BARRANQUILLA.– El deporte es, en esencia, una lucha de contrarios, una batalla de dos bandos que persiguen el mismo objetivo. Muchas veces el duelo es frente a frente, con un intimidante y tenso cara a cara, de puro contacto, y otras veces la pugna se produce a la distancia, solo mediante cruces envenenados de miradas.
Pero no hay nada más atrayente en el universo del músculo que la batalla interna, la batalla de la superación individual que casi siempre es obviada por los medios, enfocados en la cuestión lúdica y no en el crecimiento personal de los atletas, a pesar de que este último detalle es, muchas veces, tan importante como ganar una presea.









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Juan Carlos dijo:
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28 de julio de 2018
01:07:10
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