
Eliseo Reyes Rodríguez alcanzó su primer ascenso militar de manos del mismísimo Che y, al poco tiempo, cuando contaba solo 18 años, se convirtió en el Capitán San Luis, como lo conocemos.
Hoy cumpliría 75 años el joven que llegó a ocupar altas responsabilidades luego del triunfo revolucionario. Así, en 1962, con 22 años, asume el mando del Ministerio del Interior en la provincia de Pinar del Río, donde la contrarrevolución pretendía llevar a cabo una parte considerable de sus acciones.
Por esa fecha lo conoce quien llegó a ser su amigo, el coronel retirado José Sosa Díaz, y que ahora lo recuerda como en esa ocasión.
“Delgado, pequeño, pero con un corazón y un brío de trabajo increíble, una inteligencia natural tremenda, y lo manifestaba en todas las misiones en las que participaba, sobre todo aquellas en que combatíamos la infiltración de alzados en Pinar del Río”, dice.
“Yo era mayor que él, sin embargo lo respetábamos como si tuviese 40 años, no por la edad, sino por sus acciones, por su madurez, porque sabía escuchar a los demás”.
El teniente coronel René Reyes Barrera, hijo del Capitán San Luis, no tiene recuerdos de su padre. Tenía solo 11 meses cuando este partió a la guerrilla, pero seguro está de su grandeza.
“A pesar de la preocupación que tenía por nosotros en todo momento, había ocasiones en que salía y se pasaba días sin volver a casa por causa de alguna misión, pero se las arreglaba para enviarle a mi madre mensajes o avisos con otros compañeros.
“Todos los que de una forma u otra trabajaron con él se nos han acercado para expresar su admiración”, asevera René.
Sobradas anécdotas nos dicen de su sencillez, humildad y generosidad. Su hijo nos cuenta una en que varios compañeros estaban cumpliendo un entrenamiento hasta altas horas de la madrugada en medio de una tarea, y su padre llegó hasta el albergue y se acostó en la primera cama que encontró.

Al cabo de dos horas, llegó el dueño de la cama y requirió al Capitán y este pidió disculpas. Al otro día, los demás compañeros informaron al muchacho de quién se trataba, y cuando el joven fue a disculparse por el incidente, el Capitán le dijo que no era necesario disculparse, que él era un combatiente más y las disculpas las debía dar él por ocupar su cama.
En el capitalino Instituto Superior del Ministerio del Interior que lleva su nombre, la joven de primer año Inelvis Mejías Sánchez admira el ejemplo del Capitán San Luis.
“Aquí no solo la escuela lleva su nombre, sino que lo llevamos nosotros bien profundamente, lo respetamos y mantenemos el deseo de seguir sus triunfos, porque sería un orgullo para no-sotros llegar a hacer lo que él hizo”, asegura.
Faltaban solo dos días para que el capitán cumpliera 27 años cuando cayó herido en Bolivia, y no pudieron salvarlo en medio de tanta sangre y en medio de tantas lágrimas.
El propio Che lo recuerda en su diario como “el mejor hombre de la guerrilla”. Luego, como esa metálica forma, versos de Neruda que el Che retoma para homenajearlo.
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Luis dijo:
1
27 de abril de 2015
09:10:42
Jose Figueroa dijo:
2
27 de abril de 2015
11:36:20
Jose Aleman dijo:
3
27 de abril de 2015
17:35:31
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