Cuba tiene menos del 25 % de los suelos con niveles de agroproductividad de primera y segunda categorías. Mantener estas tierras productivas y continuar aplicando medidas de mejoramiento que incidan en la calidad de los suelos en las diferentes regiones del país, resultan directrices imprescindibles para garantizar la sostenibilidad de la agricultura.
Las modificaciones a la política para la entrega de tierras estatales ociosas en usufructo, aprobadas por el Consejo de Ministros y dadas a conocer recientemente, están orientadas en esa dirección, al decir de Eddy Soca Baldoquín, director de Suelos y Control de la Tierra del Ministerio de la Agricultura (Minag).
Pretenden, según reiteró durante un intercambio con la prensa, asegurar la explotación de la mayor cantidad de hectáreas posibles de las que hoy se encuentran ociosas, evitar un mal uso del suelo y la pérdida de su agroproductividad.
Tales transformaciones, en plena coherencia con el proceso de actualización económica que vive el país, darán lugar a una nueva norma jurídica en la cual se trabaja y que derogará al Decreto Ley 300, del 2012. Soca Baldoquín subrayó, además, que son, en su mayoría, el resultado de los planteamientos de las bases productivas y de las propuestas hechas por los campesinos en disímiles escenarios.
En el encuentro, el director de Suelos y Control de la Tierra del Minag repasó cada una de las modificaciones, ya explicadas ampliamente por Granma, y volvió a ilustrar con cifras lo hecho desde la entrada en vigor del Decreto Ley 259, del 2008, (a partir del 2012 fue el 300) hasta la fecha.
Durante ese periodo, dijo, se han concedido un millón 917 000 hectáreas, que representan el 31 % de la superficie agrícola del país; y de esa cantidad, un millón 733 000 han sido otorgadas a unas 222 000 personas naturales.
Y si bien las ofertas aún resultan insuficientes respecto a la demanda, resaltó que en la etapa referida se han experimentado crecimientos en todas las producciones agropecuarias.

LO NOVEDOSO
Eddy Soca enfatizó, entre otros temas, en los cambios relacionados con la vinculación o integración de los usufructuarios a las formas productivas.
«Hasta ahora podían hacerlo con las unidades básicas de producción cooperativa, las cooperativas de producción agropecuaria y de créditos y servicios, así como las granjas estatales de nuevo tipo con personalidad jurídica. Las modificaciones permitirán integrarse o vincularse también con las empresas estatales a través de las unidades empresariales de base, lo cual ha sido un reclamo reiterado de los usufructuarios».
También se incorpora, de acuerdo con el especialista, una nueva causa de extinción del usufructo referida a la utilización de financiamientos ilícitos en las producciones.
Y del tema tributario se explicita la aplicación gradual, a partir del 2018, de los impuestos sobre la propiedad o posesión de las tierras y sobre la ociosidad.
DE COMPLEJIDADES E INCENTIVOS
De los 10,9 millones de hectáreas de superficie total de Cuba, alrededor de 6,2 millones corresponden, en palabras de Eddy Soca, a áreas agropecuarias y 3,3 millones a forestales.
Hoy, reconoció, «prácticamente no existen tierras con categorías uno y dos para entregar. Las disponibles tienen niveles tres y cuatro, fundamentalmente, con muy baja agroproductividad».
En estos momentos, aseguró, el país posee unas 894 000 hectáreas ociosas y de ellas, distribuidas por todo el territorio nacional, unas 300 000 hectáreas disponibles para otorgar a personas naturales.
Pero estas áreas, aunque existen excepciones, alertó, «se encuentran, por lo general, alejadas de los asentamientos poblacionales y de las comunidades agrícolas, carecen de agua y vías de comunicación y presentan alta infestación de marabú, lo cual no las hace atractivas».
No obstante, Soca Baldoquín hizo referencia a algunos incentivos que se han venido implementando en aras de sortear estas complejidades y estimular a los usufructuarios, cuyo esfuerzo, más temprano que tarde, debe redundar en mayores producciones y en una mesa mejor surtida a precios más asequibles.
Desde el 2013, rememoró, el país ha tomado decisiones que han favorecido a los usufructuarios. Sin obviar las dificultades, puso hincapié en la posibilidad de obtener créditos bancarios, acceder a tecnologías y maquinarias, semillas, productos químicos y biológicos y, sobre todo, formar parte del programa de mejoramiento de suelos, dedicado, principalmente, a las tierras con una categoría agroproductiva baja.
En cuanto a los impuestos, acotó, la Ley 113 del Sistema Tributario establece cuantías diferenciadas en correspondencia con las categorías de las tierras; también son diferentes los plazos de amortización de los créditos, y se ha asistido a los usufructuarios en la limpieza de las áreas infestadas de marabú (aunque no en todos los casos y persisten insatisfacciones).
Sobre las violaciones más frecuentes de los usufructuarios, Eddy Soca refirió, entre otras, la construcción de bienhechurías de forma ilegal, el abandono de las tierras y la utilización de fuerza de trabajo sin cumplir los requerimientos establecidos.
Teniendo en cuenta que el incumplimiento de los contratos de producción ha sido otra de las problemáticas, Granma se interesó por el alcance de las modificaciones en ese sentido.
Soca Baldoquín explicó entonces que «los cambios no contemplan los temas vinculados con el contrato de usufructo entre el usufructuario y la empresa o entidad que entrega la tierra, ni el contrato de producción entre el usufructuario y la base productiva, pues estos aspectos están bien regulados en la norma vigente.
«Ello no ha impedido, sin embargo, que se violen los contratos, por lo cual se han hecho advertencias, aplicado multas y hasta se han extinguido contratos. Y se seguirá elevando el rigor y la exigencia».
Otra de las problemáticas a todos los niveles de la agricultura ha sido el acopio de las producciones y los usufructuarios no han estado ajenos. Respecto a este particular y previendo necesarios incrementos productivos, el directivo del Minag coincidió en la «recuperación gradual del sistema de acopio y en la implementación de medidas para su reordenamiento, proceso que aún no ha concluido y en el cual falta mucho por hacer».
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Jose R Oro dijo:
1
17 de agosto de 2017
02:03:50
j.columbie dijo:
2
17 de agosto de 2017
07:18:24
Leandro dijo:
3
17 de agosto de 2017
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MINAG Respondió:
18 de agosto de 2017
08:42:51
Javier Diaz dijo:
4
17 de agosto de 2017
08:25:17
Nicolás Padrón Guzman dijo:
5
17 de agosto de 2017
10:42:47
MINAG Respondió:
18 de agosto de 2017
08:51:20
Jorge dijo:
6
17 de agosto de 2017
13:33:03
Teresa dijo:
7
18 de agosto de 2017
12:56:58
Jose R Oro Respondió:
19 de agosto de 2017
15:45:46
Nicolás Padrón Guzman dijo:
8
19 de agosto de 2017
08:17:56
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