MADRID, 28 de marzo (PL). — Tan
fuerte como las bombas que caen sobre Bagdad retumbaron hoy en esta
capital la ácidas declaraciones de un alto dirigente del gobernante
Partido Popular en contra de la guerra y del apoyo del ejecutivo
español a la política de Estados Unidos.
La conmoción en medios políticos
obedece no sólo a que es el primer miembro de la dirección del PP
en romper la aparente unanimidad en la cúpula de ese partido, sino
por tratarse de Félix Pastor Ridruejo, dirigente histórico y nada
menos que el mentor político del actual presidente, José María
Aznar.
En entrevista publicada por el diario
El Mundo,
Ridruejo asegura sentir profundo dolor, como muchos de sus
compañeros, porque a su juicio, con la actual política "ha
saltado por los aires la idea de un Partido Popular moderado,
humanitario y cristiano".
Ridruejo, quien dijo sentirse
atónito el día que se inició la invasión, aseguró que "la
guerra es inadmisible para cualquier ciudadano consciente, y cuando
parece inevitable, lo que hay que hacer es evitarla, mientras haya
margen de tiempo, como en este caso lo había en la ONU".
No obstante, justificó la actuación
del presidente del gobierno, José María Aznar, a lo largo de la
crisis, al señalar que ante el avance de los acontecimientos
"llegó un momento en que no pudo dar marcha atrás, pues él
quiso establecer una relación de estrecha amistad con Estados
Unidos y a veces las amistades nos conducen por los malos
caminos".
A juicio del experimentado político,
"Bush es una amistad peligrosa, un personaje lamentable en el
mundo moderno, no es un defensor de los derechos humanos, esos
cientos de presos que mantiene en Guantánamo metidos en jaulas son
una demostración de su calidad moral y política".
Asimismo subrayó que la amistad
hacia Estados Unidos "nos obliga a la gratitud, pero no a estar
a sus órdenes", al tiempo que calificó como un "grave
disparate que traerá consecuencias para España" tomar
posiciones contrarias a Francia y Alemania.
Asimismo Ridruejo auguró serios
problemas en el futuro al Partido Popular, entre ellos la pérdida
del voto del importante sector de cristianos dentro del PP,
"por la absoluta indiferencia del gobierno a las posiciones del
Papa" a favor de la Paz.
Advirtió que mientras algunos
dirigentes restan importancia a la multitudinaria presencia de
jóvenes en las manifestaciones contra la guerra, para él ese es un
gran problema porque identifican al PP como el Partido de la guerra,
y alertó que esa fuerza política puede ser "pulverizada"
en las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo.
Finalmente Félix Pastor Ridruejo
aseguró que no piensa dimitir como miembro del Comité Ejecutivo
del Partido Popular, aunque "entenderé que el partido tome
decisiones sobre mí".