Durante la última intervención del día, el presidente colombiano Juan Manuel Santos, reconoció que se trata de un día histórico para el país latinoamericano, pues después de más de 50 años de enfrentamiento, muerte, atentados y dolor, hemos puesto punto final al conflicto armado con las FARC-EP. “Lograr este acuerdo nos llena de fe y esperanza”, confiesa.
Desde los años 80 todos los gobiernos colombianos han adelantado intentos para cumplir los anhelos de paz, y hoy hemos dado el paso más definitivo en esta dirección, pues el acuerdo no solo significa el fin de las confrontaciones y hostilidades, sino que también se estableció un cronograma preciso para que las FARC-EP dejen las armas para siempre.
Nuestros niños y jóvenes no han conocido un solo día sin conflicto armado, tampoco los adultos…, hemos crecido y convivido con el miedo y la incertidumbre de la guerra. Colombia se acostumbró a vivir en conflicto, y no tenemos casi referencias de lo que es vivir en paz, afirmó.
Lo cierto, es que el horror de la guerra se volvió parte de la vida cotidiana, expresó el mandatario. Hoy damos vuelta a esa larga y trágica página de la historia, y se escribe un nuevo capítulo que abre la esperanza y permite cicatrizar las heridas, dándoles a nuestros hijos la oportunidad de no repetir la historia que tanto daño ha causado.
Nos llegó la hora de ser un país en paz; este acuerdo nos garantiza que esta paz sea definitiva y sólida.
Asimismo, indicó que el fin de las hostilidades queda asegurado así como el camino para que los miembros de las FARC-EP dejen las armas, lo que será verificado por la ONU.
Ahora que nos acercamos al cuerdo final, dice Santos, hay que enfatizar la importancia de lo que se ha logrado hasta este momento. Con el fin del conflicto no habrá más colombianos víctimas de esta guerra y los niños podrán dedicarse realmente a ser niños, y a jugar y a estudiar.
Asimismo, enfatizó el mandatario que habrá justicia para las víctimas de todos estos años de violencia y que no habrá impunidad: todos los que cometieron crímenes atroces serán sancionados. En tanto, los campos de Colombia tendrán otro futuro, las cientos y miles de familia que fueron expulsadas por la violencia, regresaran para producir nuestros campos y sembrar el desarrollo en nuestras regiones.
Con este acuerdo, también buscamos lograr una democracia fortalecida, donde las ideas se defiendan con la razón y jamás con las armas. Es ese el futuro que está a nuestro alcance, el de un país en que podamos crecer en paz.
Y aunque todavía faltan importantes temas por abordar, el acuerdo final lo firmaremos en Colombia, aseguró Santos.
En otra parte de su discurso, el presidente colombiano agradeció a Cuba y a Noruega como países garantes en las mesas de conversaciones, y también a Chile y Venezuela por ser países acompañantes en el proceso. Asimismo, reiteró las gracias a todos los jefes de naciones amigas que hoy los acompañaron.
Por último, aunque reconoció haber sido siempre un fuerte contrincante contra las FARC-EP, una vez pactada la paz, se comprometió como jefe de Estado y colombiano a defender con igual fuerza sus derechos para que puedan expresarse por las vías legales, aun cuando no estén de acuerdo. “Esa es la esencia de la democracia a la que le damos la bienvenida”, refirió.
El fin de conflicto es el punto de partida para construir unidos en la diversidad, para construir un país donde haya espacio para todos.
Esta es la paz de los colombianos, la paz que esperamos por tantos años y que ya no es un sueño, sino que vamos a construirla.
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gustavo bedoya escobar dijo:
1
23 de junio de 2016
16:31:38
Francisco de Alencar dijo:
2
23 de junio de 2016
18:01:53
Luis Eloy Suarez Escobar dijo:
3
23 de junio de 2016
19:19:36
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