SANTIAGO DE CUBA.— Como una prioridad estratégica en la aspiración de lograr una ciudad más bella, y ordenada, definieron especialistas de la Delegación de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, la integración del Plan General de Ordenamiento Urbano de esta urbe a sus condiciones medioambientales.
En ocasión de celebrarse hoy el Día Mundial del Medio Ambiente, el importante tema fue abordado tanto por el volumen de acciones que comprenden el proyecto como por su concepción abarcadora, ante la necesidad de crear las condiciones que permitan mitigar los efectos de huracanes, y sismos de gran intensidad.
Baste decir, que en todos los órdenes se precisan el estrecho vínculo de la ciudad con la naturaleza, las potencialidades y vulnerabilidades del marco geográfico, la reducción de la contaminación, aprovechamiento de la energía renovable y el cumplimiento de la gestión de manejo de zona costera.
“Concretarlo sería imposible sin la participación consciente y sobre la base de una cultura medioambiental de los santiagueros”, señaló el doctor José A. Zapata, experto del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, al explicar los esfuerzos de esa institución científica en materia de seguridad sísmica.
“Para llegar a toda la comunidad se efectúan barrio-debates, talleres de sensibilización y capacitación con los arquitectos de la comunidad, la Oficina del Conservador de la Ciudad y constructores por cuenta propia, sobre el proyecto de fortalecimiento de la capacidad para la reducción de riesgos sísmicos.
Ante la amplia estructura sísmica activa del país, Zapata informó que para reforzar el occidente y centro de Cuba se prevé la instalación de estaciones sismológicas en Isabel Rubio (Pinar del Río), e Isla de la Juventud. Además, a la recién montada en Matanzas, se sumarán otras en Caibarién y Camarioca.
Por su impacto frente al cambio climático y el efecto paisajístico, un llamado urgente a la reforestación realizó el doctor Nicasio Viña Bayés, Académico de Mérito, Investigador Titular y Coordinador de la Filial Oriental de la Academia de Ciencias de Cuba, quien encabezara el análisis sobre la destrucción causada por Sandy en el arbolado.
“La mitad de los destrozos se debió a la tala indiscriminada que por años antecedió al huracán —señaló—, y eso ilustra la necesidad de capacitar al personal de servicios comunales y de la empresa eléctrica que la llevan a cabo.
“Hasta el momento se ha hecho jardinería, y para repoblar forestalmente se impone un estudio integral, porque se pueden sembrar todo tipo de árboles, pero en el lugar adecuado y con los requerimientos técnicos”.
Respecto a las aves, el investigador refirió que la ornito-fauna sufrió bastante, pero seis meses después al recuperarse la alimentación comenzó a estabilizar su población. En el caso de los frutales destacó que la mayoría comenzaron a parir fuera de tiempo, especialmente el mango que tuvo tres cosechas el pasado año.
Como apreciación general, la especialista en gestión Medioambiental, Carmen Calderín Medina, señaló que al margen de sus daños, Sandy reforzó la conciencia de integrar estrechamente el manejo del territorio y el del medio ambiente, con la prioridad exigida en el Plan General de Ordenamiento Urbano de Santiago de Cuba.
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Mauricio dijo:
1
5 de junio de 2014
11:46:55
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