RÍO DE JANEIRO.—Aunque el mensaje no tiene nada que ver con los Juegos Olímpicos, sí expresa el espíritu de ellos y la importancia de un líder y de un hombre que ama su deporte.
En la cuenta de Facebook de Alfredo Despaigne, el cuarto bate de los equipos Cuba, hoy con los Marineros del Chiba Lotte en la liga profesional japonesa, se puede leer: “Felicito a nuestro equipo de pelota Sub-15 que acaba de ganar en el Mundial de esa cate-
goría”.
Y como los cubanos sucumbimos a los encantos del béisbol, desde aquí seguimos la arrancada de la 56 Serie Nacional y los triunfos en la apertura de Matanzas, Industriales, Artemisa, Villa Clara, Camagüey, Granma y Guantánamo. Pero más que eso, la buena noticia del regreso de Frederich Cepeda, quien según conocimos iniciará de bateador designado.
En esta ciudad son varios los motivos para celebrar, pero Vietnam y Kosovo, más que ninguna otra delegación. Hoang Xuan Vinh,
excoronel del ejército vietnamita, y Majlinda Kelmendi, en la división de 52 kilogramos del judo, les dieron a esas naciones sus primeras medallas de oro en la historia de estas citas bajo los cinco aros. Xuan Vinh ya era titular del orbe del pasado año en la pistola de aire y Kelmendi había competido por Albania, en Londres 2012.
Los que sí no tienen nada de qué alegrarse son los ciclistas que cubrieron las competencias de ruta de esta edición olímpica. En la porfía varonil, el italiano Vincenzo Nibali se rompió ambas clavículas luego de que perdiera el control de su bicicleta, lo que causó la caída del colombiano Sergio Henao, quien se fracturó la pelvis.
También tuvo que abandonar la lid el australiano Richie Porte, por una caída que le causó la rotura del omóplato. Y en la justa femenina, a diez kilómetros de la medalla de oro, la holandesa Annemiek van Vleuten derrapó de forma dramática para quedarse sin preseas, y con tres vértebras rotas y múltiples contusiones. Los cuatro tuvieron sus accidentes en la misma zona, en el descenso del sitio conocido como Vista Chinesa.
Mal también la pasó el gimnasta francés Samir Aït Said. Tras su ejercicio en el caballo de salto sufrió la lesión más seria de las dos
primeras jornadas de los Juegos: doble fractura de tibia y peroné.
Y aunque no lamentó ninguna dolencia física, en los Juegos Olímpicos, hasta los dioses lloran, como lo hizo el tenista número uno del mundo, Novack Djokovic, al perder el domingo en su debut frente al argentino Juan Martín del Potro.
Para alejarnos de las malas noticias, les cuento que las medallas de los tres primeros lugares son las que más peso tienen de cuantas se han entregado en la historia de los Juegos, con medio kilogramo. Como se sabe, la de oro tiene solo 1,34 % del precioso mineral y 92,5 % de plata. La del segundo puesto sí tiene más de plata (92,5 %) y 7,5 de cobre. La de bronce posee, 97% de cobre, 2,5 de zinc y 0,5 de estaño. Un dato importante, las preseas se entregan en las convocatorias bajo los cinco aros desde la tercera versión en San Luis 1904 y la última vez que las doradas fueron íntegramente del codiciado metal, fue en Estocolmo 1912.
Y si en la antigüedad estas lides atléticas, celebradas entre el 776 a. n. e. hasta el 393 d. n. e., durante su desarrollo declaraban una tregua sagrada entre las ciudades estados griegas, en la era moderna, hubo suspensiones de tres ediciones por la I y II guerras mundiales. En Río, los estertores bélicos cayeron sobre la delegación de Palestina, que tuvo que improvisar su vestuario en el desfile inaugural porque su equipaje fue retenido por Israel, según leímos en elperiódico.com. Finalmente, con camisas blancas y chalecos negros entraron los palestinos al Maracaná. Y para colmo, una alarma de incendio provocó la evacuación del IBC en el parque olímpico. Afortunadamente solo fue el susto y las televisoras continuaron su trabajo.
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