22
de Abril del 2003
Continúa la lucha de los Cinco
Patriotas en Corte de Apelaciones de Atlanta
La reciente medida
tomada contra los luchadores antiterroristas constituyó la cuarta
vez en que los Cinco van al hueco, lo cual ocasiona dos grandes
violaciones del Derecho Internacional, de las leyes norteamericanas
y de su Constitución: la tortura y la obstrucción a la defensa
LOURDES PÉREZ NAVARRO
Tras
sufrir el aislamiento del hueco y la caja, los Cinco Compatriotas
Prisioneros Políticos del imperio continúan batallando porque se
haga justicia en el proceso de apelación ante la Corte de Atlanta,
el cual posiblemente se extenderá hasta principios del 2004, según
fue analizado este lunes en la Mesa Redonda.
Aún cuando el 7 de abril fue la
fecha tope para presentar la apelación, solo se entregaron cuatro.
La Corte, excepcionalmente, aceptó la solicitud de Leonard
Weinglass, abogado de Antonio Guerrero, de postergarla en este caso
por el término de 30 días (hasta el 7 de mayo), dadas las
difíciles condiciones de confinamiento en que este se hallaba, lo
cual hizo imposible los contactos con su representado, según
explicó el letrado por vía telefónica.
Desafortunadamente, agregó
Weinglass, el gobierno se ha negado a decir sobre qué bases los
colocaron en esas condiciones extremas de castigo, si ellos no
hicieron nada. Pese a sus manifiestas intenciones de mantenerlos
bajo esas medidas año tras año, dijo, la ola de ira que provocó
esta decisión en todas partes del mundo obligó al gobierno
norteamericano a sacarlos del hueco, lo cual definió como una gran
victoria. En las actuales condiciones de los EE.UU., afirmó, se ha
perdido la noción de transparencia en el sistema de los tribunales.
La fuerza de la solidaridad
internacional logró ese objetivo, pero los Cinco son mantenidos
bajo determinadas restricciones. Las condiciones de las prisiones de
máxima seguridad —donde se encuentran ellos confinados— en los
diferentes estados norteamericanos son pésimas: siniestras,
sombrías, con hacinamiento, debido al gran número de población
penal en su interior; los reclusos sufren encierro por 23 horas
diarias y solo pueden tomar el sol durante 60 minutos al día, lo
cual, según analizó Arleen Rodríguez, editora de la Revista
Tricontinental, provoca trastornos psicológicos y constituye una
forma de tortura.
Sobre este aspecto abundó el doctor
Rodolfo Dávalos, profesor titular de Derecho de la Universidad de
La Habana, al asegurar que esta es la cuarta vez en que los Cinco
van al hueco, lo cual ocasiona dos grandes violaciones del Derecho
Internacional, de las leyes norteamericanas y de su Constitución:
la tortura y la obstrucción a la defensa.
La Convención Internacional contra
la tortura, proclamada en 1987, agregó el profesor, considera este
actuar como delito; por lo que las leyes que regulan el tratamiento
de los reclusos prohibe su uso. Otra Convención, la de los Derechos
Humanos, considera también una violación la obstrucción de la
defensa; todo acusado, dijo, tiene derecho a una representación
positiva, eficaz; sin ella no puede haber un juicio justo e
imparcial.
El buen estado de ánimo, optimismo y
fortaleza de René, Antonio, Gerardo, Fernando y Ramón, fue
expuesto por el abogado puertorriqueño Rafael Anglada, quien
recientemente los visitó, después de que salieran del
confinamiento.
Lázaro Barredo, Aixa Hevia González
y los demás participantes en la Mesa, bajo la conducción de Randy
Alonso, expusieron también las crecientes muestras de solidaridad
internacional con los Cinco Patriotas, verdaderos luchadores contra
el terrorismo, en franca contraposición con la reciente decisión
de un juez de autorizar la libertad bajo fianza a los seis
secuestradores terroristas de naves cubanas, por no considerarlos
peligrosos; digna muestra de la "justicia" norteamericana.
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