BAGDAD, 2 de abril (PL). — Los
combates entre las tropas agresoras del eje Estados Unidos-Gran
Bretaña y las de Iraq, que defienden el sur del país y les cierran
el paso hacia esta capital, continuaban hoy igualmente encarnizados, se informó oficialmente.
Pero hasta el momento no se puede
precisar con exactitud la situación en esa región, pues los partes
de guerra son contradictorios.
El ministro iraquí de Información,
Mohamed Said al Sahaf, desmintió este miércoles, en la televisión
local, que los atacantes hubieran abierto una brecha en las defensas
de Karbala y Najaz, en el sur, y avanzaban hacía esta capital.
Said al Sahaf, en su habitual rueda
de prensa ironizó que "les daríamos la bienvenida en Bagdad,
pero puedo asegurarles que esa información es falsa".
Trascendidos de prensa hoy en esta
capital daban cuenta de que la Tercera División de Infantería
estadounidense había perforado las defensas de la Guardia
Republicana en el flanco occidental de la ciudad de Karbala a 80
kilómetros al sur de Bagdad, hacia donde avanzaban.
Según ese reporte, con ribetes
sensacionalistas, la Guardia Republicana se desangra en Karbala bajo
intenso bombardeo de la aviación del eje desde anoche.
El parte fue aún mucho más allá y
precisó que 20 iraquíes murieron y un gran número, aunque
indeterminado, cayó prisionero, mientras las tropas norteamericanas
no sufrieron ni siquiera un herido.
En ese sentido, el titular de
Información iraquí indicó que había hablado con el gobernador de
Karbala esta misma mañana, quien reconoció que, en efecto, se
libraba una encarnizada batalla, pero aún nada indicaba que los
defensores fueran derrotados por los norteamericanos.
Con todo, hemos enviado a dos equipos
de televisión a Karbala para demostrar que la población aún sigue
en manos del Ejército iraquí, afirmó.
Said al Sahaf desmintió que los
atacantes hubieran capturado un estratégico puente sobre el río
Tigris, pero evitó entrar en detalles.
Al dar el parte diario de víctimas
iraquíes por los indiscriminados bombardeos de la víspera sobre
zonas civiles, precisó que fueron 24 muertos, 10 de ellos en esta
capital, y 180 en las seis provincias meridionales, sujetas a severo
castigo por los invasores.
De acuerdo con otras fuentes
autorizadas, los atacantes norteamericanos rehuyen establecer
combates en las ciudades que jalonan el camino hacía Bagdad.
En Basora, por ejemplo, rodearon el
perímetro urbano, dejaron una fuerza de hostigamiento y
prosiguieron su camino hacia el norte con el fin de arribar a esta
capital con la mayor brevedad para asediarla y rendirla sin tener
que enfrascarse directamente en un combate por ella.
Para esos mismos observadores, los
invasores no tienen ningún deseo de trenzarse en un choque calle
por calle ni casa por casa en una Bagdad erizada de defensores
dispuestos a morir por ella, a juzgar por los combates en el sur.