Publicadas el 13 de junio de 2008

 

¿Cómo acceder a los lentes de contacto?

A pesar de los múltiples problemas que presenta la economía cubana y que son del conocimiento de toda la sociedad, nos dirigimos a ustedes con el objetivo de plantearles una queja sobre el tema lentes de contacto.

El laboratorio sito en 19 entre 22 y 24, Vedado, está cerrado casi todo el año y es el único que brinda este servicio a nivel nacional. ¿Qué solución le pudiera dar el MINSAP a las personas que necesitan lentes para corregir su defecto visual? En nuestro caso estamos usando un solo lente desde hace más de un año, y esto además de causa malestar agrava la enfermedad potencialmente.

Los trabajadores del laboratorio han manifestado que no tienen materia prima para conformarlos. Entonces, ¿hasta cuándo tenemos que esperar por una solución al respecto?

Conocimos que en el Departamento de Polímeros del Instituto de Materiales y Reactivos, adjunto a la Facultad de Química de la Universidad de La Habana, antes del periodo especial, desarrollaban en pequeñas producciones un tipo de polimero muy utilizado en la fabricación de los lentes. ¿Qué posibilidad real tiene el MINSAP de retomar esto? Los investigadores siguen en sus puestos de trabajo con deseos de trabajar por un bien social.

M. Fuentes

J. Chappottin

Desaparezcamos la impunidad del descontrol

No podremos alcanzar la eficiencia que se nos pide y que es impostergable, mientras sigan estando presentes manifestaciones de impunidad ante hechos notorios que alimentan el descontrol, el despilfarro y la corrupción, elementos incompatibles para llegar a la sociedad socialista.

Me he rebelado siempre con indignación cada vez que he oído las expresiones aberrantes "contabilidad confiable" y "contabilidad no confiable", como categorías aceptadas extraoficialmente en nuestro sistema de dirección cuando se hacen controles, etc. Dígase hay o no hay contabilidad, y a partir de esa realidad resuélvase de manera urgente tal problemática, ya que si no hay contabilidad, no hay control, no hay disciplina financiera; está presente el caldo de cultivo para los incumplimientos, las violaciones, los desvíos, los faltantes, en fin la corrupción.

Resolver esta grave problemática es estratégico. Sin control y disciplina no pueden preservarse los principios de la Revolución, y la necesidad de la contabilidad es una tarea de todos en un centro de trabajo, si no hay contabilidad ese centro de trabajo está tomado por las pretensiones de los enemigos de la Revolución, reconquistar dicha posición es una necesidad sin opciones para los revolucionarios que allí trabajan y dirigen.

Se nos reclama con justeza producir más con menos, sustentar nuestro desarrollo en el ahorro, el máximo de eficiencia, elevar la productividad, ser capaces de imprimirle a nuestras responsabilidades todas las potencialidades de que somos acreedores. Para lograrlo tiene que estar presente el control, las formas de medirlo y evaluarlo, y si no hay contabilidad, es dirigir a ciegas, estar en brazos de la desorganización, es facilitar la impunidad ante nuestras insuficiencias, errores y violaciones en el control de nuestra economía.

D. Rodríguez Verdecia

¿Cuál es el objeto social de un agro mercado?

El objetivo de la presente es preguntar ¿cuál es el objeto social de los mercados agropecuarios?

La pregunta pudiera parecer tonta, pero hay un caso específico: el de 19 y B en el Vedado.

Cuando uno entra por la Calle 19, al final, allí además de vender productos agropecuarios y algunos otros relacionados con la gastronomía, hay una venta de productos que no tienen nada que ver con el objeto social del agro mercado, según tengo entendido.

Existe una tarima de un muchacho joven que vende de todo lo humano y divino, no relacionado con lo agropecuario y que seguramente se conoce bien claro su procedencia.

¿De dónde sale "el cemento blanco" que vende en Bolsas a 25 pesos?

¿De dónde salen las pilas recargables y cuantos otros tarecos vende?

Suponiendo que su origen sea legal, que los compra en divisas en bloque, lo fracciona y lo vende en pesos cubanos, con una ganancia inmensamente superior, pudiera preguntarse ¿está esa profesión inscrita entre las que preveen los Reglamentos del MINTRAB?

Creo sinceramente que no.

¿A nadie le preocupa eso?

Creo que es hora de comenzar a indagar sobre esos casos, por qué venden, dónde venden y de dónde sacan sus productos.

