ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
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RÍO DE JANEIRO.—Muchas son las historias que se viven en unos Juegos Olímpicos, el espectáculo más mediático de cuanto se celebra en el mapa deportivo mundial. Cuba tiene verdaderos hi­tos en estas lides, como aquel do­blón dorado, inédito entonces e irrepetible hasta ahora, de Alberto Juan­torena en 400 y 800 metros en la edición de Montreal 1976. La hazaña está de cumpleaños redondo, 40, en Río de Janeiro.

De esa pequeña Isla caribeña sa­lió la primera mujer latinoamericana en conquistar una corona en citas de este tipo. Lo hizo María Caridad Colón, en Moscú, 1980.

Pero tras esas gestas hay verdaderas leyendas. Juantorena no pen­só nunca ser el Elegante de las Pis­tas, aspiraba a convertirse en una figura del baloncesto, incluso tenía dificultades para sus movimientos por un defecto en sus rodillas. Y la Colón, llegada de la primada ciudad cubana de Baracoa, triunfó justamente cuando pocos pensaban que podía competir, de­bido a una seria lesión en su columna que llevó al doctor Álvarez Cambra a realizarle un bloqueo de columna justo antes de salir a competir. Desplegó todas sus fuerzas en el primer envío, porque no había para más y bañó en oro su esfuerzo.

Gaurika Sigh, nadadora nepalí que logró sobrevivir al terremoto que azotara el pasado año a su país, está aquí abrazada al lema de Río 2016, en busca de un sueño. Pero así viven todos la aventura bajo los cinco aros, solo que ella tiene otra primicia.

Resulta que la muchacha, o la niña, es la más joven competidora (13 años) de los 10 500 reunidos en esta ciudad. Sin embargo, si ella ga­nara una medalla, no sería el atleta (masculino o femenino) de menos edad en conseguir un podio de premiaciones.

Ese mérito lo seguiría mereciendo el griego Dimitrios Loundras, que en los primeros Juegos, los de Ate­nas en 1896, conquistó la presea de bronce en una prueba que ya no existe en el programa de competencia, las barras paralelas por equipos. ¿Y saben qué edad tenía? ¡10 años! Y si Loundras seguirá siendo el más bisoño de los laureados en la historia olímpica, el sueco Oscar Swahn continuará siendo el que con más edad fue medallista. A los 72 obtuvo plata, en Amberes 1920, en el tiro deportivo.

Y Swahn no perdería esa condición, porque aquí, el más longevo de los atletas no es un hombre, sino una mujer; también es tiradora. Lo singular es que ella, la brasileña Anice Texeira, con 54 años, será debutante en estas lides y ha dicho que en Río no acabará su carrera olímpica.

La Gaceta Deportiva, de Ar­gentina, aporta desde esta ciudad otra marca difícil de igualar. Aun­que no es tan joven como Loun­dras, Oskar Kirmes, de 20 años, sí parece tener un singular récord. La madre de este gimnasta, inscrito para la lid carioca, es sueca, el padre estonio y él nació en Is­landia, pero compite por Fin­lan­dia, el país donde se conocieron sus padres en una competencia de gimnasia, pues ambos también practicaron esa disciplina. Kirmes representó a Suecia hasta los 13 años.

Y ya Brasil al fin hizo realidad sus sueños: los Juegos Olímpicos. ¿Saben cuántos intentos hizo esta nación para organizar la magna fiesta deportiva?  Nada menos que seis. Lo buscó para las versiones de 1936, 1940 (esta no se celebró por la Segunda Guerra Mundial), 1956, 1960, 2004 y 2012.

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