Queridos amigos de las FAR,

Aunque tal vez para muchos todavía sea algo pequeña, no por eso dejo de pensar profundo. Los conozco desde siempre. Mis padres y abuelos me hablan mucho de ustedes, de la entrega que viven diariamente con la patria en el cumplimiento de su deber.

En ocasiones he leído sus revistas mensuales, gracias a ellas me informo más al detalle de su trabajo. Se que son sencillos, humanos, honestos, sacrificados y hasta tienen poco tiempo para compartir con su familia.

No obstante desde el fondo de mi corazón puedo sentir que su entrega no resulta en vano y gracias a ustedes puedo realizar el sueño de caminar libremente a mi escuela cada mañana y se han convertido en mi gran fuente de inspiración. "No importa cuántas horas se dedique a una causa, siempre que esta sea justa y para el bien de todos".

Revolucionariamente, les admira y abraza.