V. González Martínez

La mala aplicación en la política de cuadros

Al leer como siempre, el artículo publicado en el periódico Granma de 6 de junio, en la página "Cartas a la Dirección", relacionado con la política de cuadros, me dije: ahí está el problema, ese es el eje central de muchas dificultades planteadas por los lectores, la mayoría de ellas conocidas hace mucho tiempo en los territorios.

La mala aplicación de la política de cuadros se resume en que algunos organismos, políticos, de masas y administrativos tienen actualizados todos los documentos que se exigen en la política de cuadros; sin embargo a la hora del movimiento imprevisto o previsto, la solución es la importación de cuadros que no siempre es efectiva, sin tener en cuenta la reserva de cuadros que estaba prevista, porque esta no posee la preparación exigida para ocupar este cargo.

Además existe una tendencia en las estructuras de base, que aquellos compañeros que sí reúnen los requisitos establecidos para estar en las reservas de cuadros, no se ponen porque le hacen sombra a los que ocupan cargos superiores y designan a otros para llenar el espacio.

Otra de las dificultades está dada por el término que se utiliza en ocasiones, la liberación, donde el trabajo del cuadro está lleno de insuficiencias.

Creemos que es necesario mirar en estos momentos tan importantes de la construcción del socialismo, que necesitamos más que nunca trabajo, eficiencia y productividad, echarle un vistazo al artículo escrito por el Che con la frase: "El Cuadro, columna vertebral de la Revolución" y decir además que las Tesis y Resoluciones del Primer Congreso del Partido, recogen la política de formación, selección, promoción y superación de los cuadros, lo que requiere una aplicación más eficiente de la misma. El compañero José Ramón Machado Ventura, miembro del Buró Político, ha venido enfatizando, en los eventos partidistas, sobre esta problemática.

D. Hernández Bringas

Inspectores

El tema que quiero referirle es el asunto de los inspectores en sentido general. Ante todo quiero manifestarle que el trabajo de Inspector es siempre complicado y las personas por lo general no lo reciben con agrado, pero verdaderamente si por mí fuera yo amortizaría todas las plazas que existen, que creo que son bastante. ¿Qué sucede? Existen diferentes lugares donde inspeccionar pero la verdad es otra y tenemos como ejemplo los siguientes:

"Se fuma en los ómnibus, oficinas climatizadas, hospitales, policlínicos, etc., y nadie le pone coto a esto. El inspector no aparece.

"En cualquier edificio, casas, patios u otro lugar de la comunidad los equipos de música se ponen para que los vecinos oigan la música, la cual no es de su interés y a cualquier hora del día o de la noche y por supuesto no aparece ningún inspector o autoridad competente para solucionar el problema.

"Desde que monto los ómnibus nunca he visto un inspector que verifique si el usuario tiene comprobante de pago o no; así como que en ocasiones pasan tres ómnibus de una ruta específica, uno detrás del otro con muy poco intervalo de tiempo, y al parecer nadie los controlan. Por supuesto el que no pueda coger el último, pasará trabajo.

"Por otra parte se siguen botando cantidades considerables de agua en cisternas y tanques altos de los edificios y las casas y nunca aparece ningún inspector.

"Botaderos de latas, botellas, nylon, cartones, etc., en las diferentes playas cercanas a la ciudad y los inspectores no juegan el papel que les corresponde".

Se impone la pregunta ¿para qué estamos pagando salarios a inspectores que no resuelven el problema? Los inspectores tienen que buscarse "problemas" si no, nunca podrán ejercer esta responsabilidad. Hace muchos años que estoy oyendo lo mismo. Evidentemente es mejor no tener a nadie. Debo aclarar que existen excepciones, no se puede ser absoluto.

M. García Pérez

Más sobre los ómnibus urbanos

Sería bueno y muy práctico para los compañeros que dirigen hoy la Empresa de Ómnibus Urbanos que dieran un correo electrónico y/o teléfonos donde se les pudieran enviar o planteárseles las cuestiones relacionadas con este servicio para su mejor atención y no enterarse cuando les explota la bomba en la cara.

En días pasados me aproximé a un carro de la ruta P-4 y le dije al chofer sobre la botadera de petróleo que tenía su equipo por la tapa del tanque de combustible y que cada vez que esa guagua cogía una curva o se inclinaba un poco botaba mucho combustible (yo venía detrás de ella en mi motocicleta) y eso podría causar un grave accidente sin contar con lo caro que está el petróleo y lo caro que costaron esos carros, para que ya estén así de defectuosos o sin tapas en el depósito de combustible. El chofer me comentó que él lo iba a plantear pero que no era su carro el único que estaba en esas condiciones, que había otros igual, cosa que he comprobado pues hago casi todos los días el recorrido de esa ruta.

