
HOLGUÍN.–Evadir entrevistas fue una constante en la vida del ingeniero Demetrio Presilla López. Pero en las pocas que concedió sobre su papel en la reanudación de la producción nacional de níquel, jamás dejó a un lado aquel día de diciembre de 1960, cuando el comandante Ernesto Guevara, entonces Jefe del Departamento de Industrialización del INRA, le solicitó poner en marcha la fábrica recién construida en Moa por una compañía de Estados Unidos y abandonada el 9 de abril del mismo año como una de las medidas económicas adoptadas por gobierno de la nación norteamericana para ahogar a la Revolución Cubana.

El Che hablaba pausadamente, pero su mente bullía ante la necesidad de echar a andar la industria, recordó siempre el Héroe del Trabajo de la República de Cuba, fallecido en Moa en marzo del 2006.
La lejana cita fue promovida por el comandante guerrillero. Presilla admitió que en una parte de la conversación añadió comentarios y preguntas sobre las dificultades que habría para situar en el mercado el producto final, ocasión en la que el Che le respondió que se encargara de poner en funcionamiento la fábrica, que él se haría responsable de los insumos para la producción y de la venta del níquel.
Tanta seguridad hizo comprender al convocado que la tarea encomendada no tenía marcha atrás. El Che estaba convencido de la posibilidad de triunfar en el empeño, al que dedicó la aguda visión estratégica y la capacidad de organizador que lo distinguieron en las jornadas guerrilleras.
INCANSABLE Y PREVISOR
También se mostró incansable. De acuerdo con la cronología en la que el periodista Camilo Velasco plasma la relación entre la industria del níquel y el Che, este también se reunió en La Habana a mediados de diciembre de 1960 con un grupo de 17 ingenieros y técnicos, quienes habían participado junto a especialistas estadounidenses en el ajuste y pruebas de la inactiva instalación moense, intervenida por el INRA el 5 de agosto del mismo año, momento a partir del cual se le conoció como fábrica Comandante Pedro Sotto Alba.
En realidad a lo largo de aquel año el INRA fue muy activo en lo que respecta a la recuperación del níquel. El 19 de agosto ejecutó el acto oficial de intervención de la compañía minera Cayo del Medio, que explotaba los yacimientos de Cayo Guan y otras minas.
A esa decisión se sumó, el 24 de octubre, la Resolución No. 16 del Instituto Cubano de la Minería, que determinó la nacionalización de la industria niquelera de Nicaro, la cual recibió inmediatamente el nombre de Comandante René Ramos Latour.
El 6 de enero de 1961 transcurrió el tradicional Día de los Reyes Magos. La celebración –¿casualidad?– fue acompañada de una comparecencia del Che en la televisión. Informó sobre la firma de acuerdos con países socialistas y el compromiso de la Unión Soviética de enviar técnicos para colaborar en el arranque de la fábrica de níquel.
Antes, en diciembre de 1960, una delegación de aquel país había visitado Moa con el fin de conocer la tecnología de la industria.
Inmerso por completo en su misión, a finales de abril de 1961, en una conferencia en la Universidad Popular, el Comandante Ernesto Guevara, ya Ministro de Industrias (lo habían nombrado en el cargo el 2 de febrero de ese año) puntualizó que los productos básicos de la minería cubana eran hierro, níquel y cobre. También dijo que se contaba con cobalto y cromo. A la vez afirmó que una de las riquezas potenciales más grandes eran las lateritas, localizadas al norte de Oriente, en las zonas de Nicaro, Moa y hasta Baracoa.
En cuanto a la fábrica Comandante Pedro Sotto Alba, al puntualizar que probablemente estaría en marcha en un periodo próximo, aseveró que debía ser vista como una realización del Gobierno Revolucionario, porque antes no funcionó.
A medida que se repasa lo hecho en 1961, inevitablemente crece la admiración ante su capacidad de trabajo. En mayo, en La Habana, recibió a una delegación encabezada por el viceministro de economía de la URSS, que exploró la concertación de futuros convenios de compra de níquel cubano, mientras que en agosto, en la primera reunión nacional de producción del ramo que encabezaba, afirmó que la planta René Ramos Latour, de Nicaro, acumulaba en ese momento 7 620 toneladas, lo que representaba un discreto incremento con respecto a similar etapa del año anterior.
Seguidamente, en octubre, hizo pública la decisión de construir en el futuro, en la provincia de Oriente, una planta siderúrgica que utilizaría como materia prima el hierro y el níquel de la zona de Moa y Nicaro.
