
LAS TUNAS.— A casi seis meses de iniciado el curso escolar, el proceso de integración de la Universidad de Las Tunas es una realidad palpable. Si bien es cierto que desde el pasado primero de septiembre el periodo lectivo comenzó bajo la nueva estructura, ya se han ido superando los escollos que presupuso este nuevo modelo.
En conversación con la máster en Ciencias Aurora Ramos de las Heras, rectora de la casa tunera de altos estudios, pudimos conocer detalles del camino recorrido hasta aquí, y del alto nivel de compromiso que asumió con este reto el personal de los centros integrados.
—¿Cómo se preparó la provincia para llevar a cabo la integración universitaria?
—Fue un proceso de soñar una nueva universidad más pertinente y fortalecida, un proceso construido de manera colectiva entre los principales cuadros de ambas universidades que se integraron. Fue por el nivel de intercambio, de consulta, que llegamos a tener un total de 11 propuestas de organigrama, antes de definir la que mejor se adaptaba a nuestras condiciones objetivas y subjetivas.
“Hubo mucha movilidad entre los dos escenarios docentes, la universidad pedagógica Pepito Tey y la Vladimir Ilich Lenin.
Ambas tenían una estructura organizativa diferente y con el fin de hacer un uso más racional de los recursos y una organización que permitiera explotar todas las potencialidades, propusimos dejar siete facultades y 137 cuadros de dirección. Así logramos una mejor distribución de los locales, las aulas, el claustro y otros recursos humanos. El reto más difícil fue que al inicio del curso ambas unidades presupuestadas mantuvieron una economía separada hasta el 31 de diciembre, por lo que tuvimos que hacer una serie de acciones que permitieran funcionar de esta manera sin desproteger a ninguno de los dos escenarios ni violar lo establecido, hasta hoy que definitivamente somos una única unidad presupuestada”.
—Concluido el proceso de integración, al menos metodológicamente hablando, ¿cuáles serían entonces las fortalezas que distinguen a la nueva universidad?
—La unidad entre todo el equipo de trabajo ha sido muy importante. Tratamos de mantener además entre los cuadros un balance de compañeros provenientes de ambas universidades, una fortaleza que nos ha permitido avanzar y, sobre todo, compartir saberes y experiencias.
“Diseñamos además, un sistema de trabajo muy coherente desde la dirección de la universidad hasta el eslabón de base, que es donde se concretan en realidad los procesos. Recientemente concluimos los claustros en todas las facultades, donde quedó determinada la planeación estratégica del 2016, con objetivos bien delimitados y fue impresionante el nivel de implicación que sienten nuestros trabajadores con esta tarea.
“Ya desde el punto de vista de nuestro potencial científico y de la calidad de nuestro claustro, puedo decirte que contamos con más de 100 doctores en ciencias, más de 500 másteres, un por ciento significativo de profesores con categorías principales, y una parte del claustro compuesta por jóvenes que avanzan hacia categorías superiores”.
—Recientemente fueron anunciadas por el Ministerio de Educación Superior una serie de transformaciones para el ingreso, sobre todo en las modalidades de curso por encuentro y educación a distancia, ¿cómo asumirá la universidad integrada de esta provincia tales cambios?
—Nosotros actualmente tenemos una matrícula total de 3 025 estudiantes, contando todas las modalidades de estudio. Sin embargo, con las nuevas transformaciones que comienzan a implementarse en la Educación Superior, hemos decidido asumir, solo en la modalidad de curso por encuentro y educación a distancia 3 131 estudiantes.
“Este plan de plazas fue propuesto por la universidad tunera en coordinación con las autoridades del territorio, con los organismos empleadores y los organismos formadores, pues estamos dando una respuesta a las necesidades provinciales en 29 carreras. Ello es un inmenso reto porque trabajamos sobre la base de un sello de calidad, y para ello hicimos un estudio casuístico de las carreras necesarias y nuestras potencialidades para respaldarlas. Hemos creado incluso facilidades para que los aspirantes no tengan necesariamente que inscribirse aquí, sino que puedan hacerlo en su propia localidad. Tenemos listo el cronograma previsto para el proceso de ingreso y creamos los canales necesarios para brindar a los interesados toda la información posible.
“Sabemos que no vamos a poder dar respuesta a todas las solicitudes, pues eso depende de nuestra capacidad formativa, pero hemos ordenado el ingreso para que sea un proceso justo y transparente no solo en nuestras sedes provinciales, sino en cada uno de los municipios”.
—En este proceso los centros universitarios municipales (CUM), adquieren un papel vital, ¿en qué condiciones se encuentran estos para asumir la tarea?
—Nuestros CUM tienen magníficas condiciones para asumir este reto, porque Las Tunas fue una provincia que defendió mantener sus filiales pedagógicas y universitarias, por tanto, en el proceso de integración logramos tener un equipo fortalecido de trabajadores en cada municipio.
“Siempre protegimos el recurso humano. No tuvimos pregrado en algunos cursos, pero ese no es el único proceso sustantivo que desarrollamos. Los CUM se mantuvieron trabajando en la extensión universitaria, la investigación, el posgrado, la capacitación, el aporte a los proyectos de desarrollo local y la preparación para el ingreso. De manera que hoy tenemos en los municipios un potencial adecuado para asumir las transformaciones que nos ha propuesto el Ministerio, en relación con los cursos por encuentros y la educación a distancia”.
—Actualmente una de las prioridades de las universidades integradas es promover un impacto dentro de la sociedad, gracias a su potencial científico e investigativo, ¿qué resultados exhibe la provincia al respecto y cuáles son las metas esenciales para avanzar en ese objetivo?
—Nosotros tenemos un potencial de investigación que da respuesta, en las distintas ramas del saber, a las necesidades del territorio, sobre todo a temas priorizados como la producción de alimentos. En este sentido ha sido vital el trabajo de la carrera de Agronomía, que es la única acreditada que tenemos hasta este momento. Desde allí se han logrado una serie de resultados que hoy son aplicables, ese es el caso del Programa de Innovación Agrícola Local (PIAL), dirigido a la capacitación de los productores para concretar buenas prácticas que eleven el rendimiento.
“Tenemos también un Centro de Estudios de Energía, contamos con un Centro de Estudios de Dirección encargado de la capacitación de los cuadros, rectorando diplomados de administración pública y gestión empresarial, así como la maestría en dirección. Es válido destacar el papel del Centro de Estudios de Pedagogía entre otras estructuras similares.
“Hoy el reto es ser más pertinentes, aplicar los resultados científicos de tesis doctorales y maestrías al desarrollo de nuestra sociedad. Es necesario seguir involucrando junto a nosotros a los diferentes organismos y elevar la participación de nuestros estudiantes y profesores en las tareas de impacto. Estamos conscientes de que nos falta por hacer, pero creo que vamos por un rumbo adecuado y la integración ha venido a consolidar esa meta”.
COMENTAR
francisco dijo:
1
18 de febrero de 2016
11:45:15
Palax dijo:
2
18 de febrero de 2016
13:12:30
SANDRA AVILA BASALO dijo:
3
18 de febrero de 2016
15:29:24
Odira dijo:
4
18 de febrero de 2016
19:43:51
Responder comentario