
Considera la doctora Diana Patricia Durán Casal que la consulta médica de esta semana requiere de un preámbulo para lectores no familiarizados con el tema que abordamos: la enfermedad renal crónica en niños.
Los riñones sanos, dice, purifican la sangre al quitarle el exceso de líquidos, minerales y productos de desecho. También producen hormonas que mantienen la salud de los huesos y la sangre. Cuando los riñones funcionan mal se acumulan productos nocivos de desecho en el cuerpo, puede subir la tensión arterial, y el organismo retener líquidos en exceso y no producir suficientes glóbulos rojos.
Para referirse al daño del riñón en las diversas etapas de su evolución es empleado el término de enfermedad renal crónica (ERC), que se define como el daño estructural y también funcional del riñón, independiente de la causa que lo provocó, por más de tres meses.
El término de insuficiencia renal crónica (IRC) alude al daño avanzado y final de la función renal, donde los tratamientos médico-farmacológicos son insuficientes para ayudar al riñón a realizar sus funciones normales y se requieren tratamientos especializados que sustituyan las funciones de los riñones (diálisis o trasplante renal) para poder sobrevivir.
La profesora Durán Casal es especialista de segundo grado en Nefrología y de primero en Pediatría, Máster en Atención Integral al Niño, e Investigadora Auxiliar. Se desempeña en el Servicio de Nefrología del Hospital Pediátrico de Centro Habana, Centro de Referencia Nacional de Nefrología Pediátrica.
—¿Tiene características especiales la aparición de la enfermedad renal crónica en los primeros años de la vida?
—Es poco frecuente pero cuando aparece produce una progresión continua del deterioro de la función renal, que es mayor durante la primera infancia y la pubertad. El retraso en el crecimiento y desarrollo es un problema común en los niños.
—¿Cuáles son las causas principales que suelen desencadenarla en la etapa de la infancia?
— La etiología de la ERC infantil es diferente a la del adulto. Las malformaciones del riñón y vías urinarias suponen la primera causa en los niños, principalmente en los menores de cinco años de edad, y las enfermedades glomerulares (“filtros” del riñón) en los niños mayores y adolescentes.
—¿Están implicados factores genéticos y hereditarios?
— Pueden influir factores genéticos, familiares o étnicos.
—¿Y en cuanto a los de riesgo?
— Entre los factores de riesgo que pueden contribuir a la ERC están los que incrementan la susceptibilidad y los que directamente dan inicio a la enfermedad. Es importante en los niños y adolescentes identificar la población con riesgo incrementado para desarrollar la ERC, donde se incluyen los menores de 5 años de edad, con historia familiar de ERC, antecedentes de enfermedad renal, bajo peso al nacer, hipertensos, obesos, entre otros.
—¿Es también congénita?
— En todas las series pediátricas, la patología estructural, y por tanto congénita, es la primera causa de ERC.
—¿Aqueja en general a uno o a los dos riñones?
— Dependiendo de la causa puede aquejar a uno o a los dos riñones. Por ejemplo, las enfermedades glomerulares de causa autoinmune, la afección renal poliquística, comprometen a los dos riñones. En cambio, malformaciones nefrourológicas pueden ser uni o bilaterales.
—¿Qué síntomas y signos pueden dar una voz de alerta familiar de que “algo no anda bien” en el funcionamiento de los riñones?
—La pérdida excesiva de proteínas por la orina y de hematíes, la hinchazón, la hipertensión arterial, la anemia y el retardo en el crecimiento y desarrollo pueden “anunciar” una enfermedad renal.
—¿El diagnóstico es clínico?... ¿Qué exámenes se realizan para el establecimiento del diagnóstico de certeza?
—El diagnóstico se apoya en manifestaciones clínicas, exámenes de laboratorio en sangre y en orina y estudios radiológicos. Para realizar un diagnóstico precoz a los niños y adolescentes con riesgo incrementado para desarrollar la ERC, deberá realizársele —preferentemente en la atención primaria de salud— la pesquisa activa de marcadores de daño renal: proteinuria, microalbuminuria, hematuria y creatinina sérica. Es preciso incluir en su estudio el ultrasonido renal.
—¿Es una afección que “avanza” con rapidez o lentamente?
—La ERC una vez establecida tiende a progresar hacia estadios más complejos, e irán apareciendo las complicaciones, lo que dependerá en gran medida de la causa que la originó y del control de los llamados “factores de progresión para ERC”, como, por ejemplo, obstrucción e infección de las vías urinarias, hipertensión arterial no controlada, obesidad e ingestión exagerada de proteínas.
—Instalada esta dolencia, ¿cuáles son en la actualidad las opciones de tratamiento que tienen estos pacientes?
—El tratamiento se limita a detener o retardar la progresión de la insuficiencia renal para prolongar el tiempo de ingreso a los programas de diálisis.
—¿Existen procederes de prevención en el tema que abordamos?
— La prevención del daño renal es posible. En Cuba existe un Programa Nacional de Prevención de la ERC que incluye el diagnóstico prenatal de malformaciones congénitas.
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franco dijo:
21
10 de enero de 2018
21:21:47
sharon dijo:
22
2 de mayo de 2018
15:06:10
Norma Huesca dijo:
23
24 de junio de 2018
12:33:33
Jessica dijo:
24
18 de septiembre de 2018
18:02:41
Antonio Maso Nebot dijo:
25
19 de enero de 2019
10:15:02
Maribel Rodríguez dijo:
26
10 de septiembre de 2019
21:38:36
Noemí dijo:
27
12 de noviembre de 2019
16:37:24
james henry dijo:
28
10 de septiembre de 2020
18:52:56
james henry dijo:
29
10 de septiembre de 2020
18:53:21
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