8 de febrero de 2002 Los cinco de Miami: "Seremos capaces de
resistir cualquier cosa"
Los cinco luchadores contra el
terrorismo sentenciados injustamente a altas penas en EE.UU. fueron separados en diversas
cárceles de máxima seguridad Esposados y encadenados, durante las doce horas del
traslado no recibieron agua ni alimentos
EN duras y humillantes condiciones,
esposados y encadenados, desprotegidos del frío, sin recibir agua ni alimentos por más
de 12 horas, los cinco cubanos prisioneros en EE.UU. han sido trasladados a cárceles de
máxima seguridad en diferentes estados de la nación norteamericana.
Gerardo Hernández, René González, Ramón
Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González recibieron en Miami altas condenas luego
de un amañado proceso judicial que los halló injustamente culpables de espionaje y otros
falsos cargos, cuando en realidad buscaban información entre grupos terroristas radicados
en la Florida para defender a su país de los sabotajes y crímenes planeados y
financiados desde territorio norteamericano.
Al ser entrevistado para la TV cubana
durante una mesa redonda el 7 de febrero último, Dagoberto Rodríguez, de la Sección de
Intereses de Cuba en Washington, afirmó que en las pocas comunicaciones que ha podido
sostener con los cinco héroes recientemente, ha constatado "su espíritu tremendo,
su entereza a toda prueba, su fe y confianza en la Revolución".
Ellos se mostraron agradecidos de las
muestras de solidaridad de nuestro pueblo y otros pueblos hermanos. Y todos, con su
proceder, han evidenciado que están más que dispuestos a suscribir la frase que le
enviara uno de ellos, Fernando, a su esposa, el 23 de diciembre pasado: "Seremos
capaces de resistir cualquier cosa".
TRASLADO EN DIFICILES CONDICIONES
Randy Alonso, moderador de la mesa redonda,
explicó que los cinco fueron trasladados el 29 de enero último en el mismo avión hacia
Atlanta, Georgia. Al salir de Miami, desayunaron a las 9 a.m., y no se les dio más
alimentos ni agua hasta las 11 p.m.
A los tres condenados a cadena perpetua,
Gerardo, Ramón y Antonio, les colocaron un aditamento llamado "caja negra", que
consiste en un dispositivo que se pone sobre las esposas para reforzar el cierre e
identificar a distancia a los presos supuestamente peligrosos. Esta "caja negra"
es muy incómoda y lacera la piel.
Al llegar a la penitenciaría de Atlanta,
les tomaron fotos y huellas dactilares y les colocaron en el "hueco" (celda de
castigo). René fue separado entonces de sus compañeros, quienes no le han visto más. A
diferencia del Centro de Detenciones de Miami, tenían que salir al pasillo para recibir
la comida, momento en que pudieron verse Gerardo, Ramón y Antonio; y, ocasionalmente,
distinguieron a Fernando, quien estaba en un piso inferior.
La alimentación es muy mala en Atlanta y
los uniformes estaban en muy mal estado. Durante tres días no les permitieron asearse. El
30 de enero, la visita consular no pudo producirse porque al diplomático cubano no le
habían notificado aún el traslado.
El 4 de febrero, Gerardo y Ramón fueron
trasladados a la prisión de El Reno, Oklahoma, y ellos desde entonces no han visto más a
Antonio y Fernando. En el aeropuerto de Atlanta, debieron soportar bajas temperaturas con
un simple pulóver al igual que otros dos presos, ancianos de nacionalidad
estadounidense, que sólo podían moverse en una silla de ruedas y un andador,
mientras sus guardias se protegían con abrigos y gorros.
Se conoció que el dinero que tienen de
fondo se transfirió desde Miami a las prisiones en que serían ubicados y eso les
imposibilitaría hacer llamadas telefónicas mientras demorara tal transferencia.
LAS NUEVAS PRISIONES
Una portavoz del Centro Federal de
Detención de Miami, citada por AFP, confirmó que los 5 patriotas cubanos habían sido
provisionalmente llevados a una cárcel de máxima seguridad en Atlanta desde donde
serían trasladados hacia sus destinos finales. Afirmó públicamente que Gerardo iría a
la prisión de Lompoc, California; Ramón, a Beaumont, Texas; Antonio, a Florence,
Colorado; René, a Loretto, Pensilvannia; y Fernando a una prisión de Minnesota.
Al referirse a los nuevos centros de
reclusión, el panelista Rogelio Polanco, director del diario Juventud Rebelde,
aclaró que este cambio era un proceso ya anunciado y que por ley federal es inapelable.
Dijo que los Héroes condenados a cadena perpetua serían recluidos en prisiones de
máxima seguridad, con un régimen semimilitar. Sobre algunas de estas cárceles, comentó
como ejemplo que Florence, Colorado, es un correccional federal inaugurado en enero de
1995 y diseñado para alojar a presos que requieren alta seguridad.
En conversación telefónica con el
periodista Miguel Angel Masjuán, el abogado Paul McKenna, defensor de Gerardo, dijo que
"estamos trabajando en la apelación, no entendemos que el juicio fuera justo, la
condena por espionaje debe ser revocada, sé que ellos nunca intentaron hacerles daño a
EE.UU. y sus ciudadanos".
Mientras, la solidaridad con los cinco
patriotas crece en el mundo. En Perú, la Casa de Amistad Cubano-Peruana ha recogido miles
de firmas, el Comité de Solidaridad de Puerto Rico con Cuba organizó una gran
manifestación frente al Tribunal Federal de San Juan en la que se exigió su libertad.
En Uruguay, representantes de los partidos
de izquierda se pronunciaron, igualmente, por la liberación de los Héroes cubanos, así
como en actos efectuados recientemente en Porto Alegre, Brasil. En Francia hay una
campaña de cartas y postales de sus ciudadanos en solidaridad con estos luchadores contra
el terrorismo. |