ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Para el capitán Quintero Nogueira, de una misión solo se regresa después de cumplirla. Foto: Eduardo Palomares
Para el capitán Quintero Nogueira, de una misión solo se regresa después de cumplirla. Foto: Eduardo Palomares

Santiago de Cuba.—El nudo que a veces ahoga el recuento en sus gargantas, resulta suficiente para imaginar la angustia vivida por tres pescadores de Aserradero, en la madrugada del jueves 10 de abril, —hasta el instante en que la lancha de Tropas Guardafronteras apareciera— en medio del enfurecido mar que amenazaba con tragarse su frágil embarcación.

Nacidos en esa comunidad marina del municipio santiaguero de Guamá, Dayler Guerra Aguilera (32 años de edad) y los hermanos Ulises y Osnoris Martínez Naranjo (37 y 44 años, respectivamente) aseguran haber tenido, antes de aprender a caminar, un cordel de pescar entre las manos.

Por ello, pese a que aún el estado del tiempo reflejaba los restos del más reciente sistema frontal, no les preocupó recibir, en la base a la cual tributan para la Empresa Pesquera Industrial de Niquero, en la hermana provincia de Granma, la autorización para desarrollar desde la noche precedente su faena en plataforma.

“Esto se hizo —señala Bertha González Salgado, presidenta de la base—, para no arriesgarlos en alta mar, donde suelen trabajar con palangres, y aprovechar a distancia prudencial de la costa la arribazón de rabirrubias en la zona, mediante su captura con cordel por espacio de unas doce horas”.
Patrón de la pequeña embarcación con casco de madera, de 6,60 metros de eslora y motor de dos cilindros, Guerra Aguilera relata que todo estaba marchando bien hasta que a medianoche comenzara a arreciar el viento con ráfagas cercanas a los 50 kilómetros por hora y tomaran la decisión de regresar:

“Tratamos una y otra vez de arrancar el motor y nada. Le dimos hasta calor con un mechón para echarlo a andar con el cranque y tampoco funcionó. Nos preocupaba la suerte de dos compañeros que pescaban en un bote de remos, y como habíamos dejado los teléfonos móviles en la casa, no quedaba más remedio que avisar a nado.

“Así coincidimos en que debía ser yo, porque las olas estaban muy fuertes y domino el nado submarino, de ahí que, separado unos 200 metros de la costa, me lancé al mar como a las cinco de la mañana. No se veía nada y avanzaba con mucha precaución, pues temía encontrarme con un tiburón, alguna picúa o un agujón”.

Dayler, Ulises y Osnoris aseguran que esta semana regresan a la pesca en alta mar. Foto: Eduardo Palomares

Según González Salgado, tan pronto llegó Dayler con la noticia se enviaron cinco compañeros en bote de motor a revisar la ensenada desde Aserradero a playa El Francés, y ante  la imposibilidad de encontrarlos se les autorizó adentrarse unas cinco millas. Pasadas las 4 de la tarde regresaron desalentados a una costa repleta de vecinos.

Mientras tanto, otra embarcación había rescatado en su bote de remos a los hermanos Dimas y Norge Vedei Mora, quienes explicaron que habían visto alejarse a la deriva a Ulises y Osnoris, de ahí que tras esa situación se comunicara el caso al Distrito Oriente-Sur de Tropas Guardafronteras, del MININT.

MOMENTOS MUY DIFÍCILES

Exactamente a las 14:00 horas de ese 10 de abril, la Lancha Patrullera Mediana-579, comandada por el capitán Yuildy Quintero Nogueira recibía la orden de partir al rescate y salvamento de una embarcación de pesca, presumiblemente a la deriva a más de 20 millas de esta ubicación permanente radicada en Santiago de Cuba.

“Sobre la marcha —refiere el capitán Quintero Nogueira—, organizamos la observación y los cálculos salieron con mucha precisión, ya que dos horas después divisamos en el radar un objetivo a más de 8 millas de la costa y cuatro delante de nosotros, que una vez identificado resultó ser el bote de los pescadores.

“Quisimos acercarnos, pero el fuerte viento podía ocasionar una colisión entre las embarcaciones, y al guardar la distancia requerida uno de los compañeros comenzó a gritar ‘ayúdennos, no nos dejen’, a lo cual respondí que no se inquietaran, que estábamos allí para rescatarlos y sus vidas ya eran responsabilidad nuestra”.

“El problema —confiesa Osnoris— es que al avistarlos mi hermano y yo nos abrazamos y lloramos de alegría, pero al verlos girar hacia otra dirección nos asustamos, porque ya llevábamos más de 12 horas solos a la deriva, en medios de aquel embravecido mar casi al límite de las aguas jurisdiccionales.

“Fueron momentos muy difíciles, en los que infructuosamente seguimos tratando de arrancar el motor, soltamos el palangre para mantenernos de frente al viento y las marejadas, porque si nos cogían de banda podían virarnos el bote, y al quitar el techo para disminuir los efectos del viento fuimos golpeados por el sol”.

Ante la imposibilidad de llevar a los pescadores a cubierta y verificado su buen estado de salud, en una cuidadosa maniobra su embarcación fue remolcada hasta una milla de la costa de Aserradero, donde el fondo marino aconsejaba abordaran un bote que los llevaría a la misma orilla.

En opinión del capitán Quintero Nogueira, el cumplimiento de la misión se debe a la alta preparación de toda la tripulación, formada también por el capitán Yordis Pérez Martínez, teniente Yoseidy Acosta Terán, capitán Roberto Poullot Mustelier, teniente Joselín Chacón Abiague, y los marineros Osvanys Díaz Cordero, Alexis González Bell, Alexis Arias Arrasola y Yosmany Aguilera González.

Tres días después del rescate, el Distrito-Sur de Tropas Guardafronteras acogió el emotivo encuentro sostenido entre los pescadores y estos combatientes quienes, tras ocho horas de misión, regresaron aquel día al dispositivo permanente pasadas las 10 de la noche.

Un estrechón de manos primero, luego el abrazo y el brillo en los ojos de unos y otros, precedieron las anécdotas y las palabras de agradecimiento brotadas de lo más profundo del corazón de Dayler, Ulises y Osnoris, respondidas con la sencillez habitual de los combatientes que solo cumplen su deber con el pueblo y la Patria.

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osmel dijo:

1

15 de abril de 2014

07:37:57


La solidaridad que nos han enseñado, ha llevado a que los combatientes de tropas guardafronteras con su sencillez cumplen su deber con nuestro pueblo, es de destacar esto felicitaciones.

rogelio dijo:

2

15 de abril de 2014

12:46:42


se puso de manifiesto el alto espíritu de responsabilidad, sentido de pertenecncia, humanismo y solidaridad de estos corajudos hombres Guardafronteras. Gracias por cumplir con la misión encomendada.

rafael e matamoros dijo:

3

15 de abril de 2014

12:52:41


Felicitaciones por el rescate a los comp pescadores. Saludos y abrazos a todo el pueblo Cubano.

marisleybis martinez dijo:

4

15 de abril de 2014

15:58:48


Estos son mis hermanitos.momentos de miedo y terror dios essiste.

Adrian Martinez duran dijo:

5

15 de abril de 2014

16:26:12


Esos son mi papa y mi tío que susto que miedo que tengo yo dime tu ellos !!

Contreras dijo:

6

15 de abril de 2014

22:43:03


Hay esta el amor a la vida,ayudar el desvalido en momentos difisiles,aun arriesgando la suya propia Felicidades por el buen hacer desde Alemania