ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Un estremecedor espectáculo fue la antesala al VII Congreso al Partido. Foto: Juvenal Balán

El arte, no importa cuán diversas sean sus manifestaciones, siempre tiene la capacidad de unirnos para apreciar todo lo bueno que nace de él, para invitarnos a reflexionar, para comprometernos. El arte, cuando emana de lo mejor de la cultura de una nación, cala.

Y esa fue la intención de todos los artistas que participaron en la gala de homenaje por el aniversario 55 de la Victoria de Playa Girón y la celebración del Séptimo Congreso del Par­tido Comunista de Cuba (PCC), la cual tuvo lugar este viernes en el Teatro Nacional.

Acompañaron la velada artística José Ra­món Machado Ventura, segundo secretario del Partido y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros; los miembros del Buró Político Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer vicepresidente de los Consejos de Es­ta­do y de Ministros; Ramiro Valdés Menén­dez, vicepresidente de los Consejos de Estado y de Mi­nistros; Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular; Marino Murillo Jorge, vicepresidente del Con­sejo de Ministros y titular de Eco­nomía y Pla­nifi­cación; Salvador Valdés Mesa, vicepresidente del Consejo de Estado; el ge­neral de cuerpo de ejército Leopoldo Cintra Frías, mi­nistro de las Fuerzas Armadas Re­volu­cio­na­rias (FAR); el general de cuerpo de ejército Ál­varo López Miera, viceministro primero de las FAR; Mer­cedes López Acea, primera secretaria del PCC en La Habana, y Adel Yzquierdo, ministro de Transporte, así como otros dirigentes del Par­tido y el Gobierno, de las organizaciones políticas y de masas y otros organismos.

Allí estaban también, para ser agasajados, los 1 000 delegados y alrededor de 280 invitados que asistirán desde hoy a la cita partidista, en representación genuina y diversa de esta tierra soberana que camina con pasos seguros, mas no perfectos, hacia el porvenir que a fuerza de sangre eligió.

Las voces siempre estremecedoras de los artistas Corina Mestre y Fernando Hecha­va­rría revisitaron la historia de nuestro Partido, desde aquel fundado por Martí, base sólida sobre la cual Mella, Baliño y Blas Roca continuaron ­edificando el futuro de la Patria, y que cristalizó luego en el Partido de Fidel y Raúl.
Interpretaciones de la mano de la soprano Bárbara Llanes, junto a la Banda Nacional de Conciertos, María Felicia Pérez y el tresero Pancho Amat, quien se unió en otro momento especial al trompetista Yassek Manzano, para reverenciar las marchas e himnos de com­bate, hicieron a no pocos tararear canciones y recordar. A ellos se sumaron, también, el pianista Rodrigo García; el trovador Eduardo Sosa, acompañado de la orquesta Miguel Faílde; el cantante Augusto Enríquez y el Sep­teto santiaguero.

Danzas que nos llevaron desde nuestros orígenes hasta los bailes más contemporá­neos, fueron interpretadas por el Conjunto Fol­klórico Nacional, Danza Contemporánea de Cuba y los bailarines Viengsay Valdés y Pa­tricio Revé.

El musicógrafo Lino Betancourt, Premio Nacional de Radio 2007, evocó vivencias de su amigo Sindo Garay, quien tuvo la posibilidad de estrechar las manos de Martí y Fidel, hombres que a su juicio, han sido los más grandes de la historia de esta tierra.

Imágenes de Girón, del líder de la Revo­lu­ción y algunos de esos momentos históricos vividos por nuestro pueblo, termi­naron por seducir a un público que no dudó ­en sumarse en un mismo coro, junto a todos los artistas, a entonar la letra de la emblemática canción de Silvio Rodríguez, El Necio, que vino a reafirmar los sueños de un país convencido de “la necedad de vivir sin tener precio”.

Momentos antes de la velada ya algunos delegados compartían sus expectativas con Granma, casi a las puertas de lo que, para el holguinero Carlos Cansaqui Pupo, es un “Con­greso histórico”. “Tener la oportunidad de participar en un contexto como este representa el mayor reconocimiento para un revolucionario. Tuve la posibilidad de asistir a varios congresos del movimiento obrero, pero esta es la primera vez que estoy en uno del Partido. Los temas que se van a debatir están en el centro de las necesidades de nuestro pueblo, y en el empeño de garantizar la continuidad de la Revolución socialista”.

Para Magalis Amoroz Núñez, delegada por la capital, presenciar bien de cerca lo que va a constituir “un hito para Cuba”, en tanto definirá el futuro del país, constituye una expectativa no solo personal, sino —asegura— la de todos los cubanos. “Vamos a ver en lo que hemos avanzado y los que nos falta por hacer para construir en conjunto el modelo económico y social que necesita Cuba”.

Y esa misma convicción la comparte Oscar Silver, invitado de la provincia de La Habana, a lo que define como un “momento trascendental en la actualización del modelo económico social, que marcará el camino a seguir en los próximos años y las responsabilidad que desempeñan los organismos, organizaciones, la sociedad toda y, sobre todo, la militancia del partido, para alcanzarlo”. “Análisis y objetividad”, son los calificativos a los que aduce, cuando lo instamos a hablar de este Congreso.

