El cien, número mágico redondo, que en el escenario mundialista viene aderezado de privilegio, clase y prestigio. Inalcanzable para muchos, señal de calidad y entrega. Independientemente de haberse despedido con deudas y dolor algunos de los centenarios de nuestra relación en este Mundial de Fútbol Brasil 2014, bien merece la pena el reconocimiento.
Así comenzamos por el mediocampista holandés Wesley Sneijder, quien el 13 de junio del 2014, debutó en la Arena Fonte Nova cumpliendo el centenar de convocatorias con la selección, en esa oportunidad ante España. El 10 de los tulipanes asistió a De Vrij en el tercer gol de su elenco.
Dos de las armadas históricas arribaron a 100 partidos en este Mundial: Alemania inició la senda el 16 de junio del 2014. De los botines de Thomas Müller (anotó hat trick), la Mannschaft registró una actuación demoledora en el propio estadio de Salvador de Bahía, al imponerse por 4-0 ante el Portugal de Cristiano Ronaldo.
La otra potencia futbolística capaz de conseguirlo fue Brasil, el 23 de junio del 2014 en su goleada de 4-1 sobre Camerún en el Nacional de Brasilia, por demás sonrisa 69 del Scratch en sus 20 participaciones, única nación en asistir a todas las ediciones.
Si de satisfacciones de la Canarinha se trata, pese a la fractura de vértebra que le imposibilitó seguir brillando y tirar de su selección en semifinales, Neymar no podía dejar de grabar su firma: quién mejor que él para anidar el balón número 100 de Brasil 2014, en ese mismo desafío. Una internada como un bólido en el área penal camerunesa y un morterazo raso, imparable para Charles Itandje dictaron la sentencia.
Pero si hablamos de dianas, no podemos obviar al francés Olivier Giroud, autor el 20 de junio del tanto número 100 de su armada en Copas del Mundo. Devino agraciado frente a Suiza el delantero centro del Arsenal, quien envió al fondo de las redes el corner ejecutado por Mathieu Valbuena, sin opciones para el meta Benaglio.
Toca el turno a otros jugadores que imitaron a Sneijder en materia de ser convocados en 100 ocasiones con su selección nacional, señal del peso y la responsabilidad que cada uno ocupa con sus respectivos elencos.
En esa condición, el primero fue el colombiano Mario Yepes, el 19 de junio. El veterano defensa de 38 años festejó ante Costa de Marfil el triunfo por 2-1, que prácticamente los colocó en octavos de final. Para el capitán Yepes, significaba su segunda participación mundialista, toda vez que la nave cafetera no se clasificaba a la cita desde 1998.
Javier Mascherano, llegó a los 100 encuentros con Argentina el 21 de junio. Decidió el destino que fuera en su primera batalla ante Irán, el encuentro de gracia para el dorsal número 14 de la Albiceleste.
Ese propio día el zaguero central teutón, Per Mertesacker, arribó a la centena mágica con los suyos. Tomaría entonces Fortaleza el jugador del Arsenal, mientras sudaron la camiseta para abrazarse a dos in extremis con las Estrellas Negras de Ghana. Mertesacker es el décimo jugador alemán que alcanza tan insigne marca.
Dirk Kuyt, firmó los 100 partidos con Países Bajos, el 29 de junio, en desafío crucial de octavos frente a México, con una segunda mitad trepidante. La incansable labor de Kuyt resumió a la perfección el espíritu de lucha de la Oranje, a la postre vencedora por 2-1 luego de remontar el marcador inicial adverso.
Joseph Yobo de Nigeria cumplió los 100 el 30 de junio. Entró de cambio por Godfrey Oboabona contra Irán en calidad de eje defensivo y capitán de las Águilas Verdes. Sus dos siguientes choques de la fase de grupos fueron el 98 y el 99 de su trayectoria. Y contra Francia en octavos, pese a ser eliminados 0-2 y anidar la Brazuca en propia puerta, Yobo celebró su centenar de convocatorias, si con semejantes baldes de agua fría se puede hablar de festejo.
Otro que vivió la centena con sabor amargo fue Andrés Iniesta el 23 de junio. El héroe de Sudáfrica 2010 y genio creador del Barcelona levantó su cabeza ante Australia, para despedirse con par de asistencias en el salvamento de la honrilla: Goleada de 3-0 a costa de los socceroos.
Calidad y el peso de la centena sobre muchos onces y futbolistas. La mirada y respeto que genera esa cifra en sus semejantes, en la torcida. Inscripción en la historia del más universal. En fin, privilegio, clase y prestigio.
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Gustavo dijo:
1
11 de julio de 2014
11:29:19
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