos para cubrir las necesidades propias y las de la familia.

En el anterior escenario de subsidios, al decir de Batilde Palacios, la canasta normada, por ejemplo, podía venir con más o menos calidad, que las personas la compraban toda, pues tenía un precio casi simbólico.

A partir del ordenamiento financiero y monetario del país, las personas podrán destinar sus ingresos a lo que necesitan y no a lo que les dan; establecerán prioridades; las entidades tendrán que incrementar, necesariamente, la calidad de sus producciones y, sobre todo, el país se quitará de arriba una carga monetaria que limitaba su desarrollo.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

moñua dijo:

1

16 de febrero de 2021

07:52:34


productos de óptica, como cristales y armadura para espejuelos graduados, no existen, no hay en inventario entonces no existe concepto de subsidio para esto, en estos momentos

Zoila perez dijo:

2

16 de febrero de 2021

12:30:59


Deseo se me explique porque el pollo de dieta de enfermos tiene el precio de 20.00 la libra. O sea no todos los productos de las dietas estan subsidiados Y porque no subsidian el resto de los productos de la canasta de los niños. Como arroz frijol. Azucar. Que esos dependen del salario de sus padres. Muchas veces de un solo miembro. Como la madre. Tampoco todos los alimentos de los niños estan subsidiados.