ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La Habana, con Santiago de Cuba y Camagüey como subsedes, se prepara para acoger, del 16 al 20 de mayo próximo, la Primera Bienal Internacional de Diseño. 

CAMAGÜEY.—Una oportunidad excepcional para medir la salud del diseño en Cuba y legitimarlo como garante de calidad, competitividad, innovación y desarrollo, constituirá la Primera Bienal Internacional que sobre esa importante disciplina transcurrirá en La Habana entre el 16 y el 20 próximos.

Para la ocasión, los organizadores del evento, en este caso la Oficina Nacional de Diseño (ONDi), decidieron extender el programa a dos subsedes: Santiago de Cuba y Camagüey, una manera de ampliar las oportunidades de participación del talento creativo presente en otras regiones del país.

De la magnitud de lo que acontecerá durante la fiesta del diseño hablan por sí solos los cerca de 15 ministerios, instituciones culturales y fundaciones que auspician la Bienal, un síntoma favorable del creciente interés y valoración de una especialidad que jerarquiza la calidad, la estética y el buen gusto.

De ahí que la máxima seleccionada esta vez, Diseño y prosperidad, se ajuste como anillo al dedo a los propósitos de convertir el evento en un espacio múltiple de intercambio y promoción sobre la importancia de los aportes del diseño y su implicación estratégica en el crecimiento personal y social.

CULTURA DEL DETALLE CONTRA CHAPUCERÍA

Para Roberto Torres Barbán, director de imagen y promoción de la ONDi, la Bienal en su primera edición es el fruto de una idea largamente soñada, para otorgarle al diseño el lugar que le corresponde a partir de sus más auténticos valores conceptuales, formales y utilitarios.

“Es por ello, asegura, que como propósito básico nos hemos planteado analizar el estado actual del diseño en Cuba, promover los beneficios de esta actividad, imprescindible para el verdadero bienestar humano y el desarrollo del país, y contribuir a justipreciar, además, el trabajo de los profesionales del sector”.

Insiste, también, en la necesidad de que los gobiernos locales, empresas e instituciones vean al diseño no como un gasto, sino como una inversión que provee un valor agregado indispensable para concretar el sentido de prosperidad anhelado en el orden individual y colectivo.

“Se trata, comenta, de fomentar a todas las instancias una cultura del detalle contra la chapucería, sobre la base de la actualización constante de las tendencias contemporáneas del diseño en el mundo y la aprehensión de criterios estéticos que hagan más valedera y placentera la vida”.

TRECHO YA RECORRIDO… ¿EN BICICLETA?

Encargada de aplicar la política estatal de diseño industrial y comunicación visual en Cuba, la ONDi acumula una ejecutoria de más de 35 años no exenta de tropiezos, pero también de logros tangibles, en permanente adaptación al contexto, las prioridades y las condiciones económicas y sociales cambiantes del país.

“A la Primera Bienal, refiere Torres Barbán, se llega, por tanto, con un trecho ya recorrido de experiencias positivas y negativas, que permite avanzar con paso firme en el empeño por contribuir, desde esta disciplina, a la elevación de la cultura empresarial y material de la sociedad”.

Menciona, como antecedentes inmediatos, la campaña Diseño en todo sentido, un programa comunicativo que a partir de diciembre del 2014 ha estado dirigido a enaltecer la función social del diseño y a despertar el interés del público sobre su presencia y beneficios en la vida cotidiana.

Ya en el 2015, a propósito de las celebraciones por el aniversario 35 de la Oficina (creada el 9 de julio de 1980), tuvo lugar la XIII Semana del diseño en Cuba, una nueva oportunidad para llegar a las personas y mostrarles qué hacen estos profesionales en la gráfica, la industria o el vestuario, por solo citar algunos ejemplos.

La imagen de una bicicleta y el eslogan Si paras te caes, explica Torres Barbán, fueron los recursos escogidos esa vez por la ONDi.

REGISTRO PARA NO HIPOTECAR EL TALENTO

El último lustro ha marcado un punto de giro en la disciplina, lo que a su vez impone nuevos desafíos. En ese periodo se pudo concretar el Registro de Diseñadores, considerado un paso imprescindible en el camino de erigirse en eficaz mediador entre la demanda de diseño y la fuerza de trabajo.

