WASHINGTON, 3 de abril (PL). — Al
menos cuatro bombas especiales que inutilizan las instalaciones
eléctricas han lanzado en Iraq las fuerzas estadounidenses,
admitieron hoy funcionarios del Pentágono.
Con el fin de destruir lo que la Casa
Blanca denomina infraestructura enemiga los proyectiles especiales
dispersan filamentos de carbono que producen cortocircuitos en todos
los aparatos eléctricos en miles de metros a la redonda.
Conocida también como bomba de
apagón esta arma destruye transformadores y otras instalaciones de
alto voltaje y como "daño colateral" la combustión del
carbono provoca incendios.
Al impactar con el blanco libera 202
ojivas secundarias BLU-114/B, que tras explotar diseminan una densa
nube con enormes cantidades de filamentos de carbono.
Medios del Pentágono dijeron que una
bomba eléctrica de 900 kilogramos puede repercutir en 126
kilómetros cuadrados, por lo que pueden atacar varios objetivos a
la vez.
Su alcance depende de la altura de la
cual es lanzada: a mayor altitud mayor radio de acción aunque
desarrolla menos energía destructiva, y viceversa.
Estados Unidos ya utilizó estas
bombas contra Iraq durante el anterior conflicto del Golfo Pérsico,
en 1991.
También Yugoslavia sufrió los
ataques con CBU-94 en el 1999 cuando tras los bombardeos el 70 por
ciento de Serbia quedó sin energía eléctrica.
Otro tipo de bomba que Estados Unidos
está usando contra Iraq son las BLU-82 lanzadas en Bagdad con un
peso de 15 000 libras y una carga explosiva de 12 600
libras de pólvora de aluminio.
Brigadistas españoles que de forma
voluntaria brindan asistencia médica en ese país árabe narraron
que la también conocida como Podadora de Margaritas produce una
onda de choque de mil libras por pulgada cuadrada con efectos
devastadores a 600 metros del punto de impacto.
Relataron que tal ingenio destructivo
fue lanzado contra Bagdad, y a tres kilómetros a la redonda del
sitio de impacto hizo estallar los cristales y puertas de madera de
todos los edificios y luego levantó una columna de fuego de unos 40
metros dejando un rosario de 70 civiles muertos, denunciaron los
internacionalistas.