En los últimos años se han reportado varios incidentes en zonas de almacenamiento de combustible o refinerías de varios países. Las causas de los incendios varían, así como sus consecuencias, pero tienen algo en común: la dificultad para controlar las llamas y los devastadores daños que provocan al medio ambiente.
Una mirada a esos siniestros y a las formas utilizadas para sofocarlos revela la complejidad que siempre entraña este tipo de operaciones.
La tesis de maestría en Protección contra incendios en refinerías, publicada por el español Enrique Gómez Delgado, en 2012, y disponible en internet, junto a reportes de prensa de AFP, BBC y EFE, revela algunas características importantes de esos hechos.
Suncor Energy Inc., en Fort McMurray, 2005, Canadá
La petrolera Suncor Energy Inc., en Fort McMurray, Alberta, Canadá, vivió un gran incendio en la mañana del 4 de enero de 2005. Las llamas irrumpieron en la torre fraccionadora que divide los vapores de hidrocarburos en nafta, queroseno y gasoil.
Se equiparon tres sectores estratégicos, con tecnología para sofocar las llamas. Uno contaba con un coche bomba que arrojaba 3 785 litros por minuto en un chorro aéreo de 16 metros; un monitor de cuatro ruedas, que también descargaba 3 785 litros por minuto; un monitor de piso Blitzfire que descargaba 1 892 litros por minuto; y un monitor elevado a 23 metros que descargaba 3 785 litros por minuto.
Otro sector tenía un coche bomba que arrojaba 3 785 litros por minuto en un chorro aéreo de 32 metros, y un cañón monitor que también descargaba 3 875 litros por minuto, al tiempo que dos monitores de piso descargaban 2 838 litros por minuto. El último sector contaba con dos monitores de cuatro ruedas que descargaron agua a 3 785 litros por minuto, un monitor de piso para 2 838 litros por minuto, y un surtidor Ambassador Gun 7 570 litros por minuto.
Buncefield Oil Storage Depot, 2005, Inglaterra
El 11 de diciembre de 2005 tuvo lugar una explosión en el Buncefield Oil Storage Depot (terminal de almacenamiento de Buncefield), en Inglaterra.
Afortunadamente no hubo pérdidas humanas, pero unas 40 personas resultaron heridas. El fuego que se produjo tras la explosión afectó a unos 20 tanques ubicados en la zona y ardió durante varios días.
El agua y las espumas utilizadas para apagar el fuego, junto con parte del combustible derramado, llegaron al subsuelo a través de desagües y pozos de drenaje, y provocaron daños importantes al medioambiente de la zona.
Caribbean Petroleum Corporation, 2009, Puerto Rico
En octubre de 2009, un incendio en la refinería de petróleo de la empresa Caribbean Petroleum Corporation (Capeco), en Puerto Rico, destruyó cerca de 20 de los 40 tanques de combustible de esa instalación.
Las acciones para lograr el control duraron varios días, hasta que se quemó todo el combustible.
CRP Amuay, 2012, Venezuela
El 25 de agosto se reportó la primera alerta sobre la fuga de propano en el bloque 23 de almacenamiento del CRP Amuay, en Venezuela, lo que provocó que los bomberos de PDVSA actuaran acordonando la zona.
Durante el transcurso del suceso fueron afectados por las fuertes llamas nueve tanques de la zona del bloque 23 de almacenamiento. La tragedia dejó más de 40 muertos, decenas de heridos y cientos de casas destruidas.
Las autoridades demoraron cuatro días en extinguir las llamas, arrojando espuma a las bocas de los tanques.
YPF en Cerro Divisadero, 2014, Argentina
En marzo, un incendio de dos tanques de petróleo provocó la «destrucción total» de una planta de tratamiento de crudo de la empresa YPF en Cerro Divisadero, en la localidad de Mendoza, Argentina, donde 14 personas resultaron heridas.
Para sofocar el incendio se utilizaron «aviones hidrantes» que mitigaron el humo y las altas temperaturas. Aun así demoraron más de un día en controlar la situación.
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Ernesto dijo:
1
8 de agosto de 2022
14:06:30
Ideimis Martinez dijo:
2
8 de agosto de 2022
20:39:28
Juan Carlos Rizo Montes de Oca dijo:
3
9 de agosto de 2022
05:26:37
Rafael Miranda Pedroso dijo:
4
16 de agosto de 2022
10:23:48
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