“Este Registro, precisa, no solo reconoce y ampara legalmente a quienes ejercen la profesión, sino que se afianza como una rigurosa base de datos, que a manera de tarjeta de presentación acerca los recursos humanos del diseño en Cuba a quienes requieran de tales servicios”.

De hecho, puntualiza, al mismo no solo pueden acceder las entidades estatales, sino las nuevas modalidades empresariales o funcionarios extranjeros, para lo cual el Registro estructurará un ranking de diseñadores que jerarquice y ofrezca información sobre el trabajo de los profesionales de todo el país.

Mediante ese procedimiento, agrega Torres Barbán, se pretende valorizar y proteger el ejercicio creativo, en mo­mentos en que urge promover la presencia del buen diseño como una de las vías para elevar la competitividad, aportar valores agregados a las producciones y favorecer el desarrollo económico.

DISEÑO + PRODUCCIÓN = CALIDAD DE VIDA

Desde su responsabilidad como vicepresidente de la Fundación Caguayo, Luis Ramírez Jiménez es, hoy por hoy, uno de los principales promotores de la Primera Bienal, convencido de la necesidad de universalizar el diseño y aprovechar mejor el talento nacional en pos de una sociedad más funcional y moderna.

“Cuando se unen el diseño y la producción, cuando se avanza en el camino de la integración con la industria y se abren las puertas a una visión contemporánea de la disciplina, sugiere el destacado diseñador, entonces se pueden hacer cosas diferentes y aumenta la calidad y el confort”.

Lo dice alguien, cuya trayectoria profesional ha estado siempre vinculada a la industria, en permanente aprendizaje de las posibilidades de las tecnologías, que le han permitido dar un toque de originalidad a cada uno de sus diseños en cerámica, mobiliario o en proyectos de diseño de espacios interiores.

“Estoy seguro, subraya Ramírez Jiménez, de que el impacto de la Bienal será muy positivo. Compartir ideas, mostrar lo mejor del quehacer profesional, interactuar y aprender unos de otros, debe dejar como saldo un favorable ambiente creativo para lograr un diseño adecuado a las características del país que habitamos”.

PARA TODOS LOS GUSTOS Y EXPECTATIVAS

Con el propósito de cubrir tantas expectativas creadas, el comité organizador de la Bienal ha concebido un programa sobre el diseño y para el diseño en el que convergerán, de manera armónica, la teoría y la práctica, a través de un amplio espacio teórico y de variadas exposiciones en galerías y espacios públicos.

El Palacio de Convenciones de La Habana acogerá el Primer Coloquio internacional de diseño e industrias creativas para el desarrollo, el VII Encuentro internacional de políticas públicas y de diseño, el Simposio Iberoamericano para la promoción del diseño y el XVI Congreso de la Asociación Latinoamericana de Diseño.

A cargo de reconocidos profesionales, tendrán lugar también talleres que, entre otros temas, abordarán el diseño sustentable y las energías renovables, el mercado de la imagen personal, las marcas y las maneras más eficientes de llegar al público con el empleo de las tecnologías de la información y la comunicación.

Durante los días de la Bienal se exhibirán igualmente los proyectos más relevantes presentados por estudios de diseño, agencias publicitarias, diseñadores y creadores, de acuerdo con su carácter innovador, sostenibilidad, calidad comunicacional y estética, funcionalidad, eficacia, creatividad y aporte social.

Al cierre del evento, lo mejor de lo mejor será distinguido con los Premios ONDi de Diseño, el más alto reconocimiento que en esa disciplina se confiere a los profesionales cubanos que hayan desarrollado proyectos o productos en las especialidades de diseño de comunicación visual o industrial de trascendencia para el país.

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Soledad dijo:

1

5 de mayo de 2016

09:41:18


Estoy orgullosa de poder participar en esta primera bienal internacional de diseño en La Habana, Camaguey y Santiago, con la esperanza de poder establecer vínculos entre instituciones y regiones para potenciar el diseño como un factor de cambio hacia la sustentabilidad social y ambiental!