
BAYAMO, Granma.—No pocos han sido víctimas de la “astucia de unos pillos” que aprovechan el desconocimiento popular sobre las normas de medición para pasar gato por liebre al vender algún producto.
Entonces, surge la insatisfacción ante las cuatro libras de boniato que pesan casi lo mismo que las dos obtenidas en la jornada anterior...
En este “juego de mente” mucho influyen las balanzas, instrumentos de medición conocidos popularmente como pesas, que encontramos a diario en mercados, tiendas y en manos de vendedores ambulantes, muchas de las cuales han sido manipuladas, previamente, para aumentar las ganancias a costa de la ingenuidad y el bolsillo ajenos.
El acumulado deterioro por años de explotación de estos instrumentos, ha dejado muchas brechas abiertas por donde se cuelan los timos.
La problemática es aún mayor porque ante la escasez emergieron otras vías para certificar un peso, como el cubo utilizado en la medición de materiales de la construcción, el jarro de cinco libras para la venta de tomate, mermelada, puré...; o el pote de yogurt para el expendio de ajíes.
Ante esta realidad, deviene un aliciente el rescate de un proyecto, único de su tipo en el país, para la construcción de balanzas, en el centro politécnico General Luis Ángel Milanés, de la ciudad de Bayamo.
LAS BALANZAS SE INCLINAN A FAVOR
El ajetreo en los talleres de la “Técnica”, como se le conoce a esta escuela, se multiplica por estos días. Sus estudiantes y profesores emprenden el denominado proyecto de las balanzas, actualización de uno similar que vio la luz, en este mismo centro, en la década de 1980.
En aquel entonces se le otorgó al plantel la misión de implementar en la provincia de Granma el sistema internacional de unidades; es decir, llevar la medición de la libra al kilogramo (kg) y así se comenzaron a fabricar balanzas de diez kg, recuerda Delio Jiménez, egresado del colegio como técnico en fundición de metales, titulado ingeniero mecánico en la Universidad de Holguín, y actual director de la citada institución.
Según explicó, las balanzas se distribuyeron en Río Cauto, Cauto Cristo, Jiguaní, Bayamo, Yara y Buey Arriba, pero con la llegada del periodo especial, y la escasez de las materias primas, estas se dejaron de fabricar.
En el 2012, el gobierno mostró interés por retomar la fabricación de las balanzas, pero persistía la falta de recursos, porque los actos de producir y comercializar no aparecían en el objeto social de la escuela, comentó.
Precisó que en la actualidad el proyecto está prácticamente materializado, pues tienen los avales de los organismos correspondientes, solo resta su aprobación en el Consejo de la Administración Provincial, como un proyecto de iniciativa local, para que el centro pueda adquirir la materia prima y comercializar los productos.
Aunque faltan algunos elementos por ajustar, el colectivo del politécnico General Luis Ángel Milanés no se cruza de brazos. El ruido de las máquinas en los talleres anuncia el renacer de la iniciativa.
Ya hemos fabricado, dijo, cerca de unas 70 balanzas y la prueba piloto debe incluir unas 300, porque los materiales para producirlas no son caros, solo requieren de pequeñas cantidades de aluminio, acero y bronce y acá tenemos las condiciones para elaborar estos instrumentos de medición y hacerlos a la medida que nos pidan, tanto de uno, dos o diez kg, en dependencia de la demanda.
Cuando se le dé luz verde al proyecto tenemos la intención de completar 2 000 balanzas al año, informó.
Ello no solo redundará en beneficio para los establecimientos estatales, sino también para aquellas personas que abren un negocio por cuenta propia y no tienen donde adquirir este tipo de artículo.
CUESTIÓN DE HONOR
La satisfacción por pertenecer a un centro de prestigio nacional por la calidad de sus egresados y el experimentado claustro docente, cuyo promedio supera los 20 años de servicio en el plantel, se apodera de estudiantes y profesores de la “Técnica”, mientras elaboran cuchillos, reglas, bases, puentes, culatas, y otros aditamentos para las balanzas.
A ese orgullo se suma el privilegio de ser parte de un centro que por la cuidadosa rehabilitación de sus elementos estructurales, en el 2013 se le reconoce como paradigma en la salvaguarda de los valores intangibles, y distingue con Mención en la categoría de restauración por el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural.

Pero, sin dudas, de todos los méritos de la “Técnica” el que más celebra su colectivo es la capacidad productiva que tuvieron, hasta la década de 1980, sus talleres.
De ellos salieron accesorios de bicicletas, clanes de autos, vagones, herramientas de construcción, y la mayoría de las balanzas que tiene la red de comercio en la provincia.
Por ello, lograr que la comercialización de productos elaborados por los estudiantes vuelva a ser parte de su objeto social constituye, prácticamente, una cuestión de honor.
A tono con ese empeño el ajetreo es inmenso en los talleres donde se funden y moldean los metales para convertirlos en piezas, que luego formarán las balanzas.
En el proyecto intervienen estudiantes de nueve especialidades entre las que figuran Tornería, Fresado, Ajuste Herramentista, Normalización, Metrología y Control de la Calidad, entre otras.
Desde el punto de vista docente el proyecto tiene gran importancia porque posibilita que los estudiantes desarrollen habilidades imprescindibles para su formación como obreros calificados o técnicos medios, destacó Amado Eliecer del Toro, profesor de Ajuste Herramentista y quien lleva más de 26 años en el centro.
Similar criterio comparte Feliberto Palma González, profesor con 25 años de experiencia en el taller de Maquinado, en la especialidad de Fresado, para quien este proyecto posibilita la perfecta combinación de los elementos teóricos con la práctica, así como la motivación de los educandos al comprender la utilidad social de lo que construyen, con sus manos, en la escuela.
Muy atento a las lecciones de Feliberto, estaba el joven Neosbel Vázquez Cabrera, estudiante de segundo año de Rectificado, y quien manifestó sentirse a gusto con la especialidad que cursa, y por formar parte del proyecto de las balanzas.
“La fabricación de estos medios me place mucho porque el fruto de ese esfuerzo, luego lo veo en beneficio de la sociedad”, señaló.
En tono jocoso comentó que ahora no hay quien le haga un cuento con el pesado de los productos.
Aunque muchos pudieran dudar de la factibilidad de este proyecto, en esta época en la que comienzan a ganar terreno las balanzas digitales, apostar por las mecánicas constituye una excelente opción, en tanto los instrumentos más modernos no estén al alcance de las manos.
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Armando67 dijo:
1
18 de mayo de 2016
09:18:14
El Santiaguero dijo:
2
18 de mayo de 2016
09:32:56
orlando dijo:
3
18 de mayo de 2016
10:19:47
AlexJGC dijo:
4
18 de mayo de 2016
10:31:53
RBA dijo:
5
18 de mayo de 2016
10:58:06
RVA Respondió:
20 de mayo de 2016
15:17:22
reu dijo:
6
18 de mayo de 2016
12:41:59
D´artacan dijo:
7
18 de mayo de 2016
13:00:36
D´artacan dijo:
8
18 de mayo de 2016
13:06:42
Tirso Sáenz Coopat dijo:
9
18 de mayo de 2016
13:07:34
Liena dijo:
10
18 de mayo de 2016
16:01:25
Luis dijo:
11
18 de mayo de 2016
16:22:57
orlando dijo:
12
19 de mayo de 2016
09:03:51
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