Villa Clara.–Si algún lugar puede sentirse satisfecho, esa es la comunidad de Isabela de Sagua, un sitio que casi fue borrado por los vientos endemoniados de Irma, y que ahora muestra un rostro mucho más agradable que antes del paso del huracán.
Mileidy Soriano Monteagudo fue una de las tantas personas que perdió su casa, además de los equipos y bienes que había dentro. No puedo olvidar su imagen de entonces, cuando lloraba aferrada a un tronco de madera de lo que un día fuera su morada.
Un año después, la alegría en su rostro denota que lo peor ya pasó. Gracias al esfuerzo de muchísimas personas, y de un gobierno que no abandona, después de haber recibido la mayor parte de los materiales demandados para la reparación de su vivienda –incluyendo techo, vigas de metal, cemento, arena–, puede disfrutar de su nueva casa; que según sus propias palabras, quedó mucho mejor.
«Nunca creí que en tan poco tiempo pudiera tener mi casa. Siempre confiaba en que no quedaría desamparada, pero pensé que por la magnitud de los daños, esto iba a demorar meses o años. Media Cuba se volcó para Isabela con el propósito de ayudarnos», señala Mileidy, quien refiere, que además de materiales de construcción, también se les entregó comida, colchones, fogones, agua potable y otros artículos.
Y como Mileidy, la inmensa mayoría de los isabelinos muestra un agradecimiento muy grande por la ayuda generosa llegada de todas partes. María de los Ángeles García, otra de quienes derramaron muchas lágrimas por aquellos días de septiembre de 2017, y a quien encontramos entonces viviendo en casa de Henry, su vecino, ahora tiene su casita, en sus propias palabras, muy linda y confortable.
La recuperación en cifras
Del total de viviendas afectadas, 51 577, hasta la fecha se han solucionado 30 532 casos, lo que representa el 59 % del total, y también se avanza en la reparación de los techos con afectaciones parciales y totales.
De los derrumbes totales, se encuentran en ejecución 423 viviendas, incluidos cuatro edificios multifamiliares con 80 apartamentos y 33 petrocasas; las 252 restantes son aisladas rústicas y tradicionales, según datos aportados por el Gobierno en el territorio. Asimismo, por la vía del esfuerzo propio se han iniciado 1 995 casas, una parte de ellas beneficiadas con la entrega de subsidios.
Hasta la fecha se han vendido a la población materiales de la construcción por un valor de más de 155 millones de pesos, con lo cual se han beneficiado 46 226 damnificados. Esos importes han sido pagados por la población de manera efectiva, a través de créditos bancarios y mediante la conciliación de las bonificaciones del presupuesto del Estado, entre otras vías.
De igual manera, en aquellos edificios que resultaron averiados, se han solucionado 124 afectaciones, quedan pendiente en algunos casos recuperar la carpintería, los tanques y las cubiertas, según las entregas planificadas por el Estado.
Y por si fuera poco, llegó Alberto
Cuando aún el territorio villaclareño restañaba las heridas de Irma, a fines de mayo llegó un vendaval de agua que todo lo inundó, causando cuantiosas pérdidas en la agricultura, la vivienda, la pesca, los campos cañeros y otros sectores, y obligando a un esfuerzo adicional que todavía perdura.
Como resultado del paso de esa tormenta resultaron afectadas otras 2 658 viviendas, de las cuales más de 500 fueron derrumbes totales o parciales; además de los daños a la infraestructura vial de la provincia en carreteras y caminos de interés nacional y provincial.
Esta situación obligó a las autoridades del territorio y el país a rediseñar la estrategia recuperativa, con prioridad para la vivienda y la agricultura. Loable ha sido el esfuerzo para garantizar la alimentación del pueblo, que ha incluido la ayuda solidaria de otras provincias en más de mil toneladas de productos como plátano, malanga, boniato y calabaza. Asimismo, se montó un programa de siembras emergentes.
Como diría Benito, un señor entrado en años que asiste con frecuencia al mercado Buen Viaje, «Irma y Alberto se llevaron muchas cosas de aquí, pero lo que no pudieron arrebatarnos fue la fe y la confianza en que saldremos adelante».

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Angel Cecilio Pino Cano dijo:
1
24 de octubre de 2018
10:49:53
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