ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Acostumbrados a sacar en muy pocas ocasiones los abrigos durante buena parte de los últimos inviernos, no pocas personas y en particular muchos jóvenes se muestran sorprendidos por la  persistencia de varios días consecutivos con frío en este comienzo del 2018, principalmente en el occidente y centro del país.

Sin embargo y como lo ha planteado Granma en ocasiones anteriores, para nada ello constituye algo inusual desde el punto de vista meteorológico, pues en las décadas de los 30, 40, 50, 60 y 70 del pasado siglo, por solo mencionar algunos ejemplos, tuvimos temporadas invernales donde hubo temperaturas notablemente bajas.

Vale citar la mínima de 2,0 grados Celsius, medida el 28 de enero de 1940 en el aeropuerto de Rancho Boyeros, en las afueras de la capital, reseñada en medios de prensa de la época.

Reportes muy significativos tuvieron lugar también  el 11 de enero de 1970. Así el poblado de Güira de Melena registró 1,8 grados (la más baja de los últimos 50 años en ese momento), mientras los termómetros marcaron 2,5 en Tapaste y 2,9 en la ciudad de Santa Clara.

La habanera estación de Casablanca notificó ¡8,5 grados!, que todavía es el récord vigente para la zona metropolitana de la capital.

Un año después, el 21 de enero de 1971, los campos de caña del central Puerto Rico Libre, en Unión de Reyes, amanecieron cubiertos por una fina escarcha en el momento que la estación meteorológica de la referida localidad matancera tenía una mínima de ¡1,0 grados!

Hubo, además, valores muy significativos en Indio Hatuey con 1,2: Güines, 2,1 y Jovellanos, 2,4.

Y aunque más cercano en el calendario, es indispensable mencionar el récord nacional de frío de 0,6 grados Celsius, establecido en Bainoa el 18 de febrero de 1996, y lo sucedido en la madrugada y primeras horas de la mañana del 15 de diciembre del 2010, al romperse los récords de mínima para el mes en 31 estaciones. Nueve de ellos fueron absolutos, relación encabezada por el reporte de 1,9 grados en Colón, Matanzas.

Pero observaciones hechas por Andrés Poey y Aguirre, precursor de la meteorología científica en Cuba, sugieren que en nuestro país pudieron ocurrir en épocas ya bien lejanas temperaturas inferiores a las anteriormente mencionadas.

En un trabajo investigativo sobre su obra, cuyo autor es el fallecido meteorólogo Roberto Ortiz Héctor, Poey hace alusión a una serie de anotaciones hechas por el Barón Alejandro de Humboldt durante su visita a la mayor de las Antillas en 1800, referentes a la presencia de «heladas» en puntos situados en las cercanías de La Habana.

Igualmente comenta el fuerte invierno de 1845, que produjo escarcha en las afueras de la ciudad de Santiago de Cuba (algo inconcebible para los cubanos de hoy). Dice además que en San Diego Núñez, a 28 leguas de La Habana, se congeló el aceite en las lámparas del alumbrado público.

Lo más insólito de los apuntes de Poey es su referencia a la caída de nieve en una cima montañosa de Pinar del Río, en enero de 1852.

¿Veremos alguna vez las actuales generaciones de cubanos tan llamativo fenómeno?

Sobre el tema la mayoría de los especialistas coinciden en calificar de muy remota la probabilidad de que pueda nevar en determinado punto del país, pues nuestra característica insular hace que en su avance hacia el sur las masas de aire sumamente gélido de origen ártico y los frentes fríos activos provenientes de Norteamérica sean atenuados por las aguas más cálidas del Golfo de México y el Estrecho de la Florida. Por tanto, ello solo podría suceder bajo la persistencia de condiciones meteorológicas extremas y anómalas.

Es oportuno resaltar que si bien hay una marcada tendencia hacia el calentamiento del planeta, de ningún modo eso significa que no haya inviernos intensos, como se viene comportando el actual en gran parte de los Estados Unidos y Europa.

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Orlando Chirino dijo:

1

6 de enero de 2018

01:47:38


Muy bien expresado por el autor en su excelente escrito: "Es oportuno resaltar que si bien hay una marcada tendencia hacia el calentamiento del planeta, de ningún modo eso significa que no haya inviernos intensos, como se viene comportando el actual en gran parte de los Estados Unidos y Europa." Muy oportuna la aclaración. También recordemos que ahora es verano en el hemisferio sur ya que las estaciones son opuestas debido a la inclinación de nuestro planeta. No olvidemos lo aprendido en las clases de geografía. Escucharemos noticias de temperaturas altas en otras zonas del mundo. Los intensos inviernos y los intensos veranos continuarán. Sugiero a los lectores interesados en estos tópicos que se familiaricen con “los ciclos de Milankovitch”. Este científico serbio dedicó gran parte de su vida al estudio del clima y los factores que lo definen. Aunque no se puede negar la actual contribución humana al calentamiento global, la tierra también pasa por ciclos que influyen en los cambios de las temperaturas a través de siglos y milenios. La sucesión de innumerables periodos glaciales y de calentamiento entre estos, mucho antes de que los humanos existiesen, son prueba de ello.

Donaldo dijo:

2

6 de enero de 2018

02:00:07


Siendo yo estudiante de agronomía (año 1968 o 1969) y estando en la Finca Aleyda Fernández en Guines, el termómetro de la Escuela marcó 0,8 grados Celsius, (esos datos no se recogían por el Instituto de meterología) y pudimos observar que el rocío sobre las plantas se había congelado y que los bancos de alrededor de la cafetería tenían una capa de escarche, apenas pudimos dormir esa noche.

