ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
ilustración de archivo 

Este 7 de diciembre del 2016 se conmemora el aniversario 120 de la caída en combate del Mayor General Antonio de la Caridad Maceo Grajales y su ayudante, el Capitán Francisco «Panchito» Gómez Toro, suceso ocurrido en la finca San Pedro, de la zona de Punta Brava, provincia de La Habana.

La infancia de Antonio Maceo transcurrió bajo las normas éticas establecidas por sus padres en el hogar. No pudo asistir a la escuela, pero recibió la enseñanza de maestros privados y luego enriqueció su cultura gracias a su interés personal. El 16 de febrero de 1866 contrajo matrimonio con María Magdalena Cabrales Fernández, quien se convirtió en la compañera de la vida e ideales.

Se involucró en el proceso conspirativo de 1868 y se incorporó a la Guerra de los Diez Años a solo pocos días del estallido independentista, donde despuntó por su gran capacidad política y militar, que le permitió en poco tiempo convertirse en uno de los hombres más grandes del proceso independentista cubano, no solo por las numerosas acciones combativas, y heridas que recibió, sino por el alto sentido de la disciplina e intransigencia demostradas con creces. Significativa fue su respuesta ante el Pacto del Zanjón, cuando se creía todo perdido; en Mangos de Baraguá, hizo posible que la bandera de la Revolución no cayera, convirtiéndose en representante genuino de la dignidad del pueblo cubano y su anhelo emancipador.

Durante la Tregua Fecunda vivió en varios países del Caribe y Centroamérica, donde realizó incontables esfuerzos por recaudar fondos para continuar la lucha. Al estallar la Guerra Chiquita trató de incorporarse con una expedición desde Haití, pero el espionaje español frustró sus planes, para lo cual acudieron incluso, al intento de secuestro y asesinato.

Ante el fracaso de la Guerra Chiquita regresó a Kingston, Jamaica; aquí nació en mayo de 1881 su único hijo, nombrado también Antonio, resultado de su relación extramatrimonial con Amelia Marryat y a quien Maceo atendió hasta su caída en combate. Luego de nacido su pequeño, marchó a Honduras donde permaneció hasta 1884, en el cargo de Comandante de los puertos de Omoa y Cortés, con el grado de General de División.

El Plan Gómez Maceo lo llevó —en agosto de 1884— a salir de Honduras y realizar un recorrido por el Caribe con el propósito de acopiar recursos para el movimiento. En esta etapa y estando en Nueva York, justamente el 2 de octubre de 1884, conoció personalmente a José Martí. Tras el fracaso del movimiento, se mantuvo en Panamá por algún tiempo; luego partió a Jamaica y posteriormente a Cuba, como parte del intento conspirativo conocido como la Paz del Manganeso, que también fracasó y propició su expulsión de su natal Santiago de Cuba.

Con posterioridad se estableció en Costa Rica entre 1891-1895, donde organizó una colonia agrícola, en espera de mejores condiciones para reiniciar la lucha. El 25 de marzo de 1895, partió desde Puerto Limón hacia Cuba, en una expedición dirigida por el brigadier Flor Crombet que desembarcó en Duaba, Baracoa, el 1ro. de abril de ese año. Ya en la Isla, logró incorporar numerosas fuerzas a la causa independentista; libró con éxito campañas militares en Oriente y protagonizó junto a Máximo Gómez y otros patriotas la Invasión a Occidente.

Con su heroica caída en combate, el 7 de diciembre de 1896, en San Pedro, Punta Brava, perdió la Revolución Cubana a uno de sus más firmes pilares. Su grandeza como hombre de extraordinaria capacidad militar y profundo pensamiento político fue valorada por muchos de sus contemporáneos.

Carlos Manuel de Céspedes, en misiva a Miguel Darís, escrita el 3 de diciembre de 1872, lo catalogó como «[…] uno de nuestros buenos patriotas y acreditado militar»; Máximo Gómez en carta de pésame a María Cabrales, del 1ro. de enero de 1897, expresó que con la muerte de Maceo «[…] pierde en fin el Ejército Libertador a la figura más excelsa de la Revolución».

José Martí, que lo conoció y valoró como nadie, comprendió que «con el pensamiento serviría más a la patria que con el valor»; en misiva que envió al Titán, el 20 de julio de 1882, sentenció: «[…] No conozco yo, General Maceo, soldado más bra­vo ni cubano más tenaz que ud.» y en la Semblanza Antonio Maceo, publicada en el periódico Patria, el 6 de octubre de 1893, afirmó: «[…] Y hay que poner asunto a lo que dice, porque Maceo tiene en la mente tanta fuerza como en el brazo […]». En 1894, en pleno fragor conspirativo Martí escribió: «Ud es para mí —y lo digo a boca llena y a pluma continua uno de los hombres más enteros y pujantes, más lúcidos y útiles, de Cuba […] y ud, es demasiado grande Maceo».

