Amplio rechazo a la agresión de EE.UU. contra Iraq
La inminencia de un
ataque de Estados Unidos contra Iraq sin el consenso de Naciones
Unidas levanta un amplio rechazo en sectores políticos y pacifistas
de Latinoamérica.
EE.UU. vivió ayer un día de intensas manifestaciones antibélicas como estas que muestran las gráficas de AP y Reuters. En Maine los carteles advertían que Bush sacrificará vidas norteamericanas e iraquíes por el petróleo. En San Francisco y Washington niños y pacifistas también mostraban su rechazo a la agresión.
Venezuela, Brasil,
Argentina, Ecuador y Chile encabezan la nómina de gobiernos
latinoamericanos que enfatizan la posición de buscar una solución
pacífica y negociada al conflicto, así como preservar la paz.
Desde Caracas los medios
informativos dedican sus principales espacios al tema de una
eventual guerra y una encuesta revela que el 68% de los interrogados
se opone a una acción militar. La Asamblea Nacional (Parlamento)
aprobó por mayoría un texto de rechazo a una inminente agresión
estadounidense contra esa nación del Golfo Pérsico y advierte de
las consecuencias devastadoras del belicismo de Washington para el
planeta.
En Ecuador, a pesar de
un prolongado debate entre los congresistas, la mayoría se
pronunció en oposición a una agresión armada, la cual no cuenta
con un aval del Consejo de Seguridad y sí con una rotunda repulsa
de la comunidad internacional.
La bancada del Partido
Pachakutik —brazo político del movimiento indígena— se
inclinó por desmantelar las verdaderas intenciones de Washington al
desatar una guerra, como la de apoderarse principalmente del
petróleo iraquí, y no el pretexto de proteger al mundo de una
supuesta amenaza terrorista.
A pesar de las
advertencias de la Cámara de Representantes de Colombia, el
presidente Álvaro Uribe firmó su alineamiento con la Casa Blanca
en cuanto a las represalias contra Bagdad que conducirán a una
ofensiva militar sobre esa nación, calificada aquí de ilegal.
Mientras el Gobierno de
Bolivia juega a un tácito apoyo a Estados Unidos ante el inminente
ataque, parlamentarios, organizaciones humanitarias, agrupaciones
sociales y hasta la Iglesia Católica comparten una posición contra
la guerra.
El 90% de los argentinos
rechazó cualquier intervención del país sudamericano en la guerra
de Estados Unidos contra Iraq, según una encuesta, la cual reveló
que entre los jóvenes esa posición asciende al 95%. En otro
sentido, el mismo sondeo demuestra que el sentimiento
antinorteamericano de los argentinos creció del 57% de hace tres
meses a 70%.
También se reportaron
firmes y emotivas manifestaciones a favor de la paz en Uruguay,
donde el ex rector universitario Jorge Broveto calificó de inmoral
la inminente guerra de la administración de Bush contra Iraq.
Además de la oposición
a la guerra, creciente en todos los sectores, excepto en el Frente
Batllista del Partido Colorado.
Consenso reina hoy en
México en torno a la postura pacifista mantenida por el Gobierno,
que aún reclama una salida antibélica para la crisis del Medio
Oriente, a pesar de la inminencia de una guerra.
Gobernadores de los 31
estados mexicanos y representantes del Congreso de la Unión
respaldaron el rechazo expresado por el presidente Vicente Fox a la
amenaza norteamericana de usar la fuerza para derrocar al presidente
de Iraq, Saddam Hussein.
El senador Gabriel
Valdés, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del
Senado chileno, consideró que el proceder de Bush atropella a
Naciones Unidas. "La guerra va a ser algo que Estados Unidos
iniciará, ojalá no, pero si lo hace, lo hará contra la opinión
de la inmensa mayoría de las Naciones Unidas, atropellando las
normas y principios de la ONU y de la opinión pública", dijo
Valdés a la televisión nacional.
Asimismo,
parlamentarios, intelectuales, políticos, universitarios y
población de Nicaragua rechazaron la guerra encabezada por Estados
Unidos contra Iraq. El congresista Edwin Castro calificó de
irresponsable e inconsulta la decisión del presidente Enrique
Bolaños, al ponerse al lado de la estrategia del Jefe de la Casa
Blanca.
Un total de 42
parlamentarios firmaron una resolución de paz mundial, mientras el
cantante Carlos Mejía Godoy dijo que Washington es irresponsable
ante la humanidad, y se mostró impactado porque uno de sus hijos —Camilo
Mejía Castillo—, quien estudia en una universidad norteamericana,
fue llevado como recluta al Golfo Pérsico. "Su hijo, explicó, al
carecer de recursos económicos, optó por una beca de Artes y
Letras en una universidad, donde tuvo que jurar en 1995 por ocho
años su permanencia en el ejército de Estados Unidos. En mayo
próximo sería desmovilizado".
El primer ministro de
Jamaica, Percival Patterson, rechazó el inminente ataque de Estados
Unidos contra Iraq, y dijo que esa acción unilateral, en la cual se
involucran algunos jefes de Estado, debilitará la integridad de las
Naciones Unidas, así como el acercamiento multilateral a la paz y
la seguridad. En Madrid, la Fundación Cultural y Científica
Iberoamericana José Martí emitió una declaración en la que
condena a Estados Unidos por preparar una agresión en nombre de la
civilización.
"Repudiamos
el terrorismo en cualquiera de sus formas, ya sea de personas o
grupos, ya de estados. ¿Qué diferencia puede haber entre una bomba
asesina situada en un lugar público y una bomba lanzada o
teledirigida desde un avión sobre la población civil?", acotó.
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