ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Comprender cabalmente la unidad del método y el contenido en Marx, es lo que nos permite, junto con él, ir más allá de la explicación de la realidad, y actuar intencionadamente en su transformación. 

No sería justo hablar de que Marx nos ha dejado una herencia, porque continúa luchando, en busca de explicar la realidad para transformarla revolucionariamente y siempre insistiendo en la necesidad de enfocar los procesos integralmente, en su constante y contradictorio desenvolvimiento.

Se equivocan los que preguntan qué ha envejecido y qué ha pasado la prueba del tiempo dentro de la obra de Marx. En primer lugar, porque no se trata de una obra cerrada, terminada, sino de unos resultados que nunca pretendieron ser «respuestas finales» a los problemas que encontraba en su práctica transformadora. Estamos ante un revolucionario científico que profundiza en el arte de comprender la realidad para transformarla, y va elaborando un cuadro que constantemente busca perfeccionar, en el que propone una visión de futuro que nos llama a enriquecer a partir de esa práctica revolucionaria.

Quienes hablan de propuestas de Marx que han envejecido y pretenden así encontrar sus «errores», no están haciendo más que mostrar su enfoque «no marxista». No pretendemos «justificar» a Marx: ya la historia lo ha legitimado suficientemente como un genio. O, para decirlo mejor: la validez de su obra está confirmada plenamente por lo ocurrido en toda esta «prehistoria» humana que transcurre desde las primeras comunidades hasta el sistema del capital contemporáneo en su expresión neoliberal.

Es un error buscar en Marx respuestas a problemas concretos del mundo actual. Científico riguroso, no podía estudiar y describir lo que no existía. Esto no niega el valor heurístico de su obra, como se refleja en todas las actividades a las que prestó atención en su intensa actividad.

Ello se ve claramente cuando profundizamos en su concepción de la plusvalía y llegamos a entenderla como relación esencialmente política, expresión del dominio del capital sobre la vida del asalariado… y del propio capitalista. O cuando se dispone a estudiar el cálculo diferencial e integral, al ver en este entonces novedoso proceso matemático, potencialidades para el análisis de las crisis del capitalismo. Y elabora propuestas sobre conceptos como el de derivada, diferencial y límite, que van más allá de lo que habían hecho los «especialistas» a su alcance, y permiten comprender mejor la esencia de tales procedimientos y su valor para el estudio de la realidad.

No es suficiente plantear que lo que ha resistido el paso del tiempo en la obra de Marx es su método. Separar el contenido de la forma es una defensa poco «marxista» de Marx. Cierto es que nos brinda un método, un enfoque consecuentemente materialista y dialéctico de la realidad en su contradictorio desenvolvimiento. Pero precisamente comprender cabalmente la unidad del método y el contenido en Marx, es lo que nos permite, junto con él, ir más allá de la explicación de la realidad, y actuar intencionadamente en su transformación.

Esto es particularmente importante para los procesos sociales. En Marx tenemos elementos sustanciales de contenido para aproximarnos a los procesos reales buscando su conducción consciente, como totalidades en movimiento. En primer lugar, como procesos de interacción individuo-naturaleza-sociedad.

Comprender esto es de vital importancia para plantearnos una transformación que rebase los límites de superar el capitalismo; para plantearnos actuar en la generación y el ulterior desarrollo de las relaciones comunistas como «reino de la libertad», no como un estadio superior «de llegada», que  resultaría un «fin de la historia» hegeliano, o como el que pensó ver nuestro contemporáneo Fukuyama, con el derrumbe de experiencias socialistas europeas. Con Marx la sociedad comunista se plantea como un nivel superior del incesante y continuo proceso de emancipación, que se hace «verdaderamente humana». Es, como nos propone Fidel, «emanciparnos por nosotros mismos», en lucha con fuerzas poderosas que han dominado durante siglos.

LA OBRA DE MARX ES UN SISTEMA VIVO

Marx no nos da «recetas» para avanzar en esta sociedad. Pero sus ideas continúan pidiéndonos profundizar en las concepciones sobre la base de analizar las prácticas que hasta hoy han predominado acerca del «socialismo», incluidas las conducentes a experiencias autocalificadas como «socialismo real».

Con Marx podemos entender distinto los procesos reales. Y en particular, podemos entender la necesidad de ir más allá del orden reproductivo del capital, y actuar para generar uno completamente diferente. No en busca de implantar un modelo predeterminado, sino iniciando un profundo proceso de transformación, consciente, dirigida, que es mucho más que suma de cambios políticos o económicos. Se trata de una transformación radical de todo el sistema de relaciones sociales y de las relaciones entre los individuos humanos y la naturaleza. Es un proceso históricamente necesario, esencialmente contradictorio, de lucha constante para transformar la realidad y transformarnos nosotros mismos, que requiere de nuevos contenidos en todas las actividades humanas, y de nuevos conceptos para describirlas y actuar conscientemente en su transformación: no es posible con las «armas melladas» que sirvieron a los sistemas explotadores precedentes.

