WASHINGTON, 20 de marzo (PL). — El
presidente norteamericano, George W. Bush, ignoró hoy el clamor
internacional de que detenga el ataque contra Iraq, acción que ha
suscitado protestas en todo el mundo.
Funcionarios de la Casa Blanca
dijeron que su jefe recibió un informe sobre las reacciones, la
mayoría contrarias, al primer bombardeo contra dos puntos dentro y
fuera de Bagdad con misiles cruceros y bombas guiadas.
Las mismas fuentes indicaron que Bush
permaneció inmutable y dijo que no alterará su determinación a
llevar adelante el conflicto bélico.
Esa primera incursión dejó un saldo
de una mujer muerta y 14 personas heridas, incluidos niños,
divulgó la CNN.
El presidente de la Comisión Europea
(CE), Romano Prodi, describió el 20 de marzo como "un día
triste y sombrío para todas las naciones del mundo".
"La violencia de la guerra ha
acabado con los esfuerzos de la comunidad internacional para hallar
una solución pacífica a la crisis en la ONU", dijo Prodi en
una declaración antes de una cumbre de la Unión Europea (UE) que
comenzó este jueves.
Tres miembros destacados en el
Movimiento de Países No Alineados (NOAL), Sudáfrica, Cuba y
Malasia, denunciaron el ataque como un "ilegítimo acto de
agresión".
Malasia, actual presidente de NOAL, y
Sudáfrica y Cuba, pasados líderes del movimiento, urgieron a que
se regrese al camino diplomático para obtener el desarme pacífico
iraquí.
Por su parte, el gobierno de Brasil
exigió el "cese de las hostilidades, la restauración de la
paz y el respeto de la integridad territorial de Iraq".
En Beijing, las autoridades chinas
exigieron con firmeza a Washington poner fin a las acciones
militares, para evitar hacer daño a gente inocente, precisó Tang
Jiaxuan, consejero de Estado de China.
Jiaxuan manifestó personalmente la
postura china en conversación telefónica con el Secretario de
Estado, Colin Powell.
El bombardeo, que la Casa Blanca dijo
fue contra "objetivos de oportunidad", y el Pentágono,
por su parte, lo llamó "intento de decapitación" para
eliminar al presidente Saddam Hussein, desató protestas públicas
en docenas de países alrededor del planeta.
En España, las calles de varias
ciudades, en particular Madrid, cuyo gobierno apoya la guerra, se
convirtieron en escenario de espontáneas manifestaciones
multitudinarias de repudio contra la agresión norteamericana.
Unas 150 000 personas se
manifestaron este jueves en Atenas contra la guerra, según
cálculos policiales, mientras se registraron también protestas en
otras ciudades griegas.
En Sydney, varios miles de personas
comenzaron a concentrarse en el centro de la ciudad en el mismo
lugar en que el mes pasado se realizó la más importante
manifestación pacifista desde la época de la guerra de Viet Nam
hace 30 años.
Más de 20 000 jóvenes se
congregaron en la plaza Alexander Platz de Berlín para condenar la
agresión, mientras varias organizaciones anunciaron manifestaciones
en otras 250 ciudades alemanas.
En Gran Bretaña, el movimiento
pacifista convocó hoy a un paro de trabajadores y estudiantes, una
concentración en Downing Street, calle donde está ubicada la
residencia del primer ministro Anthony Blair, y frente al
Parlamento.
Al mismo tiempo, numerosas protestas
de estudiantes y trabajadores animaron las principales ciudades
italianas, especialmente Roma, Milán, Nápoles, Turín y Boloña.
Por otro lado, el diario jamaicano
The Observer criticó que la Casa Blanca presionó a los países
caribeños para que se abstengan de apoyar la convocatoria a una
reunión de la Asamblea General de la ONU para analizar la acción
bélica.