ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Los trabajadores de la Empacadora Raúl Cepero Bonilla sobresalen en Camagüey por la búsqueda de alternativas para mejorar la alimentación de pueblo. Foto: Miguel Febles Hernández

CAMAGÜEY.–En jornada de intercambio con dirigentes sindicales de esta provincia, Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), proclamó que la Patria necesita del aporte decisivo del movimiento obrero para enfrentar la difícil situación económica que atraviesa el país.

«Como ha sido siempre en estos años de Revolución, aseguró, obreros y campesinos darán la respuesta que de ellos se espera en el programa estratégico que exige hoy máxima prioridad y hacia el cual deben focalizarse todos los esfuerzos de la nación: la producción de alimentos».

El también miembro del Buró Político del Partido comentó que ello solo podrá lograrse con la explotación eficiente de las tierras disponibles, el incremento de los rendimientos agrícolas, el máximo aprovechamiento de la jornada de trabajo y el despliegue de las reservas de productividad y de ahorro que existen en los colectivos.

Guilarte de Nacimiento indicó que la situación actual demanda la adecuación de los métodos y el estilo de trabajo del movimiento sindical para, a partir del liderazgo y del ejemplo de los cuadros, ser capaces de movilizar a los trabajadores hacia las tareas que permitirán reactivar la producción y los servicios.

«La batalla por la eficiencia económica y los resultados concretos que generen ofertas a la población, precisó, requiere de empuje, pensamiento creativo, espíritu emprendedor, compromiso, participación, disciplina laboral y mucho trabajo, a sabiendas de que nada saldrá del aire ni de una posición de inactividad».

 El secretario general de la CTC visitó la Empacadora Raúl Cepero Bonilla, un ejemplo de cómo los trabajadores se sobreponen a la obsolescencia tecnológica de la fábrica y cumplen el encargo estatal de garantizar productos cárnicos para la canasta básica, el consumo social y los mercados estatales.

Con 92 años de explotación, la planta funciona gracias al compromiso y la voluntad innovadora de un colectivo que, lejos de sentarse a esperar por tiempos mejores, salen a pelear todos los días en busca de alternativas y soluciones para incrementar y diversificar las producciones con la máxima calidad.

Tras reconocer tan loable desempeño, Guilarte de Nacimiento insistió en que solo la indestructible unidad de obreros, campesinos y demás sectores de la sociedad hará posible que terminen en el fracaso todos los intentos del gobierno estadounidense para estrangular la economía cubana.

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