Londres, 11 de abril.— La
estrategia energética de Washington en Iraq, dirigida a una
reactivación en el bombeo de crudo, representa hoy una amenaza
potencial para la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP).
En medio de los combates, varios
analistas alertaron ya sobre la incertidumbre que domina la
participación futura de Bagdad en el cártel, el cual aporta cerca
del 36 por ciento de la producción mundial del oro negro.
Al respecto, Washington podría
utilizar a Iraq contra los intentos del organismo por establecer los
precios del crudo, al promover el incumplimiento de las cuotas de
bombeo fijadas por la OPEP para garantizar un suministro adecuado a
los consumidores.
Sin dudas, el pastel de la nación
árabe resulta particularmente atractivo para la Casa Blanca, pues
dispone de reservas de hidrocarburos por mas de 110 mil millones de
barriles (las segundas del mundo después de Arabia Saudita), unido
a importantes volúmenes de gas natural.
Según expertos, la recuperación de
la capacidad productiva hasta los registros de los 90 -unos 3,5
millones de barriles diarios- requiere de inversiones que oscilan
entre tres mil y cinco mil millones de dólares, nivel que puede
lograrse en un plazo de dos años.
Tras la guerra de 1991, Iraq quedó
fuera del sistema de cuotas del cártel y comercializa su crudo bajo
la fórmula de Naciones Unidas de "petróleo por
alimentos", con ventas en torno a los dos millones de barriles
diarios y en fases renovadas cada seis meses.
Con la estrategia de la Casa Blanca
para la futura administración de ese país, los analistas apuestan
por una dinámica expansión de la industria petrolera para
aprovecharla en su beneficio, aunque a la luz pública esgrime el
argumento de que la misma solo favorecerá al pueblo iraquí.
Las señales más recientes revelan
que los precios del petróleo se enfrentan con la amenaza de una
severa contracción a corto plazo, como consecuencia de la
posibilidad de un rápido retorno del crudo iraquí a los mercados
energéticos.
Expertos de firmas consultoras
recordaron que tras el inicio de la guerra de Estados Unidos contra
Iraq, las cotizaciones del oro negro acumulan un descenso de casi el
30 por ciento, para situarse por debajo de los 30 dólares el
barril.
En ese sentido, muchos ya mencionan
una pronta recuperación de la producción petrolera de Bagdad, la
cual podría llegar en un plazo relativamente corto hasta 2,8
millones de barriles por día.
Ante las nuevas señales en torno a
los precios, la OPEP convocó a una reunión ministerial
extraordinaria para el 24 de abril, con vista a evaluar la
situación de los mercados, en una coyuntura donde se aprecia un
exceso de oferta que amenaza con el desplome en el valor de los
energéticos. (PL)