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Andrés Marí dijo:

1

16 de abril de 2016

04:22:07


Milagros cubanos en azul y verde (Homenaje a Cuba con Servando Cabrera Moreno) En los años 70 del siglo pasado se fortalece el erotismo en la pintura cubana. Salvo algunos esbozos más míticos que irradiantes en otros creadores de la época, fue Servando Cabrera Moreno quien se impuso a los prejuicios del placer con el cuerpo desnudo. Y lo pagó caro, pero sin flagelarse triunfó con su aluvión de piernas, brazos y torsos que se yerguen o se abrazan como árboles, montañas y olas del mar. Así siento la enorme bondad de su estudio en Marianao. Él hizo más hermosos y aguerridos a los cubanos. De aquellos tiempos fálicos Servando me regaló dos obras grandes: un óleo sobre lienzo horizontal en azul, todo azul, intenso, oscuro en su diafanidad, azul sólido, todo el azul hasta donde los trazos del dibujo permiten sin desaparecer en su entorno. Torsos y brazos se van del marco, e igual las piernas juntas. Arriba y abajo, el aire, también azul. Por la carencia de lienzos, Servando pintó sobre otras obras, y es el caso de esta tela. Quizás por ello, aquí él exploró todas las posibilidades del azul saturado para conseguir distintas luminosidades con el negro y crear finalmente un azul rotundo y vigoroso que, en su deterioro, resurge al rojo anterior. La otra obra es un lienzo vertical en verde, todo verde, con los cuerpos atrapados en el aire. El esfuerzo de fascinación que Servando ejerció antes, lo repetía de nuevo, ahora con altas modulaciones del valor y la saturación en la escala cromática. Con mucho blanco creó un verde fulgurante. Era una tela nueva, pero de mala calidad, y el sol de Centro Habana la hirió fuerte. Ni cristales ni cortinas podían con el sol. No es raro que con el deterioro emerja el amarillo. Siempre me parecía que el bastidor lo halaba incontrolablemente. La diferencia entre las dos obras está en que la azul es la dura potencia de la sensualidad y la verde es la exquisitez de la ternura. En fin, amigos queridos que disfrutamos juntos este azul y este verde, disculpen los recuerdos con los que intento, sin lograrlo, salvarme del mercado.

Carlos Alberto Respondió:


17 de abril de 2016

07:46:55

Decirle que lei sus comentarios y le "Felicito",su forma de escribir,es de por si una obra de las artes plasticas. Realmente su cultura es envidiable,en el mejor sentido de la palabra ,la cual en usted se vuelve magica.Gracias y espero que mi comentario no le importune.

Andrés Marí dijo:

2

16 de abril de 2016

04:23:58


Cuba frente a la puerta del tiempo Nadie puede negar la enorme complejidad de la actual realidad cubana y su influencia en América Latina. Influencia hasta en todo el pensamiento de lucha y liberación expandido por el mundo. Nadie ya está exento de mirar lo que sucede y sucederá en la isla sostenida por los sueños. Las transnacionales y la gente del negocio puro y duro son las que están más atentas. Como si los trozos de tierra y de mar del espacio cubano fueran inmensos, cuando solo se trata de un mínimo lunar en el pastel con que los inversionistas han concebido al planeta. Podría afirmarse que la mayor tajada en estos momentos tan cruciales para Cuba, para América Latina y para nuestra dolorosa humanidad no es el mercado cubano, sino esos sueños en que por tanto amor se han hecho tan grandes. Igual que hizo la madre del círculo de tiza al soltar el brazo de su hijo con tal de no destrozarlo halándolo a su lado, pasa con los sueños cubanos. No es la propiedad del hijo -como no se tiene sobre los sueños- lo que engrandece a la madre, sino el amor que defiende hasta el infierno. Ni los vientos más incontrolables pueden con su naturaleza. La clásica sabiduría que en la fábula hizo justicia con la madre, también la hará con Cuba. Nada vive en la calma y todo avanza entre tropezones con el tiempo. A pesar de todas las patrañas que logren urdirse contra Cuba, y a pesar de los avances tecnológicos, los nuevos métodos para negociar con el oxígeno cubano y aún en nuestros cambios generacionales, hay otras cosas para comerciar. Podemos estar tranquilos. La isla tiene suficiente belleza en alerta ciclónica. Y no se trata de eternizar las tensiones, solo se apartan las nubes para que no agüen la fiesta. Arribarán todos los que quieran y serán bienvenidos. Nada nos impedirá la vida. La nueva época llega para todos y a Cuba siempre le recordará el olor de la manigua. Simplemente se ha tocado a la puerta del tiempo y por muchos desvaídos que surjan entre nosotros, nunca faltarán los sueños que nos han hecho cubanos.

zoila dijo:

3

16 de abril de 2016

09:47:15


EL ARTE Y LA CULTURA LO INTEGRA TODO , HASTA EL MODO DE PRODUCCION Y PROYECCION POLITICA hay que profundizar en el arte de la comunicación Sobre todo económica y política.