
La publicación reciente del Atlas Mundial de la Obesidad 2025 ratificó el rápido aumento de ese padecimiento en el orbe y esbozó proyecciones alarmantes con respecto a la continuidad de esa tendencia en los años venideros.
Como plantea el documento, alrededor de 1,6 millones de muertes prematuras acaecidas el pasado año a nivel global estuvieron relacionadas con la obesidad, devenida factor primordial para la aparición de enfermedades no transmisibles (ENT), entre ellas determinadas dolencias cardiovasculares y diabetes tipo 2.
Tiene un índice de prevalencia superior al 25 % de la población en muchos países, cifra que permite clasificarla como verdadera epidemia y un grave problema de salud.
Si hasta hace varias décadas se pensaba que era un asunto exclusivo de las naciones desarrolladas, en la actualidad está cada vez más presente en regiones de medianos y bajos ingresos, debido en lo fundamental al aumento del consumo de alimentos ultraprocesados y la reducción de la actividad física.
Más preocupante es el significativo incremento de la obesidad infantil. En Estados Unidos la padece el 19,7 % de niños y adolescentes; en México, el 30 %, y en España, el 18,6 %.
EXPERIENCIA CUBANA
Para conocer el comportamiento de la obesidad en nuestro país y las investigaciones que se realizan, Granma conversó con el doctor Erick Robles Torres, director general del Instituto Nacional de Endocrinología (inen), centro que posee la condición de entidad de ciencia e innovación, conferida por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
«La obesidad es una condición caracterizada por una excesiva presencia de tejido adiposo o graso, que pone en riesgo la salud y la vida. A diferencia del sobrepeso, resulta mucho más difícil de revertir a causa de diferentes factores, en particular cuanto mayor sea la cantidad de kilogramos en demasía que tenga el paciente.
«Según las proyecciones de organismos internacionales vinculados al tema, para 2030 habrá en el mundo alrededor de 3 000 millones de adultos obesos.
«Desde el punto de vista antropométrico, el diagnóstico se realiza calculando el Índice de Masa Circular (imc), al dividir el peso en kilogramos de la persona, entre la estatura medida en metros. Aunque no siempre define esa condición, si resulta útil a la hora de establecer parámetros de evaluación individuales y colectivos que ilustren las características de una población.

«En Cuba, en la atención primaria de salud utilizamos guías nacionales para el manejo de las personas con imc elevado, pero es necesario seguir trabajando en la detección oportuna de los pacientes con esa particularidad y que no hagan actividad física».
La medición del perímetro de la cintura puede ayudar también a establecer el diagnóstico, aunque la mejor forma de determinar el grado de adiposidad sería a partir de considerar la composición en masa grasa del cuerpo, indicó el doctor Erick Robles.
«El exceso de tejido adiposo ocasiona, asimismo, trastornos del metabolismo lipídico, afectaciones renales, hepáticas, además de favorecer una susceptibilidad elevada para algunos tipos de cáncer. Hoy, la obesidad es considerada una dolencia de curso crónico».
Datos presentados por investigadores del Instituto Nacional de Higiene y Epidemiología, en la Convención Internacional Cuba Salud 2025, efectuada en abril pasado, revelaron que cerca del 20 % de la población cubana de 6 a 14 años tiene sobrepeso y obesidad, indicador más elevado en el grupo etario de 6 a 9 años.
En mayores de 15 años y adultos, el sobrepeso y la obesidad están en el orden del 34,7 % y el 24,1 %, respectivamente, mientras el exceso de adiposidad abdominal alcanza un 42,7 %, más elevado en las mujeres.
Puntualizó el doctor Robles Torres que el INEN cuenta con cinco proyectos investigativos aprobados vinculados a la obesidad, que abordan el problema desde diferentes aristas. Dos involucran, de manera específica, a niños, adolescentes y personas de la tercera edad; mientras uno destaca por su carácter innovador, enfatizó.
Hace unos años, detalló el director general del INEN, el doctor José Hernández, junto a un equipo de especialistas, logró determinar el punto de corte del índice cintura-cadera, un indicador que establece criterios clínicos para contribuir al diagnóstico de la enfermedad.
«Nuestros investigadores pudieron establecer, igualmente, los valores adecuados de la circunferencia de la cintura y del índice cintura/talla, resultado de suma utilidad en el estudio del sobrepeso y la obesidad».
Solo se podrán revertir los efectos nocivos de la obesidad mediante acciones preventivas, tratando las causas y manteniendo un estilo de vida saludable y pleno de ejercicios físicos sistemáticos, en el que prime el equilibrio entre la ingesta calórica (alimentación) y el gasto calórico (actividad física) de la persona, aseveró el doctor Erick Robles.








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Miriam dijo:
1
12 de julio de 2025
13:45:12
José Manuel dijo:
2
13 de julio de 2025
10:15:17
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