A. Miguel López

¿Aumento de la natalidad?

En días anteriores he observado cómo se hace alusión al envejecimiento de la población en nuestro país y a la baja natalidad que existe. También he presenciado las entrevistas que les ha hecho la periodista Talía González a embarazadas y a mujeres en general acerca de por qué no quieren salir embarazadas y muchas alegan la falta de vivienda, la falta de un mínimo de condiciones y la culminación de estudios como puntos determinantes para la toma de una decisión tan importante como esta.

Hace tres meses que estoy embarazada y a cada lugar que voy (tiendas, consultorios del médico de la familia, consultas del hospital, etc.) todas las opiniones que he escuchado en los últimos tiempos convergen en un solo punto: ¿Cómo salir embarazadas con los precios tan abrumadores con los que hay que hacer una canastilla?

Todas se plantean que si una trabajadora en nuestro país gana un salario promedio de 300 pesos cubanos, ¿cómo puede acceder a la compra de la canastilla? Supongamos que su salario sea solamente para ahorrarlo y adquirir tan apreciado ajuar, entonces tendría en nueve meses de embarazo 2 700 pesos cubanos que se traducirían en 112 CUC, y lo convierto a CUC porque el 95% de las piezas que se adquieren para poder hacer una canastilla se ofertan en las tiendas recaudadoras de divisas.

Sabemos que el Estado hace un esfuerzo enorme por proveer a las embarazadas del módulo que les dan a las 26 semanas de embarazo, y por todo el esfuerzo que realiza les damos muchísimas gracias, pues en ningún país del mundo se subsidia parte de una canastilla, ni se tiene el interés tan grande por la salud de nuestros bebés como en Cuba, pero hay que ser realista y es que es insuficiente lo que obtenemos como módulo de la embarazada y tenemos obligatoriamente que tocar las puertas de las tiendas en CUC.

Lo primero que busca una mujer cuando sale embarazada es el lugar donde dormirá su futuro bebé y en relación con esto les pongo un ejemplo: el Estado vende cunas solo para el Plan Turquino y casos sociales porque su costo de producción es demasiado elevado (según entrevista realizada hace varios días por Talía González), por lo que las embarazadas que no somos casos sociales, tenemos que recurrir a un carpintero particular o a las tiendas en CUC. Hace varias semanas que estoy recorriendo las tiendas y buscando precios asequibles para la compra de la cuna y su colchón, la cuna más barata que he visto cuesta 73 CUC (sin colchón) en la tienda La Isla de Cuba, y los colchones cuestan alrededor de 80 CUC, es decir, que entre cuna y colchón tuviera que pagar más dinero del que ahorré en los nueve meses de trabajo.

A mi modo de ver, creo que es el Estado quien debe tomar la medidas pertinentes al respecto si en realidad quiere que aumente la natalidad y que la población no siga envejeciendo. Si bien no necesitamos que subsidien la compra de cunas, colchones ni artículos de canastilla, sí quisiéramos que reduzca al mínimo el impuesto al comercio minorista (240%) de los artículos de canastilla que venden en las tiendas en CUC y que una trabajadora normal, con su salario, pudiese comprar los artículos para poder tener su bebé y que no sea como es para todas nosotras: una angustia tener que acudir a una tienda y ver que una cuna, un colchón o las ropitas de bebé, están tan lejanos de nuestro poder adquisitivo y posponer por otro año más el tener un bebé o decidir no tenerlo.

N. M. Gómez

Otra sobre los parqueadores

Hace mucho tiempo estaba por escribir y hoy al leer la carta de Orta Alonso, me he decidido. Estoy totalmente de acuerdo con lo planteado por él, pero además, se ha vuelto como un virus, la cantidad de parqueadores que tiene nuestra ciudad y sobre todo la cantidad de ellos que son jóvenes y fuertes, que pudieran realizar un trabajo productivo y no este.

Al triunfo de la Revolución yo tenía 7 años y vivía en La Habana Vieja, de aquel tiempo, recuerdo que una de las cosas que hizo nuestro pueblo fue caerle a mandarriazos a los parquímetros, por supuesto este dinero iba para aquel gobierno asesino y explotador que los implantó.

Pero compañeros, ya no se puede salir en el carro si además usted no lleva un dinero asignado para pagarles a los parqueadores, que están hasta en los policlínicos, hospitales y en los más diversos lugares donde un personaje pueda vivir del sudor de los que tenemos auto, ya sea particular o estatal.