El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz —en Con­versaciones con Ignacio Ramonet— lo calificó como: «[…] el más brillante de nuestros soldados […]» y al decir de la Protesta de Baraguá expresó: «[…] en medio de aquella desmoralización general que condujo al Pacto del Zanjón, salvó la gloria, salvó la idea, salvó la bandera, aquel otro coloso oriental, Antonio Maceo, con su gesto verdaderamente inmortal […]».

El comandante Ernesto Che Guevara, el 7 de diciembre de 1962 —en discurso conmemorativo por la caída en combate del legendario patriota—, dijo: «Hoy […] el recuerdo de Antonio Maceo adquiere luces propias […] y toda la historia de su vida, de sus luchas maravillosas y de su muerte heroica, adquiere el sentido completo, el sentido del sacrificio para la liberación definitiva del pueblo». Así ha de ser para todos los cubanos; que el legado de Maceo sea guía de patriotismo, sacrificio, unidad, intransigencia revolucionaria, decoro, disciplina, pero sobre todo de profundo humanismo.

Después del triunfo de la Revolución, tuvo en el entonces Comandante y ministro de las FAR Raúl Castro Ruz —hoy Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, General de Ejército y Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba—, a su primer orador el 7 de diciembre de 1959, quien al referirse al Lugarteniente General Antonio Maceo sentenció: «Ahora sí […] rendimos verdadero homenaje al más glorioso Soldado de la Patria, tal como él la quería, libre, unida y feliz, porque la Revolución ha logrado rescatar la libertad mediatizada que disfrutamos, completando así la obra redentora de nuestros gloriosos mambises a quienes en 1898 les robaron la victoria».

Quiso la historia también que un 7 de diciembre, pero de 1934 —hace 82 años—, naciera en Santiago de Cuba, otro de sus hijos ilustres, el inolvidable Frank País García, quien logró convertirse en una de las figuras fundamentales del Movimiento 26 de Julio, miembro de su Dirección Nacional y jefe de acción y sabotaje en todo el país. Frank fue asesinado por la dictadura batistiana el 30 de julio de 1957, en su ciudad natal y con él cayó también su compañero de armas Raúl Pujols.

La máxima dirección del país siempre ha tenido presente el legado del Mayor General Antonio Maceo y su accionar revolucionario, por eso muchas veces, cuando la Patria se ha visto amenazada o en alguna circunstancia especial como cuando se inició la Operación Tributo —ceremonias de inhumación en Cuba de los combatientes internacionalistas cubanos caídos en acción solidaria en tierras africanas—, se escogió el 7 de diciembre de 1989, aniversario de la caída en combate del General Antonio y en la que nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz expresó: «Sin sacudirse el polvo del camino —co­mo hizo Martí ante la estatua de Bolívar—, los integrantes del último contingente internacionalista que regresó a la patria, junto a los principales dirigentes de la Revolución, fuimos a rendir homenaje, ante la tumba del Titán de Bronce, a los caídos en todas las contiendas libradas por nuestro pueblo».

Precisamente para rendir el merecido tributo al General Antonio, el Centro de Estudios Antonio Maceo Grajales y la comunidad maceísta, con la colaboración de instituciones culturales y organizaciones políticas y de masas, han realizado numerosas acciones como el Encuentro de Cátedras Maceístas y la develación de un busto de Mariana Grajales —obra del joven artista artesano Luis Aragón Téllez— donado a la cátedra maceísta Las Marianas de estos tiempos, perteneciente a la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana del municipio de Santiago de Cuba. Se efectuó además la actividad Sangre de Titanes, en el banco provincial de sangre, donde se realizó una charla sobre la efeméride a los donantes y trabajadores de la salud, a los que se les entregó además un plegable sobre la caída en combate del Titán de Bronce.

El pasado lunes 5 comenzó el Coloquio Internacional Los Maceo Grajales, una familia del Caribe, donde se otorgó el Premio de Historia Antonio Maceo en las categorías de ensayo y artículo científico, y se inauguró en la sala Juan Emilio Her­nández Giro, del Centro de Estudios Antonio Maceo Grajales, la exposición Memorias del artista de la plástica Efraín He­cha­varría Pagán. En la mañana de este 7 de diciembre se realizarán actos patrióticos y la colocación de ofrendas florales en los bustos erigidos al Mayor General Antonio Maceo y se presentará el libro Dos titanes en la historia y la cultura cubanas.

*Investigadores del Centro de Estudios Antonio Maceo Grajales.

Bibliografía

Castro Ruz, Fidel. La Historia me absolverá. Edición anotada por Pedro Álvarez Tabío y Guillermo Alonso Fiel. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 1993.

______________: De la Sierra Maestra a Santiago de Cuba. La contraofensiva estratégica. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado de la República de Cuba, La Habana, 2010.

Colectivo de autores. Fidel Castro y la historia como ciencia (Selección Temática 1959-2003). Tomo II. Centro de Estudios Martianos, Imprenta Federico Engels, La Habana, 2007.

