ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Acostumbrados a actuar con rapidez, los combatientes de la Brigada Especial acondicionaron el punto previsto para embarcar. Foto: Elder Leyva

CAYO GÜIN, Baracoa.—A las 2:00 a.m. del miércoles 5, un estruendo que nunca olvidará, advirtió a Ángel José Gre­sesqui, que el puente sobre el río Toa, entre Cayo Güin y la ciudad de Baracoa, había cedido ante la presión del agua que empujaba la palizada descomunal acumulada allí.

Desde entonces hasta ayer viernes en la mañana no hubo autorización para rebasar el obstáculo acuático, aunque algunos lugareños expertos en conducir las típicas cayucas asumieron ese riesgo y llevaron a bordo a desesperados pasajeros, quienes habían quedado aislados en ambas márgenes.

Definitivamente autorizado el paso en botes auxiliares de las Tropas Guardafronteras trasladados a ese sitio, así como en cayucas del restaurante Rancho Toa, de Gaviota, en las riberas se improvisaron animados embarcaderos.

En medio de tanto ajetreo, a través de la carretera Moa-Baracoa, llegó un contingente del Ministerio del Interior integrado por efectivos de la Brigada Especial Nacional y combatientes de otras unidades. Al frente de esa fuerza, el coronel Lázaro Herrera Hernández dejó claro que la prioridad era el avance a la otra orilla y continuar hacia Baracoa, para prestar todo tipo de asistencia a la población.

El coronel estaba sereno. Más de una persona de las reunidas en ese sitio, reconoció al oficial a cargo del Destacamento de Salvamento y Rescate enviado a colaborar en la búsqueda de sobrevivientes tras el más reciente terremoto padecido por Ecuador.

Conversar con él llevó algún tiempo. Una tras otra impartía indicaciones. Así entre muchas cosas dispuso pasar en primer lugar a un grupo de hombres, quienes abordarían tan pronto fuera posible un helicóptero rumbo a Maisí.

Establecido el contacto, fue atento y escueto: «Perma­necere­mos en Baracoa el tiempo que sea necesario», dijo. Al recordarle la misión cumplida en Ecuador, expresó que fue dura y honrosa. «Aquí sucederá igual», concluyó.

También estaba allí un grupo de las Tropas Guardafronteras de la Zona Oriente Norte. Los efectivos mostraban total alistamiento. Ninguno hablaba del retorno a los puestos de vigilancia, ni a las casas, junto a sus familiares. Baracoa y su gente necesitada era el tema común de conversación.

En ambas orillas donde estuvieron los extremos del puente, brigadas de linieros y especialistas en comunicaciones hacían  lo necesario por restablecer el cable de fibra óptica que estuvo adosado al puente destruido. En el extremo Este permanecían las brigadas com­binadas de Baracoa y Ciego de Ávila. En el Oeste, los holguineros.

¡Queremos que Baracoa restablezca las comunicaciones por esta vía!, afirmó Francisco Muñoz Mármol, especialista en fibra óptica de la provincia de Holguín.

En uno de los improvisados puntos de atraque, el primer suboficial José Ramón Guerra revisaba el bote en el que había ido de orilla en orilla varias veces con combatientes y parte de los recursos a emplear durante la misión a cumplir.

De poco hablar, solo comentó que en el centro del río, la corriente hacía todo por arrastrar a la embarcación. Entonces apretó el acelerador del motor fuera de borda. El rugido de la máquina fue una advertencia de victoria.

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sonia dijo:

1

8 de octubre de 2016

08:06:50


En la Unidad esta la fuerza, si todos ponen un granite de arena, pronto se recuperaran, siempre vigilante sobre aquellos que se aprovechan de la situacion para cometer su ilicitas acciones...Sin tener el cuenta el problema por las que esta pasando la poblacion..

Miguel Angel dijo:

2

8 de octubre de 2016

08:19:14


Las gloriosas tropas de MINIT y las FAR siempre al lado de su pueblo en cualquier circunstancia.