La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) aseguró que el ritmo de recuperación de la economía mundial depende de la rapidez con que se ejecute el proceso de vacunación contra la COVID-19.
En su informe Perspectiva Económica Provisional, publicado el pasado martes, la OCDE aclara que las perspectivas económicas han mejorado en los últimos meses, sobre todo porque a finales de 2020 hubo un repunte del comercio y la producción industrial. De esta forma se prevé un crecimiento del producto interno bruto (PIB) mundial del 5,6 % este año y de cuatro puntos porcentuales en 2022.
El organismo espera que la producción global alcance niveles prepandémicos a mediados de 2021, pero el ritmo y la duración de la recuperación dependerán de la carrera entre las vacunas y las variantes emergentes del virus. «En el escenario al alza, las perspectivas de crecimiento mejorarían si la producción y distribución de dosis se acelera, si hay una mayor coordinación global, y si se logra anticiparse a las mutaciones del virus», aclara el informe.
Asegura que acelerar la producción y el despliegue de las vacunas es la mejor política económica con la que contamos en la actualidad para que nuestras economías y el empleo vuelvan a crecer. En este sentido advierte que el despliegue mundial de vacunas sigue siendo desigual, con restricciones que persisten en algunos países y sectores.
De acuerdo con el estudio es probable que la recuperación sea más moderada en las economías de mercado emergentes de América Latina y África en medio de un resurgimiento del virus, un lento despliegue de vacunas, y un margen limitado para el apoyo político adicional.
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