ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Muchos cubanos amantes del frío desean que imágenes como esta se repitan con frecuencia en el ac­tual invierno. Foto: Juvenal Balán

Para regocijo de quienes aspiran a sacar los abrigos y bufandas con mayor frecuencia en la temporada invernal recién comenzada, la primera quincena de noviembre se ha caracterizado de manera general por el predominio de temperaturas frescas, que en varias localidades del occidente y centro adquirieron el rango de notablemente frías.

Baste mencionar los valores de 8,2 y 8,3 grados Celsius, ocurridos en la madrugada del lu­nes 3 en las estaciones meteorológicas de Bai­noa y Tapaste, respectivamente, así como el de 9,7 en Bauta, y 10,3, en Santiago de las Ve­gas, los de 9,2 en Unión de Reyes, y 10,5 en Ta­paste, el martes 11, y el de 10,2 en Bainoa y Tapaste, el miércoles 12.

Además de tratarse de registros bien significativos para tan temprana fecha y que hacía tiempo no se reportaban, llama la atención que hasta el domingo 9 llegaron al país cinco frentes fríos, lo cual permite calificar de activo el inicio del invierno 2014-2015 en Cuba.

Ello contrasta con lo sucedido en la tem­po­rada anterior, cuando el quinto frente entró el 16 de diciembre, es decir 37 días después de aho­ra.

Resulta conveniente recordar que el pasado invierno estuvo marcado por la casi total au­sencia de frío, condición favorecida por el anómalo comportamiento de diciembre, enero y febrero, cuyas temperaturas medias fueron su­periores a las habituales.

Visto de manera particular, diciembre del 2013 resultó el cuarto más cálido desde 1951, pues tuvo una media de 23 grados Celsius, pa­ra sobrepasar en 1,8 el promedio histórico, mientras las máximas y las mínimas referidas a esa variable también quedaron en ese or­den por encima de las normales en 1,6 y 1,9 grados.

Igualmente en enero predominaron condiciones más cálidas a las tradicionales, con una media que superó en 0,8 el valor mensual, en tanto febrero se colocó entre los más calientes ocurridos en nuestro archipiélago dentro de la serie 1981-2014.

Como indican los datos del Centro del Cli­ma del Instituto de Meteorología, desde finales del 2012 el patrón de circulación atmosférica prevaleciente en nuestra área geográfica no propició de manera general el avance de aire frío procedente de latitudes altas hacia la Flo­rida y Cuba.

La última vez que el “mono chifló” de verdad fue en el mes de diciembre del 2010, cuando debido a la persistente influencia de masas de aire de origen continental y ártico, la tem­peratura media mensual fue la cuarta  más ba­ja ocurrida en el archipiélago cubano en el transcurso de las últimas seis décadas.

Asimismo, se rompieron en un día 31 ré­cords de temperatura mínima para el duodécimo mes del calendario, destacándose el de 1,9 grados en Colón, Matanzas; 2,0 en Indio Ha­tuey;  2,5 en Bainoa; y 2,7 en Jagüey Grande.

El récord nacional absoluto de frío en nuestro país es de 0,6 grados Celsius, establecido en Bainoa el 18 de febrero de 1996. Para la capitalina estación de Casablanca es de 8,5 y data del 11 de enero de 1970.

EL NIÑO A LA VISTA

Según plantean especialistas del Centro del Clima en el Boletín de la Vigilancia del Clima correspondiente a octubre, durante el mes anterior las anomalías positivas de la temperatura superficial del mar se incrementaron en el océano Pacífico ecuatorial centro oriental, factor que junto a un aumento de los vientos del oeste en niveles bajos de la atmósfera sobre la referida zona, son condiciones típicas que an­teceden el surgimiento de un nuevo evento ENOS (El Niño/Oscilación del Sur).

La propia publicación señala que la mayoría de los modelos predictivos indican el desa­rrollo antes de fin de año de ese complejo proceso de interacción océano-atmósfera, cuya duración debe extenderse hasta la primavera del 2015.

