WASHINGTON, 2 de abril (PL). — Pese a 13 días de intensos bombardeos y 10 de un constante asedio por una fuerza mejor equipada y con mayor poder de fuego, la sureña ciudad de Basora sigue hoy en manos de las defensas iraquíes, comprobaron medios de prensa occidentales.

La artillería británica y los aviones y helicópteros estadounidenses han castigado con calibre pesado las posiciones iraquíes dentro y fuera de la localidad, así como objetivos gubernamentales, según sus fuentes de inteligencia, por tratar de ocupar la segunda ciudad en importancia de Iraq.

Particularmente intensos fueron los bombardeos de las dos últimas noches.

El mando central anglo-norteamericano proclamó éxito en su ofensiva y los ataques de sus tropas han generado una crisis humanitaria de grandes proporciones para el 40 por ciento de su población.

Sin embargo, "el Partido Baath (de Saddam Hussein) y el ejército se mantienen muy fuertes", dijo uno de los ciudadanos de Basora consultado por el corresponsal del diario estadounidense The Washington Post.

Periodistas occidentales que el Pentágono permitió, bajo estrictas reglas de cobertura, que estuvieran con sus fuerzas, conversaron con comerciantes de Basora en un punto de control distante de la urbe en la carretera a la localidad de Zubair.

Un hombre identificado por el diario solo por su nombre, Ali, denunció que los ataques están causando numerosas bajas civiles. "¿Por qué están matando a nuestros niños?", cuestionó.

Las anécdotas recogidas por el diario de las personas que salen y entran de la sitiada ciudad en busca de alimentos desmienten los alegatos de los jefes militares aliados de que la población vive bajo el miedo a las autoridades y que las milicias usan a los residentes como escudos humanos.

Un funcionario de la ONU, contactado en Kuwait según el Post, dijo que el gobierno iraquí distribuyó raciones extras de comida en previsión de la guerra, lo cual permitiría —calculó— que las familias tengan alimentos hasta el final de abril.