Marx estudió el sistema del capital existente en su tiempo, y, sobre la base de los materiales de la ciencia de entonces que estaban a su alcance, estudió rigurosamente las formas precedentes de funcionamiento y desarrollo de la sociedad.  Se dispuso a penetrar en la esencia de los procesos, con el objetivo de incorporar nuevas cualidades al progreso humano. Y con su obra fundamenta que el capital como sistema no es capaz de sustentar un futuro sostenible para la humanidad, y se hace necesario de modo revolucionario plantearse ir «más allá de sus límites», más allá de su naturaleza reproductiva.

Junto con Engels, subrayaron insistentemente la esencia de la revolución comunista como transformación históricamente necesaria, como un nuevo escalón en el funcionamiento y desarrollo de la sociedad, cuando hablaban del comunismo como «movimiento», «cambio»… aunque no «cualquier» cambio. Posteriormente el discurso revolucionario introdujo los términos de «periodo de transición», «construcción del socialismo», «socialismo desarrollado», etc., que insistimos en elevar al rango de conceptos y construir «leyes» para llevar adelante las transformaciones, «bajo las presiones» de los requerimientos cotidianos en los procesos concretos de establecimiento de esta sociedad esencialmente nueva. Y en el contexto de la aguda lucha ideológica de los tiempos de la «guerra fría», apareció el término «socialismo real». Un «término» que incluso resulta difícil de fundamentar como concepto, si somos consecuentes con la obra de Marx. Bastaría tratar de responder científicamente a la siguiente pregunta: ¿por qué, si ese «socialismo real» no incluía a Cuba, Vietnam, y la República Popular China, estos países se han mantenido enarbolando las banderas del socialismo después de que aquel sistema de «socialismo real» se derrumbó a fines del pasado siglo XX? No hay mejor demostración de que tal «concepto» artificialmente creado nada tiene en común con la obra de Carlos Marx.

Con esto no estamos negando los resultados positivos obtenidos por los procesos en Europa centro oriental, en medio de agudas confrontaciones después de la devastadora II Guerra Mundial, y mucho menos disminuir el valor del proceso pionero en la transformación comunista, iniciado por Rusia en 1917 y continuado por la URSS pese a guerras y frente a colosales obstáculos. Estamos subrayando la necesidad de perfeccionar nuestros enfoques para una práctica más eficaz, asimilando las enseñanzas de todas las experiencias, como Marx siempre insistió.

La obra de Marx se mantiene como un sistema vivo, en permanente enriquecimiento, para la comprensión y la transformación de la realidad. Se desarrolla sobre la base de la interacción entre los seres humanos y la naturaleza, en su práctica transformadora cotidiana. Una obra que se enriquece con los resultados de la apropiación humana de la realidad, en específico mediante el proceso del conocimiento científico, y seguirá siendo fundamento indispensable para responder a todos los retos de la contemporaneidad.

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Jose R Oro dijo:

1

5 de mayo de 2018

00:34:11


Celebramos este 5 de mayo el 200 aniversario del nacimiento del genio Karl Marx, quizás el más grande pensador filosófico de la Historia. Uno de los problemas más serios del marxismo lo constituye la necesidad de su divulgación a las amplias masas populares. Sin profesar ningún tipo de elitismo, el leer por ejemplo “La Dialéctica de la Naturaleza” (F. Engels) no esta al alcance de muchos. La necesidad de divulgar la amplia base teórico/conceptual del marxismo obligó a escribir una gran cantidad de manuales, glosarios, etc. Algunos buenos y otros no tanto. Muchas personas hemos sido víctimas del marxismo enlatado, tan árido y limitado como los libros “condensados” en las Selecciones del Reader's Digest . Creo en el marxismo y su capacidad de guiar la sociedad humana, pero no de anticiparla, ni siquiera con la dudosa certeza de un parte meteorológico. La construcción del socialismo definida como “un camino hacia lo ignoto” por el ex presidente y gran líder Raúl Castro está basada en los principios generales de la Filosofía Marxista y debe de abandonar toda restricción dogmatica y concentrarse en esa obra, el socialismo real. Este no se construye con consignas. Todos los que quieran defender a Cuba, y a su socialismo como principios básicos deben tener el derecho a opinar y a que sus opiniones sean materia de libre y desprejuiciado debate. El pecado de blasfemia no debe existir en filosofía. Quienes opinan con el declarado fin de destruir al socialismo cubano, no cometen un acto de blasfemia o irreverencia filosófica, sino una maniobra de simple y vulgar contrarrevolución política. Marx esta vivo por más que todos sus enemigos y algunos de sus aparentes seguidores han hecho por “matarlo”,”satanizarlo” y falsificarlo. Su vibrante pensamiento puede ser actualizado sin perder su vigor y autenticidad y por eso está con nosotros y nos acompaña, sin exigir canonización, en el camino hacia lo ignoto.