No estoy en contra de que las personas jubiladas tengan esta opción de empleo, pero caballeros, esos hombres jóvenes y fuertes, no estoy de acuerdo.

Debía hacerse como está el parqueo cerca de Galerías Paseo, que es gratis, para todo el que vaya allí, este está en 1ra entre C y D. O cobrar un precio módico, porque además cuando usted les da 40 centavos se ponen hasta bravos, hay que darles un peso, porque no hay tarifa, no hay vales, no hay ninguna orientación de quien tiene que ver con esto.

A lo que me refiero, en conclusión, es que hay demasiada gente viviendo del sudor ajeno y me parece que no es correcto.

F. Rodríguez Núñez

Hay que aplicar medidas reales... no basta con hablar al respecto

En su edición del 6 de junio del 2008, leí un artículo sobre una de las indisciplinas sociales más comunes en nuestro país referida a "nuestros vecinos ruidosos" y estoy muy de acuerdo con la persona que escribe, pues ya está pasando bastante tiempo sin que se tomen medidas reales para los infractores del orden y la tranquilidad de los que trabajamos... y es verdad, los que molestan, no estudian, no trabajan, no ven el noticiero ni leen el Granma, de modo que toda información que se ponga en los medios para evitar estos desmanes solo llega a los agredidos por la bulla y no a los agresores que siempre están de fiesta... ¿hasta cuándo ?

D. I. Garrido Rodríguez

Preguntas sobre la Tarjeta Propia

Lo que me motiva a escribir es una simple inquietud:

¿Por qué razón si existen dificultades con la adquisición de las Tarjetas Propias, tal y como una vez más da a conocer la edición de Granma, estas se vencen a los seis meses independientemente del crédito que uno tenga depositado en ellas?

¿Es lógico que uno pierda dinero de esa forma, con los beneficios de esa modalidad tanto para los usuarios como para ETECSA si sabemos que el país tiene dificultades para adquirirlas?

I. Rodríguez Pérez

¿Acopio, beneficio o perjuicio?

El pasado viernes 30 de mayo, como de costumbre, he leído las cartas que publica el periódico Granma en su sección habilitada para tal fin. En esta leí muy atento la carta enviada por el productor J. R. García Trujillo. Muchas han sido las que de una u otra forma, plantean las irregularidades de Acopio. Le confieso que como él muchas personas (campesinos y productores) se han visto afectados por estas situaciones y parte de sus producciones se pierden y nadie paga el sacrificio realizado.

Es muy doloroso y duro a la vez, que después de esperar el tiempo requerido por la exigencia del cultivo, realizar gastos financieros, materiales y físicos de quienes trabajan en la cosecha verlos perderse ya acopiados en un rincón, solo porque Acopio no los fue a recoger como lo establece la ley con el productor. Al realizarse la investigación, los resultados de las encuestas arrojan las siguientes justificaciones:

No hay transporte.

No tenemos combustible.

No hay envases.

No tenemos capacidad en los almacenes.

O más triste aún, después de tres o cuatro días de recogida la cosecha que comienza a deteriorarse, te dicen no te la podemos recoger porque no tiene la calidad requerida. Valdría la pena preguntarse:

¿Puedo yo seguir vendiendo a Acopio? ¿Quién se responsabiliza de pagar las producciones perdidas por informalidad de Acopio cuando quedó comprometido en recogerla?

Entonces, ¿Cómo quedo yo? ¿Cuál es el objetivo de Acopio? ¿Es imprescindible que Acopio se mantenga de intermediario entre el productor y la venta de su producto al pueblo? ¿Algún Departamento de estadística ha valorado la cantidad de productos agrarios perdidos por Acopio? ¿Cuánto se ha perdido económicamente? ¿Es justo que estas cosas sucedan, cuando se busca un desarrollo sostenible de la agricultura y los precios de los alimentos son cada vez más altos, los suelos se degradan más y los campos se pierden enyerbados e infestados por marabú, las plagas, el clima, etc., y que al final no pase nada con las irresponsabilidades?

A. Leyva Q.

Envíe su correspondencia a:
Periódico Granma. Departamento de Atención al Lector. General Suárez y Territorial. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. Código Postal: 10699. Zona Postal Habana 6, Apartado Postal 6187 o al correo electrónico: cartasaladireccion@granma.cip.cu Teléfonos 881 9712 o 881 3333, extensiones: 143,145, 148, 177.
 

 

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