BAGDAD, 10 de abril (PL). — Fuerzas del ejército iraquí y unidades militares anglo-norteamericanas prosiguen hoy los combates en el barrio de Otaifya, centro de esta capital, cuyos pobladores mantienen la resistencia a las tropas invasoras.

Fieles al presidente iraquí, Saddam Hussein, los fedayines (milicianos) continúan sus enfrentamientos contra los soldados norteamericanos que ayer ocuparon Bagdad.

También se reportaron disparos cerca de una mezquita Imán aquí en la capital, en las proximidades del río Tigris y en el sector centro norte de la principal ciudad de Iraq.

El más reciente de estos enfrentamientos dejó un militar estadounidense muerto y otros 13 resultaron heridos por disparos de combatientes iraquíes.

Entre tanto, la población aprovecha el desorden civil reinante para saquear las instituciones estatales y edificios públicos como la embajada alemana y el centro cultural francés.

Televisores, refrigeradores, alfombras, computadoras y otros cientos de artículos son trasladados en carretillas y camiones desde el centro hasta los barrios más pobres de la periferia.

En otras zonas el fuego se adueña de los inmuebles y el humo se riega por toda la ciudad.

Los ministerios de Energía y Petróleo, así como el de Transporte, fueron consumidos por las llamas, al igual que la sede del Comité Olímpico iraquí, mientras que el Ministerio de Educación quedó calcinado parcialmente.

Este jueves se escucharon explosiones en un edificio incendiado cerca del Ministerio del Interior, causadas al parecer por municiones y cohetes que había dentro de esa instalación.

Bagdad es un hervidero de cadáveres de hombres, mujeres y niños cuyos cuerpos han quedado abandonados en medio de las calles o en las carreteras aledañas, según dijeron testigos presenciales.

La situación en los centros de salud, llenos de heridos y lesionados, es muy crítica, dada la falta de agua, electricidad, medicamentos y la escasez de personal médico y auxiliar para atender a los miles de personas que se encuentran hospitalizados.

Por otro lado, los canales de radio y televisión nacionales llevan días sin funcionar, y la población vive en un estado de desinformación total.