Concluyó la primera ronda en la fase de grupos de la Copa del Mundo, y no pudo haberse dejado para el partido final a otra selección que no fuera la pentacampeona Brasil.
El equipo del gigante sudamericano tuvo en Serbia a un rocoso rival al que venció por 2-0. Pero más allá de ser contundente, ha dejado interrogantes.
En el estadio Lusail le costó mucho a Brasil romper el muro defensivo de los serbios, cuyo entrenador Dragan Stojkovic fue conservador, al dejar en el banco a referentes ofensivos como Filip Kostic y Dusan Vlahovic.
Este Brasil tiene mucho talento, pero funciona a medias. No da una circulación total del balón, le falta asociarse mejor y la verticalidad no la explota frecuentemente. El experimento Neymar/Vinicius apenas pasó el examen: cuando uno agarra el balón, el otro casi no interviene en la jugada.
Pero Brasil acumula calidad para ganar, aun sin el juego ideal. Una cabalgata de Neymar, a quien se le escapó el balón de los pies, para quye le cayera a Vinicius, y tras su remate Richarlison empujó el rebote del portero, desató la locura de millones de personas por todo el mundo.
Era el minuto 62 y el premio a la insistencia se hizo realidad, pero al 73 apareció de nuevo Richarlison ejecutando una pirueta, candidata a gol del mundial. Fin del relato, ganó Brasil, pero hay trabajo que hacer.
VALVERDE NECESITA UN SOCIO
El cuarto 0-0 del Mundial lo firmaron Uruguay y Sudcorea, en un juego que se fue diluyendo con el paso de los minutos. Los dos elencos corrieron, se sacrificaron para tener el balón, pero no generaron peligro.
Uruguay juega así: se prepara para el contragolpe, pero hoy su delantera luce apagada. Suárez y Cavani vieron pasar sus mejores años, mientras Darwin Núñez no está a la altura para reemplazarles.
Federico Valverde solo no puede resolver los partidos, necesita un socio que le de la mano, sino este Uruguay pasará apuros en busca de la victoria.
CR7 DE 5-5
El duelo entre Portugal y Ghana iba por el mismo camino hasta el minuto 58, cuando la película cambió y terminó por convertirse en el juego más emocionante del Mundial, hasta ahora.
El altercado protagonizado entre el europeo Joao Félix y el africano Alidu Seidu, a la altura de la hora, transformó el guion del juego. La cancha se agrandó y los espacios aparecieron. Primero fue Cristiano Ronaldo al recibir un pase filtrado, generándose un polémico penal. Con su habitual temple, el número 7 lo convirtió en gol, en el minuto 65, válido para que arribará a cinco copas marcando récord mundialista.
Las Estrellas Negras no se arrugaron: redoblaron sus esfuerzos para anotar, premio que logró André Ayew (73´). Portugal respondió con par de goles, tras dos recuperaciones en el centro del campo. Las dos asistencias de Bruno Fernandes a Joao Félix (68´) y Rafael Leao (80´) parecían la tranquilidad.
Pero otra vez Ghana no iba a claudicar. Osman Bukari puso el segundo en el 89. Se dieron nueve minutos de descuento y la entrega de ambos fue notable en cancha, hacía falta un gol más para cualquier lado, pero el 3-2 no se movió. Las palmas para las dos escuadras por regalar un duelo de altura.
RELOJ SUIZO DIO LA HORA
Suiza, nación reconocida a nivel internacional por la calidad de sus relojes, funcionó en el partido ante Camerún como el mecanismo de uno de ellos: con precisión, cualidad que le bastó para capturar la victoria por 1-0.
Las tres líneas de posición suizas mostraron contundencia ante un oponente peligroso y veloz.
No hay peor cuña que la del mismo palo. Breel Embolo anotó con placer en el corazón del área camerunesa en el minuto 48. Suiza enseñó recursos para enfrentar a un «peso pesado».
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