NACIONES UNIDAS, 21 de marzo (PL). — La
alternativa de convocar a la Asamblea General de las Naciones Unidas
para tratar sobre la agresión estadounidense contra Iraq se
mantiene hoy en pie como una posibilidad en medios diplomáticos
aquí.
El primero en apuntarlo públicamente fue el
embajador iraquí, Mohamed Aldouiri, hace dos días, al término de
una sesión de consulta del Consejo de Seguridad en la que
participaron cinco ministros del exterior de estados miembros.
Corresponsales de prensa, advertidos de otras
opiniones convergentes, le formularon una pregunta al respecto al
presidente temporal del órgano, Mamady Traoré, para la que dijo no
tener una respuesta.
Este viernes todas las misiones acreditadas
recibieron por el correo electrónico una fundamentada propuesta de
parte de una organización no gubernamental con estatuto consultivo
en las Naciones Unidas.
El capítulo europeo del Servicio Paz y Justicia
(SERPAJ) sostiene que se debe convocar con urgencia a la Asamblea
General "ante el evidente bloqueo del Consejo de Seguridad para
paralizar la invasión a Iraq".
A su juicio, se ha presentado una situación de
"desconocimiento y eventual violación por parte de Estados
Unidos y otros Estados, como el Reino Unido y España del sistema de
mantenimiento de la paz y la seguridad representado por las Naciones
Unidas".
Según argumenta, existe un mecanismo denominado
"Unión pro Paz", establecido mediante la resolución 377,
de 1950, que prevé que en caso de que el Consejo deje de cumplir
con su responsabilidad primordial, toca a la Asamblea General
examinar inmediatamente el asunto.
Por una ironía impredecible entonces, fue Estados
Unidos quien lo promovió ante la eventualidad de que la Unión
Soviética ejerciera el veto en víspera de la guerra en Corea.
Desde esa fecha se ha recurrido a ese procedimiento
en 10 ocasiones, entre ellas durante el conflicto del canal de Suez,
en 1956, la intervención norteamericana en Líbano en 1958, la
crisis entre India y Paquistán, en 1971, y el contencioso de Bosnia
y Herzegovina en 1992.
Para activar el mencionado mecanismo se requiere una
solicitud de siete miembros del Consejo o de una mayoría de los
miembros de la Asamblea General.
En tanto el dividido órgano de la ONU desplazó hoy
su foco en una sesión de consulta a buscar la forma de socorrer a
la población civil iraquí, bajo el impacto de una arrasadora
acometida bélica.