Aumentan víctimas civiles en Bagdad
Numerosos muertos,
heridos y edificios destruidos en esa capital. Afirman que la
Guardia Republicana causó fuertes bajas a las tropas invasoras
BAGDAD, 27 de marzo.—
Al menos 15 cuerpos calcinados yacían en una populosa calle de
Bagdad, mientras el presidente George W. Bush celebraba la
"precisión letal" de los pilotos norteamericanos, luego
de que la aviación bombardeara en la mañana de ayer a esta
capital, acción que se repetiría anoche y en la madrugada de este
jueves.
Iraquíes protestan
contra el bombardeo norteamericano-británico a un mercado en Bagdad
que dejó un saldo de 15 civiles masacrados.
Hoy, y por octavo día
consecutivo, Bagdad amaneció bajo el estruendo del intenso
bombardeo enemigo en el Sur y centro, donde se registraron más de
40 explosiones en las primeras horas.
Ayer, la andanada de
misiles lanzadas por aviones norteamericanos destruía un mercado en
el distrito de Shaab, impactaba una escuela y hacía añicos
viviendas, causando al menos 29 muertos y decenas de heridos, todos
civiles, los que se suman a los cientos de víctimas de la
agresión.
Además, el ministro de
Información de Iraq, Mohammed Saeed al-Sahaf, informó que las
fuerzas lideradas por Estados Unidos habían herido a más de 500
personas y destruido más de 200 hogares en la ciudad de Nassiriya.
Anoche, en el Norte de
Iraq, la aviación estadounidense bombardeó a la ciudad de Mosul,
mientras sus paracaidistas tomaban un aeródromo, en un lugar no
identificado, según EFE.
En el segundo día de
intensas tormentas de arena que azotan a Iraq, las fuerzas
estadounidenses libraron sangrientas escaramuzas en su avance hacia
Bagdad desde el Sur del país. A siete días del comienzo de la
batalla, las tropas estadounidenses dicen estar a unos 80
kilómetros de esta capital, donde fueron virtualmente frenadas por
el mal tiempo, que aún continúa, y por los ataques iraquíes.
Reporta AFP que las
unidades especiales de la Guardia Republicana, participaron este
miércoles por primera vez en los combates contra las fuerzas
anglo-norteamericanas, a las que ocasionaron graves pérdidas,
anunció un portavoz militar iraquí, quien afirmó que fueron
muertos numerosos enemigos y destruidos seis blindados,
principalmente en la ciudad de An Najaf —en la región del río
Éufrates—, en torno a la cual se libran aún intensos combates.
Según el vocero
militar, las fuerzas iraquíes abatieron también un helicóptero
británico en la región de Basora, en el Sur, y dispararon un misil
de mediano alcance contra la base aérea Ali Salem, situada en
Kuwait.
Las fuerzas
estadounidenses y británicas han perdido en total, además del
helicóptero, 11 tanques y 12 vehículos de transporte de tropas
durante las últimas 24 horas, precisó el portavoz, dice AFP.
Al Sur de Bagdad, el
corresponsal de Reuters, Sean Maguire, quien acompañaba a los
marines estadounidenses en su avance hacia el Norte, vio una decena
de cadáveres entre vehículos ennegrecidos en la ruta norte del
pueblo de Shatra, donde un convoy de EE.UU. fue atacado por un
pequeño grupo.
Mientras, Bush se
mantenía eufórico y triunfalista en una alocución a tropas
estadounidenses y a sus familiares en la base aérea de MacDill,
sede del Comando Central del ejército de Estados Unidos, en el
estado de la Florida, aunque no ocultó su cautela ante la Guardia
Republicana, a la que, dijo, pertenecen los efectivos más
temerarios de Iraq.
La operación de cerco a
Bagdad ha podido avanzar penosamente por zonas desérticas hasta la
ciudad de An Najaf, a unos 150 kilómetros al Sur de Bagdad, donde
la Tercera División de Infantería norteamericana es sometida a un
graneado fuego.
Los invasores también
están estancados en los combates en torno a Basora, afirmó por su
parte la televisión iraquí, luego de restablecer sus
transmisiones, interrumpidas por un ataque aéreo en la madrugada de
este miércoles.
El Pentágono dijo que
estaba enviando al Golfo Pérsico a su Cuarta División de
Infantería de alta tecnología y a otras unidades con un total de
30 000 soldados para reforzar la invasión a Iraq.
Este miércoles comenzó
la reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para debatir
la agresión de Estados Unidos a Iraq, a petición de la Liga Árabe
y del Movimiento de los Países No Alineados, y el embajador
iraquí, Mohamed Aldouri, denunció que el desarme era solo era un
pretexto y la agresión anglonorteamericana se encaminaba a cambiar
el mapa político del Medio Oriente para asegurar allí los
intereses de Washington y Tel Aviv.
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