ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La OSDE Aguas y Saneamiento ha sustituido 23,4 kilómetros de tramos de conductoras en mal estado técnico. Foto: Belkis Nieblas

Encargado de velar, entre otros indicadores, por el suministro de agua a los sectores estatal y residencial, la desobstrucción de conductos y cañerías, y la potabilidad bacteriológica del más preciado de los líquidos, el Organismo Superior de Dirección Empresarial (OSDE) Aguas y Saneamiento cerró 2019 con números que develan el esfuerzo del país ante las carencias que suponen el bloqueo y el recrudecimiento de las medidas unilaterales impuestas por la Administración Trump contra la Isla.

Si tenemos en cuenta que desde el mes de septiembre Cuba atravesó por una difícil situación con la disponibilidad de combustibles, y que el OSDE en cuestión constituye el segundo consumidor de energía en el país (solo superado por la población), vale destacar que los hombres y mujeres encargados de conducir el agua y la sanidad a cada rincón del territorio nacional, excepto La Habana, se las ingeniaron para dar cumplimiento a su abultada agenda de trabajo.

Durante el pasado año fueron suministrados alrededor de 1 075 millones de metros cúbicos de agua, lo que representa el 93 % del total.  Los 77 millones de metros cúbicos afectados respondieron, fundamentalmente, a paros eléctricos, roturas de equipos (256 equipos rotos al cierre del año), roturas en conductoras y a la no disponibilidad de agua en fuentes que históricamente se deprimen (31 al cierre del pasado año).

De manera general, se informó que el servicio de limpieza de fosas se vio afectado, dadas las limitaciones energéticas que presentó el país en el último trimestre del año. Asimismo, se vio afectada la población que recibe agua en pipas, debido a la sequía, por los mismos motivos.

No obstante, la población cubierta por los servicios de acueducto se incrementó en 45 251 habitantes.

«En este sentido, nuestros esfuerzos estuvieron encaminados, además de sumar beneficiados al servicio de suministro diario de más de ocho horas, a disminuir el número de habitantes con servicio de más de diez días», puntualizó Marcia Almeida Llanes, directora general de este OSDE.

En los casos donde la población recibe agua por la red de acueductos –explicó–, y debido a averías, se les sustituyó el servicio permanente con pipas; en tanto se realizaron acciones como la sustitución de 23,4 kilómetros de tramos de conductoras en mal estado técnico y la colocación de otros 1,4 kilómetros nuevos; además, se ejecutó el remplazo de 82,2 kilómetros de tramos de redes hidráulicas y la colocación de 12 kilómetros de nuevas, de conjunto con el mantenimiento o sustitución de 276 válvulas.

Asimismo, se acometió el montaje de plantas desalinizadoras en zonas donde la calidad del agua es baja para consumo humano, como en la Ciénaga de Zapata, Matanzas, y otra en el municipio guantanamero de Maisí.

Según refirió Jorge Rodríguez Carbonell, director de Acueducto, alcantarillado y drenaje pluvial, el osde realizó acciones puntuales con vistas a la reducción del ciclo de suministro en los territorios de Manicaragua, Vueltas y Mataguá, en Villa Clara; Songo La Maya y  Palma Soriano, en Santiago de Cuba, y en Pinar del Río, entre otros.

«En el caso de Trinidad, en Sancti Spíritus, se puso en servicio la nueva fuente de abasto de agua, pero todavía sin el impacto deseado. Durante el primer trimestre de este año deben instalarse los equipos de bombeo de esa nueva fuente, y de esa forma, mejorar considerablemente la cobertura», aseguró.

Para optimizar su funcionamiento, Aguas y Saneamiento desarrolló un programa de recuperación de pérdidas que se enfocó, esencialmente, en las inversiones con vistas a las coberturas del osde y en las labores de mantenimiento a su infraestructura. De acuerdo con Almeida Llanes, el mantenimiento se dirigió a la supresión de salideros y a la reparación de válvulas, así como al movimiento de obras certificadas, indicador que garantiza un buen funcionamiento de todo el sistema.

