Sentirse universitario

Cuando le interrogas responde sin pensarlo dos veces que su carrera es la más importante de todas, en este momento que vive el país. Daniel Castro Reyes, estudiante de cuarto año de Agronomía, domina con desenvolvimiento los perfiles de su especialidad, y dice que preferiría dedicarse a la investigación.

A decir verdad, admite que al iniciar tenía un concepto errado de lo que estudiaría: “Con el decursar de los años me he dado cuenta de que mi carrera es compleja, y tiene un basamento científico muy fuerte. Tengo la posibilidad de vincularme a la producción pero también puedo ser el facilitador del conocimiento, si me quedo como profesor”.

De un tiempo a la fecha Daniel —alumno de la Universidad Agraria de La Habana Fructuoso Rodríguez (UNAH)— no solo comparte estas experiencias con los estudiantes de su misma rama, también tiene acceso a los laboratorios de Lengua Inglesa, que le brindan sus amigos de las Ciencias Pedagógicas, quienes también estudian en su universidad.

“Tenemos más competencia en los juegos interfacultades, y podemos disfrutar de un mayor potencial deportivo y recreativo, gracias a los estudiantes y profesores de Cultura Física. Además se ha fortalecido la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) porque somos ahora siete facultades, y hay dirigentes más capacitados, y más concreción en las ideas”, reconoce de cuánto se ha fortalecido la FEU con la integración a su universidad de dos nuevas facultades.

En octubre del año 2012 se aprobó el acuerdo No. 7307 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, sobre la fusión —de manera experimental— de los centros universitarios en las provincias de Artemisa, Mayabeque y el municipio especial Isla de la Juventud, como parte del reordenamiento de la red de centros escolares, un reclamo del Lineamiento 148 aprobado en el VI Congreso del Partido.

De tal forma, actualmente en la UNAH, ubicada en la provincia de Mayabeque, estudian los alumnos de la antigua Facultad de Cultura Física de San José de las Lajas, subordinada a la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo, adscrita al INDER; y el Centro Universitario de Ciencias Pedagógicas en el municipio de Güines, perteneciente a la Universidad de Ciencias Pedagógicas Rubén Martínez Villena, del MINED.

LA NUEVA UNIVERSIDAD

“Ya nosotros no hablamos de integración, ya nosotros somos una nueva universidad, y es la Universidad Agraria de La Habana. Ya no podemos hablar de la universidad pedagógica por un lado, del INDER por otro, sino del desarrollo, de hacia dónde va nuestra universidad como está formada”. Las palabras de la doctora María Irene Balbín Arias, rectora de la UNAH, sintetizan el concepto que dirige este proceso de integración de las universidades.

Ahora en la UNAH se hallan dos nuevas facultades (la Facultad de Cultura Física y la de Ciencias Pedagógicas), además de las cinco que existían anteriormente (Facultad de Agronomía, Facultad de Ciencias Técnicas, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, y Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas).

“Tratamos de que esto no fuera una simple suma de las partes, sino que realmente hubiera una integración”, afirma la rectora después de ofrecer detalles del reordenamiento escolar. “No todas las carreras pedagógicas fueron directamente a la Facultad de Ciencias Pedagógicas, porque nosotros analizamos que hay una Licenciatura en Informática, y nosotros tenemos en la Facultad de Ciencias Técnicas una carrera de Ingeniería Informática, por tanto donde mejor se acoplaba esta carrera era unida a esta última facultad, de forma tal que pudiéramos intercambiar ideas y experiencias de los profesores”.

La UNAH cuenta en estos momentos con los Centros Universitarios Municipales (CUM) y dos centros de estudios, “uno dedicado al desarrollo agrario rural con una connotación importante en la localidad, y uno dedicado al perfeccionamiento de la educación superior agropecuaria”, con nuevas líneas de investigación sobre la educación pedagógica.

Antes, en el centro debían atenderse 22 municipios de la antigua provincia de La Habana, “y era bastante complejo el trabajo que teníamos que hacer desde aquí con las dificultades de transporte, combustible, etcétera” —explica la rectora.
Como parte de la integración se hizo necesario cambiar la misión del centro, ya que existe un nuevo compromiso con el desarrollo del sistema educativo cubano, fundamentalmente en la formación de los futuros profesores. Esto implica un mayor énfasis en la preparación integral y de superación de sus profesionales “con alta calidad y pertinencia”, y aportar más “resultados científico-técnicos y culturales relevantes y de extensión a la comunidad y al país”.