Armando dijo:

3

6 de enero de 2018

13:43:12


El artículo, muy ameno, explicativo y oportuno, me hizo recodar mi primera escuela al campo en enero de 1970 en Guira de Melena, !qué clase de frío en aquel campamento!

Isabel dijo:

4

6 de enero de 2018

14:20:01


Opino que es un artículo de mucha actualidad y sumamente propicio para leer un sábado, día en que el periódico debiera sacar trabajos más interesantes y de temas variados en las páginas 2 y 3

Baldomero dijo:

5

6 de enero de 2018

22:15:22


Yo también recordé mucho aquellos inviernos fuertes de finales de los 60 y comienzos de los 70, siempre íbamos a la escuela al campo de la secundaria entre enero y marzo, cuando aquello la estancia era de dos meses y siempre me tocaron lugares muy fríos, como Guira de Melena, Melena del Sur y Guines, agradezco mucho la publicación de este artículo que me remontó a la adolescencia.

Miguel Angel dijo:

6

7 de enero de 2018

05:04:12


Como es habitual el profesor Orfilio Peláez nos ofrece una información muy ilustrativa e instructiva, bien argumentada. Recuerdo perfectamente aquellos periodos invernales de las décadas de los 50, 60 y 70 fundamentalmente, donde las temperaturas descendían bastante y el invierno era mas prolongado, para mí era muy agradable, me gustan las temperaturas frías, por supuesto, sin exageración. En mi estancia en la exURSS, en Leningrado tuve que soportar temperaturas de hasta 42 grados celsius negativos, exagerado hasta para los leningradenses. Es cierto que la Tierra es un organismo vivo, que tiene sus propios procesos de cambios climato meteorológicos, pero está totalmente demostrado científicamente que los cambios actuales son provocados por la negligencia del hombre. Actuamos enérgicamente para evitarlo o está amenazada la propia existencia de la vida en el planeta. Dejamos un grave problema para las futuras generaciones.

Miguel Angel dijo:

7

7 de enero de 2018

05:42:01


Disculpe el respetable profesor Orfilio Peláez por intentar insertar esta información, pero es tan halagüeña que quisiera compartirla con otras personas, con su permiso. Capa de Ozono se recupera por prohibición de CFC. El agujero de la capa de ozono sigue reduciéndose gracias a la prohibición de uso de sustancias químicas como los clorofluorocarbonos (CFC). A través de observaciones satelitales directas del agujero en la capa de ozono, los científicos de la NASA demostraron que los niveles de cloro que destruye el gas encargado de proteger la Tierra de los rayos ultravioleta del Sol, disminuye progresivamente.“Vemos claramente que el cloro de los CFC está bajando en el agujero de ozono y que está ocurriendo menos agotamiento del ozono debido a él”. Para la NASA, la recuperación dio como resultado 20 por ciento menos de agotamiento de la capa de ozono en comparación con el año 2005, y esto es el resultado directo de la prohibición internacional de productos químicos que contienen CFC. Esto sólo por la prohibición de los CFC, imagínense cuando se aplique de conjunto un paquete de medidas. Que "pensará" dt y "sus seguidores" sobre esta noticia??????

Felix dijo:

8

7 de enero de 2018

09:46:28


Muy interesantes las citas a las obervaciones de Andrés Poey, realmente conocía de la obra de Felipe Poey, pero nada de Andrés, supongo que hayan sido familia

Jose R Oro dijo:

9

7 de enero de 2018

12:02:07


Otro magnifico articulo del gran Orfilio Pelaez, gran promotor de la Ciencia y la Naturaleza cubanas. Muchas felicidades!

Lazaro dijo:

10

7 de enero de 2018

16:37:28


Magnífico artículo, comparto todas las opiniones expresadas por los demás lectores

Jose Carlos dijo:

11

7 de enero de 2018

21:39:49


La dinamica tropical oceano-atmosfera del Golfo de Mexico y el Estrecho de la Florida producen un efecto barrera demasiado poderoso para que las masas de aire artico puedan alcanzar temperaturas negativas en casi toda la columna de aire y asi generar nieve en el occidente de Cuba. En el Sur de la Florida se reporto nieve sin acumulacion el 19 de enero de 1977. El 12 de enero de 1886 y ese mismo dia pero del 1981, la temperatura minima en Cayo Hueso (90 millas al norte de Cuba) llego a 5c, record para esa estacion, la mas al sur de EEUU. En Cuba, el récord nacional absoluto es de 0,6 grados, establecido en Bainoa el 18 de febrero de 1996. Para que se produzca una nevada la tempertura debe estar muy cercana a 0º o en valores negativos, en un espesor atmosferico no menor a los 500 metros, con humedad suficiente para generar nubosidad estratiforme densa. Aun asi, con la probabilidad bastante baja de nevada en nuestro pais, no se descarta que haya ocurrido antes. Por ejemplo, en la pequena edad de hielo, desde aproximadamente el ano 1300 o que se genere en el futuro. El Ing. Ferro, del Instituto de Meteorologia, fue un ferviente estudioso de este tema.

vicente escobar dijo:

12

12 de enero de 2018

17:37:32


Es un hecho que la oscilacion de los polos aumenta con las cargas de todo tipo con que recargamos lo que queda de planeta. Lo mas risible es que hay mentalidades que en lugar de corregir lo que tenemos , estan buscando vias de escape hacia otros mundos. Demasiada basura en esas cabezas