BAGDAD, 28 de marzo (PL). — El
centro de Bagdad, la capital iraquí, fue blanco hoy de un ataque de
la aviación anglo-estadounidense, que durante nueve días no ha
diferenciado sus operaciones entre objetivos militares y civiles.
Según testigos presenciales, los
artefactos lanzados por los atacantes golpearon en plena mañana
sobre un área céntrica de esta ciudad, donde ocurrió una fuerte
explosión.
También, afirmaron testigos, el
hostigamiento, que incluyó disparos de misiles cruceros, se
extendió a otras zonas cercanas al casco capitalino.
El asedio de hoy sucede a los severos
bombardeos realizados anoche contra Bagdad, en el intento invasor de
debilitar lo más posible los puestos de defensa y eliminar
estructuras y dependencias imprescindibles.
Este viernes, día sagrado para los
islamitas, los invasores dijeron que atacaron esta capital con
misiles de precisión portados por aviones Stealth B-2, capaces de
evadir los radares.
Afirmaron que la operación tenía
como objetivo destruir una importante planta de una red de
comunicaciones, pero los disparos fueron orientados en direcciones
este y sur.
Al menos dos misiles impactaron igual
número de edificaciones dedicadas a las telecomunicaciones, uno en
la calle Rashid y otro cerca de la avenida de Saadun.
Medios de la prensa occidental
notificaron que varias de las cargas fueron lanzadas contra sedes
del gobierno, entre otras, los Ministerios de Información, de
Planificación y de Asuntos Exteriores.
Por su parte, las baterías
antiaéreas iraquíes persistieron en su función de abortar los
ataques y por largo tiempo estuvieron disparando desde sus puestos,
algunos en techos de edificios.
Esas unidades informaron el derribo
de un avión estadounidense no tripulado, que realizaba actividades
de espionaje en la zona oeste de esta capital.
Una nave de reconocimiento "fue
derribada por nuestro sistema de defensa. Cayó sobre una casa y
ocasionó un incendio. La gente de los alrededores se apresuró en
llegar y apagó (las llamas) en esa vivienda", afirmó un
vecino.
Las autoridades locales trasladaron a
los periodistas para el lugar en que se precipitó el avión espía,
el cual destruyó el piso superior de la residencia.