Ramonet, Ignacio. Cien horas con Fidel. Conversaciones con Ignacio Ramonet. Segunda edición revisada y enriquecida con nuevos datos. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2006.

Tercera Conferencia Nacional de la Asociación de Com­batientes de la Revolución Cubana. Compendio de documentos, año 2011. Discurso pronunciado por el Comandante en Je­fe Fidel Castro Ruz, el 5 de diciembre de 1993.

Publicaciones periódicas.

Granma. La Habana, octubre/1991, febrero-marzo/1993, marzo/1997, marzo/2002, abril/2003.

Oriente. Santiago de Cuba, martes 8 de diciembre de 1959.

Webgrafía.

Multimedia. Discursos del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Instituto de Historia de Cuba. 2011.

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Miguel Angel dijo:

1

7 de diciembre de 2016

02:34:06


La vida, el ejemplo, la hidalguía, el patriotismo, el anriimperialismo del Mayor General Antonio de la Caridad Maceo Grajales debe ser acicate diario, ejemplo imperecedero, cotidiano a partir del inmortal legado q nos dejó, no pueden convertirse en meras consignas, sino en paradigma para darle continuidad a la obra de la Revolución. Gloria eterna al General Maceo y a su ayudante el no menos heroico Panchito Gómez Toro, q no dudó un instante en morir junto a su líder, cuando otros as forjados en la lucha vacilaron!!!!!

Eloina Porven Piñero dijo:

2

7 de diciembre de 2016

07:48:43


desde muy pequeña todos los 7 de diciembre mi padre me llevaba al Cacagual y siempre me dijo estas son las tradiciones que debes seguir siempre. el 7 de diciembre de 1959 estando en este acto me designan para trabajar en los Organos de la Seguridad, donde cumpli 50 años de servicio y sigo trabajando y luchando por los principios de nuestra revolucion y siempre con el pensamiento de lucha y de sacrificio de nuestro comandante en jefe. hasta siempre comandante.

ManuManuel Silvestre Varona Martínez dijo:

3

7 de diciembre de 2016

16:55:41


Manuel S. Varona M - Hoy 7 de diciembre del 2016 conmemoramos el Aniversario 120 de la caída del Mayor General del Ejercito Libertador Antonio Maceo Grajales y su ayudante, el Capitán Francisco Gómez Toro (Panchito), hecho ocurrido en la finca San Pedro, en la provincia de La Habana, así como de la realización de la Operación Tributo. El pueblo Camagüeyano en horas de la mañana realizó una solemne peregrinación desde la céntrica Plaza Maceo hasta la Necrópolis de la urbe principeña para ofrecer una ceremonia de tributo a los combatientes internacionalistas cubanos caídos en el cumplimiento del deber en tierras africanas. Es justo destacar en este día un hecho de vital importancia que guarda relación con este día y es el recate de los cadáveres de Antonio Maceo Grajales y su ayudante, el Capitán Francisco Gómez Toro por tropas mambisas para evitar que cayeran en poder del enemigo y fueran vejados y exhibido como trofeos de guerra por los colonialistas españoles como antes ocurrió con la muerte del Mayor Ignacio Agramote Loinaz y de nuestro José Martí, se sabe que colaboradores de los españoles, los llamados guerrilleros, habían llegado hasta los cadáveres y robaron la sortija, el revólver y el machete del General Maceo y luego remataron a machetazos a Panchito Gómez que agonizaba junto a su querido jefe. Este singular hazaña de rescate fue realizada por un grupo de insurrectos encabezados por el Coronel Juan Delgado y sus hermanos, quienes estaban subordinados al Comandante José Miguel Hernández Falcón, estos leones por su gallardía entraron a la gloria patria y por ellos hoy podemos rendir merecido tributo de recordación al Titán de Broce y su fiel ayudante. ¡Gloria eterna a los Héroes de la Patria!.

Gloria rodriguez dijo:

4

8 de diciembre de 2016

11:24:09


Seguiré recordando con admiración y respeto su legado no se fueee quedó en mi corazón y de los que le aman como yo...mi amado comandante este en los brazos de Jesús y su recuerdo nunca muera ....lo lloro lo recuerdo por siempre ..mi oración al cielo y en su tumba lágrimas de mi corazón ...hasta la victoria siempre ...patria o muerte, Venceremos AMEEEN FIDEL hasta el cielo mi amor desde guatemala no soy cubana pero amo Cuba y sus habitantes con la vida

Iadora Respondió:


14 de diciembre de 2016

13:52:25

Gracias , Gloria, por sus sentimientos y emocionadas palabras sobre nuestro querido Fidel. Usted es un ejemplo de los millones de seres humanos que lloran hoy su partida pero dicen: hasta siempre, Comandante.

Isadora dijo:

5

14 de diciembre de 2016

13:55:48


Qué decir del Titán de Bronce.... Todavía no se ha escrito toda la grandeza de ese ser extraordinario que, al decir de Marti, tenía tanta fuerza en la mente como en el brazo.