25
de Febrero de 2005
Aún sin fallo, pero con mucha
firmeza y solidaridad
Lourdes
Pérez Navarro
A casi un año de celebrada la vista
de apelación en la Corte de Atlanta contra las sentencias en las
que injustamente fueron impuestas largas condenas a nuestros Cinco Héroes
prisioneros del imperio —calificadas por el escritor y sociólogo
Ignacio Ramonet como uno de los mayores escándalos judiciales de
comienzos del siglo XXI—, los jueces continúan sin dar a conocer
el fallo.
Para esto la Ley Procesal
norteamericana no fija un término, por lo que hay que seguir
esperando, señaló Rodolfo Dávalos, profesor titular de la
Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, en la Mesa
Redonda celebrada ayer, en la que participaron, además, los
periodistas Bárbara Betancourt, Aixa Hevia, Reinaldo Taladrid y Lázaro
Barredo, bajo la conducción de Randy Alonso.
Sin embargo, subrayó el
especialista, han ocurrido hechos relevantes que sirven de
precedente y obligan a los tribunales, en los casos que están
pendientes de sentencia —como el de nuestros compatriotas—, a
fallar como lo hicieron los jueces con anterioridad en procesos
similares. Uno, ocurrido en junio del 2004, los invita a imponer una
sentencia dentro del veredicto del jurado, es decir, dentro de lo
que este conoció, evaluó, y dio por probado durante el juicio.
Esto, afirmó, tiene que ver con el caso de los Cinco, en el que la
jueza actuante, al dictar sentencia, emitió sanciones sobre
aspectos que nunca se presentaron ante los miembros del jurado.
Otro, sucedido en California, refleja
la diferencia de la administración de justicia en Miami y cualquier
otro estado norteamericano. Se trata de un juicio en que una
ciudadana norteamericana de origen chino fue juzgada por espionaje.
La jueza, narró Dávalos, decidió poner fin al proceso y archivar
las actuaciones al no existir pruebas que demostraran
fehacientemente que la información secreta y clasificada ocupada
había sido transmitida al exterior. Sin embargo, contrastó, a
nuestros hermanos no se les ocupó una sola información ni
documento de ese tipo y aun así fueron sancionados sin ser espías.
Estos son ejemplos de la manipulación
a que estuvo sometido el juicio de nuestros Cinco compatriotas,
respondiendo a los intereses de grupos mafiosos de Miami. Los mismos
que han provocado, explicaron los panelistas, innumerables actos
terroristas contra nuestro pueblo, entre ellos, la violación del
espacio aéreo cubano en más de 30 ocasiones por avionetas de la
organización contrarevolucionaria Hermanos al Rescate, ubicada en
los EE.UU. y presidida por el terrorista José Basulto; acciones
estas encaminadas a desatar un conflicto militar entre ambas
naciones.
Una de estas incursiones, ocurrida el
24 de febrero de 1996, culminó con el derribo de dos avionetas.
Contra actos como estos, y en defensa
de la integridad, libertad y soberanía de nuestro pueblo, actuaron
nuestros Cinco compatriotas. Ellos se mantienen firmes, pues saben
que la causa es justa.
Elizabeth, esposa de Ramón Labañino,
así lo hizo saber luego de visitarlo en la prisión en diciembre
pasado. Lo vi físicamente bien y con un espíritu inmejorable, sabe
que la justicia está de su parte y que representa la dignidad de
muchas personas que en el mundo luchan por un mundo mejor, dijo esta
joven madre, quien refirió que las tres hijas de Ramón han crecido
lejos de su padre. Contó cómo él, además, le confesó: "Me
siento acompañado en esta soledad".
Y así es. Ya son 243 los Comités de
Solidaridad con los Cinco constituidos en 81 naciones, y el mundo
clama por la liberación de estos luchadores antiterroristas, como
sucedió recientemente en Nicaragua, en el Foro Social Mundial de
Porto Alegre y en los propios EE.UU.; en este último, el documental
Misión contra el terror se ha presentado con éxito en más
de 20 ciudades, y se pretende llevar a otras naciones.
En Cuba se suman nuevas muestras de
solidaridad: varios libros acerca de los Cinco y otros tomos de
poemas escritos por Antonio Guerrero son recibidos con entusiasmo
por aquellos que visitan la XIV Feria del Libro; y los niños del
Instituto Superior Latinoamericano de Ajedrez mantienen reñidos
partidos con Ramón y Tony —a través de las conversaciones telefónicas
con los familiares—, quienes han demostrado ser buenos jugadores.
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