Con una planificación diaria y sistemática, en correspondencia con las necesidades asistenciales de cada provincia, hoy se perciben los resultados favorables del Programa Nacional de Sangre, aseguró Luis E. Pérez Ulloa, quien atiende esta área del Ministerio de Salud Pública.
El especialista destacó que aun cuando el programa ha sido concebido a partir de una perspectiva multifactorial —en que las distintas instituciones apoyan y tributan a la donación voluntaria— son los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y los centros de atención primaria de salud desde donde comienza el proceso de planificación.
Señaló que durante los últimos tres años se ha logrado cumplir mensualmente el plan de donaciones. “Ello ha sido posible gracias al perfeccionamiento de un proceso de gestión que comienza con la captación de las personas con condiciones para donar. El trabajo de promoción y sensibilización constante que realizan los médicos de la familia, de conjunto con los cederistas, ha coadyuvado a que actualmente en el país sean suplidas la mayor parte de las demandas de servicios transfusionales”, argumentó.
En el 2015 se realizaron 416 932 donaciones voluntarias, 8 224 por encima de lo previsto. Además se transfundieron más de 350 000 componentes de sangre (glóbulos rojos, plasmas, plaquetas, crío precipitado) en 151 469 pacientes. Las provincias que sobresalieron por mejores resultados durante el periodo fueron Pinar del Río y La Habana. En tanto en el primer cuatrimestre del año que corre, todos los territorios han logrado mantener el sobrecumplimiento en este ámbito de la salud.
De acuerdo con Pérez Ulloa, no quiere decir que exista plena cobertura para responder inmediatamente a todas las solicitudes de los centros hospitalarios, aunque es la aspiración, porque en primer lugar, depende del grupo sanguíneo.
En segundo lugar, otro factor que incide en el comportamiento del programa de forma dispar, expresó, era la existencia de provincias con mayores demandas que otras, así como de los institutos, hospitales e intervenciones quirúrgicas. “Como promedio, solo cinco instituciones de salud de La Habana consumen por día más sangre que nueve provincias de Cuba”, ejemplificó.
Teniendo en cuenta todas estas particularidades —aclaró— se ha ido transitando de la concepción inicial de masividad a la de regularidad y estabilidad de donantes y donaciones conforme con las necesidades concretas y planes.



















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