Como novedad en la organización institucional de las universidades, en la UNAH surge una Dirección General de Organización, Planificación e Información, encargada de tener al día las estadísticas, análisis económicos e informaciones, que ha colaborado con el desarrollo de este proceso.

Entre las ventajas más importantes de la unificación de los centros se encuentran que se reducen las unidades presupuestadas y hay una mayor racionalidad de recursos materiales, financieros y humanos; la posibilidad de seleccionar los mejores líderes para cada cargo; el fortalecimiento del claustro; y una mejor comunicación con las organizaciones del territorio para la solucionar los problemas de la universidad.

Los resultados docentes han sido superiores, así como el mejoramiento de la base material de estudio, la calidad del proceso docente educativo; y la atención del MINED y el INDER en el desempeño de la práctica laboral, un aspecto en el cual admiten les falta mucho trabajo por hacer, debido a que todavía persisten insatisfacciones en los estudiantes.

Otro reto asumido fue la inserción de los alumnos del Nivel Medio Superior Pedagógico, aquellos que no alcanzan una carrera universitaria y se preparan allí como profesores. Ellos tiene la posibilidad de estudiar las especialidades de Inglés, Español-Literatura, Preescolar, Biología-Geografía y Marxismo–Leninismo. Esta iniciativa coadyuva en el déficit de maestros del país, y además es una posibilidad de superación para el joven, no obstante supone un mayor empeño en el logro de la motivación por las carreras pedagógicas.

Además, en el centro se desarrolla un programa de doce grado con las dos carreras que menos matrícula han alcanzado en los últimos años, Ingeniería Agrícola y Agronomía, comenta María Irene Balbín.

Según un instrumento aplicado por los profesores, el 94 % de los estudiantes se muestran satisfechos con las actividades extracurriculares diseñadas por la dirección de extensión universitaria. Además, los docentes muestran interés por los cambios de categorías docentes. El centro ha ganado en 42 Másteres en Ciencia, y el pasado año se graduaron tres docentes con grado de doctores, un aspecto que tributa a su calidad.

A pesar de admitir que al principio puede resultar complejo, sobre todo cuando existe una tradición e historia de trabajo patentada, “yo creo que eso no se va a perder por el hecho de la integración, no se tiene que perder la experiencia, de todas maneras esa calidad se puede mantener y potenciar”, es el consejo de la rectora para los centros que aún no están en la prueba.

“LO HECHO” Y LO “POR HACER”

Por los caminos en que se enrumba el país, a este centro le es requisito sine qua non la orientación vocacional y la formación profesional. No solo hacia el elemento externo —como bien explica Maidolis Cabrera González, presidenta de la FEU y coordinadora provincial de la organización— sino para lograr la permanencia de los estudiantes en las carreras.

A los jóvenes les ha correspondido la preparación de las Puertas Abiertas en San José de las Lajas, “porque fue un acuerdo del Congreso de la FEU salir de nuestros centros, que nos vieran los estudiantes y nos viera el pueblo de San José”—comenta Maidolis.

Una experiencia en ese sentido la vivió Yadira Medina Torres, de cuarto año de Cultura Física: “Fuimos a Melena del Sur y Batabanó, y vimos muchachas interesadas en la carrera. Fue muy positivo ver que las niñas nos preguntaran cómo es, y poder descartar el mito de que la cultura física es solo para los varones”.

Pedro Pablo del Pozo, vicerrector de formación del profesional de la UNAH, explica que este curso “la matrícula de la carrera de Agronomía tenía más que el resto de las carreras”, muestra del impacto de la estrategia trazada, de conjunto con el MINED.

Por otro lado, Roberto Rodríguez, subdirector provincial de Educación, explicó que los grupos de estudiantes ubicados en las escuelas no solo imparten la asignatura, sino que asumen un rol protagónico de formación.

De cualquier forma, con la fusión de estos centros en la UNAH el trabajo en todos los frentes se hará mucho más fácil. Así lo demuestran las encuestas aplicadas y las experiencias prácticas, en profesores y estudiantes. Los primeros, admiten su efectividad en el proceso docente; y los segundos, expresan “sentirse más universitarios” y que antes era muy difícil vincularse a todas las actividades por la lejanía de la sede.

No obstante, esta experiencia es todavía un experimento, debe perfeccionarse, no podrá ser aplicado en todas las provincias con igual similitud, y requiere estudio de condiciones concretas. Por lo pronto, aquí demostró ser coherente, favorecer la investigación y la interdisciplinariedad. Además, de ser una vuelta a los orígenes de la universidad cubana, que partía de esta integración necesaria de saberes.