Las etapas posteriores fueron igual de dinámicas y creativas. Es lógico interpretar que sus criterios fueron tenidos muy en cuenta para otros pasos esenciales emprendidos por el Gobierno Revolucionario, entre ellos la creación, en julio de 1963, del Centro Coordinador para el Plan de Desarrollo del Norte de Oriente (Plan Norte), cuyo objetivo fundamental era impulsar la industria del níquel.
PRESENCIA FÍSICA DEL CHE EN INSTALACIONES DEL NÍQUEL
De acuerdo con el hábito de los principales jefes de la Revolución de presentarse en los escenarios en transformación, para comprobar por sí mismos los hechos, el Comandante Ernesto Che Guevara recorrió las áreas e instalaciones vinculadas con la producción de níquel y realizó pormenorizados análisis sobre ese asunto.
Igual que Camilo Velasco, la periodista e historiadora María Julia Guerra recoge en su cronología sobre las visitas del Che a la provincia de Holguín que aquel visitó por primera ocasión la localidad de Nicaro el 20 de enero de 1961. Entonces hizo un periplo por las instalaciones de la fábrica de níquel y dialogó con sus trabajadores.
Similarmente, estuvo en el poblado y en el parque habló a los vecinos sobre la necesidad de trabajar para crear las riquezas del país.
Poco más de un año después repitió el recorrido por la industria, a la que volvería varias veces durante 1963. En una de estas participó en un consejo de dirección extraordinario de la Empresa Consolidada del Níquel.
Acerca del primer intercambio del Che con los obreros de la René Ramos Latour, Manuel Galbán Sopeña, uno de los involucrados seriamente en la reanimación de la producción de níquel, narró que el comandante llegó sin anuncio alguno, a bordo de un jeep. «Observó las clases sobre procesos y balance metalúrgico que yo impartía a un grupo de compañeros, hizo varias preguntas y luego se despidió recomendándonos continuar así».
Su arribo inicial a la región de Moa ocurrió el 26 de mayo de 1961. Lo acompañaron el Comandante Raúl Castro Ruz y Aleida March y Vilma Espín. Estuvieron en la fábrica Pedro Sotto Alba y la mina de Cayo Guan. Al percatarse el Che del modo en que vivían los trabajadores de la mina de cromo, manifestó la necesidad de mejorarles las condiciones de vida mediante la construcción de viviendas decorosas.
En enero de 1963, además de estar en Nicaro, visitó Moa. Sostuvo encuentros con dirigentes de las organizaciones revolucionarias de ambas localidades y cuadros administrativos y sindicales de las fábricas René Ramos Latour y Pedro Sotto Alba. Volvió a recorrer Punta Gorda y la mina de Cayo Guan.
Una vez más estuvo en Moa en septiembre de 1964 para compartir con los mineros del cromo y comprobar el funcionamiento de la fábrica Comandante Pedro Sotto Alba. En esta le aseguró a Juan Rodríguez Guerrero, secretario general del buró sindical, que en su próximo viaje se reuniría con los trabajadores.
Cumplió el compromiso a finales de noviembre de 1964. Constituyó su última visita a la región. Llegó acompañado, entre otros, de José Cardona Hoyos, dirigente del Partido Comunista de Colombia. En el cine Ciro Redondo presidió la asamblea de trabajadores de la empresa Comandante Pedro Sotto Alba. En el discurso pronunciado admitió que esa industria era una de las más queridas por él.
DERECHO RECONOCIDO POR EL PUEBLO
El 11 de enero de 1984, en Moa, al norte del yacimiento mineral de Punta Gorda, fue puesta en marcha la fábrica Comandante Ernesto Che Guevara. Diseñada para producir níquel más cobalto, lo cual hace con reconocimiento internacional, lleva ese nombre en honor al empeño y talento demostrados por el Guerrillero Heroico al encabezar el proceso de recuperación de la industria niquelífera nacional. Su audacia había resultado decisiva para la materialización del Plan de Desarrollo de la costa norte de Oriente.
Fidel y las máximas autoridades del Partido y del Gobierno habían prometido que solo así podría nombrarse la primera gran instalación de ese tipo construida por la Revolución con la ayuda del campo socialista, especialmente de la URSS. Cuba entera lo aprobó.
Fuentes:
01. Relaciones del Comandante Ernesto Guevara con la industria cubana del níquel. Camilo Velasco
02. Cronología de las visitas del Che a la provincia de Holguín. María Julia Guerra.
03. Periódico ¡ahora!
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Juan dijo:
1
19 de agosto de 2017
08:22:18
Leonardo Castañeda dijo:
2
19 de agosto de 2017
11:56:16
Apolinario dijo:
3
19 de agosto de 2017
19:35:21
Teresa dijo:
4
22 de agosto de 2017
11:17:54
leonardo dijo:
5
2 de septiembre de 2017
11:16:37
apolinario dijo:
6
5 de septiembre de 2017
19:03:52
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