La directiva explicó que un factor determinante en las afectaciones del año estuvo relacionado con la sequía. Al cierre de diciembre, dijo, se encontraban impactadas negativamente en sus niveles 31 fuentes de abasto, por lo que se entorpeció el suministro de agua a 22 228 habitantes; de ellas, 16 fuentes pertenecen al grupo de las que históricamente se secan y que afectan a 4 593 personas. El pico más crítico de este indicador fue durante el mes de mayo, cuando se vieron perjudicados alrededor de 124 000 cubanos por esta causa.

Además de la intensificación y prolongación del periodo seco, y de las limitaciones de la economía para garantizar los servicios de este osde, el despilfarro de agua, aspecto sobre el cual el Presidente de la República ha enfatizado en varias ocasiones, constituye también un elemento que se refleja negativamente en los números finales del año.

LOS HIDRÓMETROS Y LA PENALIZACIÓN AL DERROCHE

Una de las medidas adoptadas para reducir las pérdidas de agua y regular su consumo, tanto en el sector empresarial como en el residencial, fue la colocación de hidrómetros o metrocontadores en núcleos familiares e instituciones de gran parte del país. El pasado año se metraron con este sistema más del 90 % de las entidades pertenecientes al Estado, y así fue posible contabilizar los índices de consumo, al tiempo que se estableció una tarifa de costos escalonados para penalizar el derroche.

«En el caso del sector estatal, existen centros que dentro de sus instalaciones los sistemas hidráulicos tienen un alto nivel de deterioro, siendo esta una de las causas por las que derrochan el agua. Cuando se instala un metrocontador, se puede contabilizar el consumo y, a través de las tarifas establecidas, el derroche es penalizado, lo cual obliga a estas instituciones a realizar mantenimientos para resolver esa situación», expresó la Directora General.

Para las personas naturales –dijo–, la cobertura de hidrómetros alcanzó el 23,8 %, de un total de 1 876 000 núcleos familiares a metrar. Durante 2020 se seguirá ampliando este método regulatorio para ese sector.

Otra cifra llamativa fue la de los metrocontadores rotos en el año, alrededor de 27 000 entre los dos sectores. Sobre este asunto, la directiva refirió que con el suministro de equipos de producción nacional, la cobertura de hidrómetros encaminó su progresión ascendente hacia finales de año; además, este aporte de nuestra industria, que sustituye importaciones, representa un aliciente significativo para la economía del país.

«El de los hidrómetros es uno de nuestros programas priorizados, y se espera para el año en curso una mayor concreción en su productividad. Los metrocontadores los estamos construyendo desde mediados de 2019 con la Unión de Industrias Militares y tenemos pactada una entrega de 200 000 equipos para ambos sectores en 2020», refirió.

CERTIFICADO DE GARANTÍA PARA NUESTRO PARQUE HIDRÁULICO

Otra de las tantas caras del ahorro de agua es el buen funcionamiento de las estructuras hidráulicas que componen la red de Aguas y Saneamiento. Es por ello que, de acuerdo con lo convenido en la Resolución 286 de 2014, se estableció un sistema de certificación para las 3 206 instalaciones administradas por el osde, que comprende un chequeo integral del estado técnico y físico de estas. 

De acuerdo con Almeida Llanes, al cierre de 2019 se encuentran certificadas alrededor del 75 % del total de obras supeditadas al organismo. Esta cifra se traduce en 2 167 estaciones de bombeo de acueducto, 114 estaciones de bombeo de residual, 92 lagunas de tratamiento de residuales, 27 plantas potabilizadoras y 14 plantas de tratamiento de residuales.

«Durante el año 2019 se recuperó la cifra de las obras certificadas hasta 2018, incluyendo la intervención en las 301 instalaciones que, ostentando la condición, no cumplían con los parámetros necesarios para operar; además se les otorgó la certificación a 291 nuevas obras, de las cuales 115 estuvieron por encima del plan aprobado por el Ministerio de Economía y Planificación», aseguró. 

Relacionada también con la calidad infraestructural del parque hidráulico, la potabilidad del agua se cumplió al 98,0 %, por encima del 96 % que establece la norma. Solo Cienfuegos quedó por debajo de ese estándar con un 94,7 % de índice acumulado, luego de cumplir todo el año con los parámetros estipulados, en lo cual tuvo que ver un número irregular de muestras positivas en el mes de diciembre.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.