El principal impacto del ENOS sobre el cli­ma cubano suele producirse entre enero y abril, cuando tienden a aumentar de forma ge­neral los totales de precipitaciones por encima de los valores normales, unido en algunas ocasiones a la presencia más frecuente de fenómenos naturales significativos, como episodios de lluvias intensas, brotes de tormentas locales severas, e inundaciones costeras, aunque no siempre genera iguales efectos.

Casi siempre en los inviernos transcurridos bajo la influencia del ENOS el número de frentes fríos que entran al territorio nacional supera el promedio histórico por temporada, que está en el orden de los 20.

Sobre el tema, el máster en Meteorología Evelio Alberto García Valdés manifestó a Gran­ma que la cantidad de estos que afectan a Cuba muestra una alta variabilidad interanual, dan­do lugar a la presencia de ciclos alternos de ma­yor o menor frecuencia.

Así por ejemplo el récord absoluto es de 35, establecido en el invierno de 1976-1977, mientras la menor cantidad se registró en el de 1996-1997, cuando llegaron solo 11.

Definidos como una zona límite entre dos masas de aire con marcado contraste térmico (una fría y la otra caliente), los frentes se clasifican en nuestro país atendiendo a la velocidad máxima media del viento sostenido, medido en la superficie a nivel del mar.

Son considerados débiles aquellos acompañados por vientos inferiores a 35 kilómetros por hora; moderados de 36 a 55 km/h, y fuertes si igualan o superan los 56 km/h.

Tomando en cuenta la cifra total de arribo de estos sistemas meteorológicos, las temporadas se agrupan en las categorías de poco activa (por debajo de 16), normal de 17 a 21,  activa de 22 a 26, y muy activa cuando sobrepasan la última cifra mencionada.

De acuerdo con lo aparecido en el libro Impacto del Cambio Climático y Medidas de Adaptación en Cuba, en las últimas dos décadas hay una apreciable tendencia a la disminución de los frentes fríos moderados y fuertes, hecho que pudiera estar asociado a una irregularidad en los procesos de intercambio de las masas de aire entre el trópico y las latitudes medias.

Para el doctor en Ciencias Ramón Pérez Suárez, investigador del Centro del Clima del Ins­tituto de Meteorología, la ocurrencia de tem­peraturas mínimas significativas en la prime­ra quincena de noviembre y la prevalencia de días frescos, no implica necesariamente que va­yamos a tener un invierno frío, porque ello de­penderá del comportamiento específico de la circulación general de la atmósfera en los venideros meses de diciembre, enero y febrero.

De momento todo parece indicar que el mar­­tes próximo tendremos un nuevo frente frío transitando sobre la región occidental, tras cuyo paso ocurrirá un descenso de las temperaturas.

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Rick Tapir dijo:

1

14 de noviembre de 2014

19:42:59


Como debe estar el burro de Bainoa ? con estos frios.

roberto dijo:

2

17 de noviembre de 2014

09:35:28


molto interessante grazie del'ottima informazione.

kyo dijo:

3

19 de noviembre de 2014

20:47:04


Soy de hay y es candela lo que uno se adapta cada vez que va a hacer frio decimos hoy tiembla el mono si de corazon hace tremendo frio y muy seco que es peor todavia aller y hoy ya saben candela ni los perros bagabundos salen a la calle

Alvaro dijo:

4

20 de noviembre de 2014

08:06:43


Claro el frio refresca nuestro caliente clima cubano,pero por lo menos los cosecheros de tabaco en lsla seran quienes mas lo deseen,clima frio con poca humedad sera una cosecha de tabaco de primera en Cuba,y que no hablar de un clima asi para la recuperacion de nuestra primera industria la azucarera,Dios esta con nosotros aprovechemos las bondades de este invierno y hagamos mas prospera nuestra isla.