LAS TUNAS.–Fortalecer la industria del barro, recuperar la tradición de bóvedas como alternativa de cubierta y lograr que el mayor número posible de demarcaciones de consejos populares cuente con bases productivas, son algunos de los objetivos esenciales del Programa Nacional de Producción Local de Materiales de la Construcción.
Este programa apela a las potencialidades en los municipios, por lo que tiene a las naturales y reciclables como materias primas esenciales. Ello determina que sus costos sean inferiores a los de la industria nacional y por lo tanto, más accesibles a la población.
El 80 % de esas producciones va destinado al encargo estatal para la construcción de viviendas, y el 20 restante se destina al desarrollo social de las localidades, recordó el jefe del programa, Tomás Vázquez Enríquez, en la conclusión de la decimotercera inspección a esta alternativa en Las Tunas, realizada recientemente.
Entre los avances del territorio está la existencia de bases productivas en 28 consejos populares. Asimismo, para incrementar los planes de construcción de viviendas, se aplica la máxima de producir localmente todos los componentes de los módulos, y solicitar al país únicamente aquellos a los que no pueda responder la industria del municipio. Esa meta significaría levantar más de 1 300 viviendas cada año.
La gestión de la calidad estuvo entre las más reiteradas deficiencias, lo que indica que debe ser más estricto el control al proceso productivo. Los especialistas insistieron también en la necesidad de que las tiendas de materiales pertenecientes al Grupo Empresarial de Comercio no sean solo comercializadoras, sino expositoras permanentes de todo lo que proviene del programa; ello ayudaría también a combatir las ilegalidades y a mostrar al pueblo las opciones a las que puede acceder gracias a esta industria local.
Vázquez Enríquez recordó cuán importante es el programa para el país, y ejemplos fehacientes lo constituyen las más de 130 000 toneladas de cemento y las 7 300 de acero que le fueron destinadas por balance nacional en el presente calendario. Señaló, además, que para el 2019 está previsto un plan de 58 millones de bloques, aunque la expectativa es aumentar la producción de ladrillos para disminuir paulatinamente esa cifra.
EN CONTEXTO
La proyección para la recuperación del déficit habitacional en Cuba se estima en diez años, con prioridad en los primeros cinco para las afectaciones climatológicas y las condiciones precarias.
La Política de la Vivienda concibe que participen en la construcción la mayor cantidad de actores: familia, organizaciones estatales profesionales de la construcción, movimiento de cooperativas agropecuarias y no agropecuarias; centros de trabajo y el sistema empresarial estatal del país.
Se dará prioridad a las personas que viven en condiciones precarias y en asentamientos costeros, así como aquellas con necesidades de vivienda más graves.
Para la edificación se utilizarán diferentes tecnologías y materiales, como los sistemas Gran Panel, Sandino y Forsa, y otras formas de construcción más tradicional con bloques, ladrillos, mampuesto y madera en diferentes alternativas, entre ellas la tabla de palma.
El valor de las viviendas no será subsidiado por el Estado y el beneficiario debe asumir su pago, el cual se podrá realizar en tantas mensualidades como sea necesario, en función del ingreso percápita del núcleo familiar.
Fuente: Consejo de Ministros
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Nolberto Cruz Cruz dijo:
1
10 de septiembre de 2020
20:18:40
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