NACIONES UNIDAS, 3 de abril (PL). —
La vice secretaria general de la ONU, Louise Frechette, estimó hoy
que la situación humanitaria en Iraq se deteriora agudamente a la
vuelta de tres o cuatro semanas cuando comenzarán a faltar los
alimentos.
Durante una sesión de consulta del
Consejo de Seguridad dijo que ya se resiente en forma
considerablemente los efectos de la guerra, pero todavía no resulta
muy crítico.
Por lo pronto se advierte escasez de
agua en un 50 por ciento en Bagdad y Basora, las dos principales
ciudades del país, con peligros de que estallen epidemias y los
hospitales encuentren crecientes dificultades para el tratamiento de
heridos y enfermos.
Al menos cinco hospitales, uno de
estos infantil, fueron atacados por las fuerzas
anglo-norteamericanas invasoras, confirmó en Amman, el portavoz de
la oficina coordinadora de socorro humanitario de la ONU.
Frechette reconoció la labor de los
más de 3 000 empleados iraquíes de las agencias
especializadas del sistema que "hacen lo mejor para continuar
suministrando asistencia esencial en la mayor extensión
posible".
Informó, asimismo, que una misión de
la ONU se trasladó a la ciudad portuaria de Umm Qasr, bajo
ocupación, para gestionar que la organización mundial reinicie
allí sus habituales operaciones, interrumpidas por el ataque
militar anglo-norteamericano.
Fuera de esta cuestión, el Consejo
de Seguridad aprobó una recomendación del secretario general, Kofi
Annan, para prorrogar hasta el 6 de julio próximo la misión
observadora entre Iraq y Kuwait, que fue evacuada en víspera de la
agresión.
Esto último recibió fuertes
críticas por parte de las autoridades de Bagdad, que consideraron
abrió el camino para las tropas invasoras.