Miguel Angel Respondió:


8 de mayo de 2018

08:49:45

Excelente comentario Sr Oro, me adhiero totalmente al mismo. Saludos. Gracias.

Miguel Angel dijo:

2

5 de mayo de 2018

08:03:32


Excelente no es suficiente para calificar el trabajo del Profesor Jesús Pastor García Brigos a propósito de la celebración del 200 aniversario del nacimiento de un genio, benefactor de la humanidad, de los pobres, de los desposeídos, explotados y marginados de siempre, vigente hasta hoy. La humanidad del planeta necesita hoy mas que nunca la crítica y las orientaciones de Marx, quien dedicó su fructífera vida a dar sentido a las esperanzas de los trabajadores. La crisis general en el mundo de hoy, generada por el sistema capitalista y sus contradicciones insalvables e inevitables, que no solo es económica, sino también profundamente social, cultural, ética, moral y de falta de credibilidad en los que desempeñan la función política en el mundo capitalista . No existe mejor fuente que el legado de Carlos Marx, quien nos entregó las herramientas muy aplicables a la compleja coyuntura actual. Su pensamiento continúa vigente y persistirá durante muchos siglos mas. Gloria eterna a Carlos Marx !!!

Alfredo dijo:

3

5 de mayo de 2018

08:40:42


Podemos decir ahora en pleno siglo 21 que la obra de Marx esta mas vigente que nunca se desarrolla sobre la base de la interaccion entre los seres humanos y la naturaleza,teniendo en cuenta que le da respuesta a los problemas sociales actuales.

Jesús Martín Pérez dijo:

4

5 de mayo de 2018

11:08:55


Gracias por la existencia de un científico al que la sociedad debe tanto en la aventura Humana Marx es el norte su obra es ante todo la propuesta al mundo al que todo aspiramos

Emilio Fonseca dijo:

5

5 de mayo de 2018

16:47:43


Oprtuno artículo, a Marx no se le puede pedir más de lo que hizo por la humanidad, su obra intelectual junto a su accionar político abrió las puertas a la esperanzas de un mundo verdaderamente humano, la historia lo ha absuelto con creces. A él, como a todos los luchadores desde Espartaco hasta Fidel, debemos agradecerles su sacrificio. Viva Marx.

Emilio Fonseca dijo:

6

5 de mayo de 2018

16:54:43


Yo desperte a la luz el día que pude leer y estudiar el Capital bajo la tutela del profesor Joaquín Fernádez en la desaparecida Facultad de Economía Politica de la UH allá por la década del 80, en aquellos memorable seminarios especiales del capital que él impartía. Desde aqui mi humilde y modesto homenaje al prometeo de Treveris.

Luis dijo:

7

5 de mayo de 2018

22:20:10


Muy bueno articulo! Importante la enfasis en presentar Marx como um pensador que reflexiona sobre los procesos reales y no recetas utópicas . Eso es central para hacermos analisis mas profundizadas, siempre en los marcos de la história, de los l acertos y errores cometidos por los gobiernos que tenian como base sua ideas e buscaran iniciar la transición comunista

Humberto dijo:

8

5 de mayo de 2018

23:56:15


Carlos Marx como Fidel Castro,(Padres de Humanidad )nos muestran caminos biofilos .Grandes luchas por la LIBERACION................ Patria ,Multiversidad ,Che Guevara Siempre Eterno.............................................................................................................................

IVÁN GARCÍA ÁVILA dijo:

9

6 de mayo de 2018

14:41:33


Demostrada la vigencia y genIalidad de la obra de CARLOS MARX 200 AÑOS DESPUÉS DE SU NACIMIENTO!!!!

Luis Luis dijo:

10

6 de mayo de 2018

20:42:45


La brillante conceptualidad de Marx y Engels definieron en la economia politica del capitalismo y el socialismo, del materialismo historico y especialmente en el dialectico, una nueva forma de pensamiento, reflejo de una epoca del capitalismo pre-industrial. Sin embargo, el extraordinario avance de la tecnologia en todos los campos rebaso las expectativas de Marx y de todos los intelectuales del siglo XIX, pues la generacion de empleos producto del progreso tecnologico se diversifico a niveles impredecibles, aunque aun persisten profundas diferencias de ingreso y riquezas en una parte de la poblacion mundial. No obstante, ni eso, ni la fragmentacion del campo socialista en los anos 80 por su incapacidad economica, demerita en nada el significado de la obra de Marx, que sirvio de guia a muchisimos movimientos proletarios e ideas de progreso, independientemente de las variantes y resultados de la historia.